21- El ¿sueño?

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POV MORGAN

— Hueles tan bien —jadee sobre su oído, cuando hundí mi cara en su cuello.

—  Te juro que ...

— Ni lo intentes —lo interrumpí de golpe.

— No hagas esto —me suplico y pase mi lengua por su cuello, provocando que su piel se erizara— ¡Por favor! ¡No! —se empezó a retorcer.

— Esto te dolerá mucho mas si te mueves —le advertí seriamente.

— ¡Por favor! —me suplico nuevamente y sonreí sobre su cuello— No hagas esto. Yo...yo... ¡Yo en verdad lo siento!

— Ya es tarde para eso.

Antes de que me pudiera decir otra cosa, clave mis colmillos en su cuello y empecé a succionar la sangre de su cuerpo.

...

Abrí los ojos de golpe y sentí que mi corazón se iba a salir de mi pecho, mis manos temblaban y estaba sudando.

— ¿Estás bien? —pegue un salto, al escuchar la voz de Draco.

Había olvidado que anoche estábamos viendo una película juntos y al parecer nos gano el sueño a los dos, porque aun se encontraba en mi cuarto y se veía todo adormilado, lo que quería decir que lo había despertado.

— Tuve un sueño ... —trague saliva con dificultad— que se sintió muy real.

— ¿De que era?

— Mordí a McLaggen —la cara que hizo Draco me dio risa, pero no era momento para reírme— pero antes de eso, creo que lo torture.

— Solo fue un sueño, no tienes que preocuparte.

— ¿Has visto a McLaggen?

— No, pero eso no significa nada, él no me interesa, así que nunca presto atención si está a mi alrededor o no —me quede unos minutos en silencio, porque sus palabras no me habían ayudado en nada— Iré al baño ¿Quieres que te traiga agua?

— Por favor.

Draco se levantó de la cama y se metió al baño, lo que me dio el tiempo suficiente para pensar en que ya habían pasado una semana desde la fiesta y aun no podía recordar con exactitud lo que había pasado, solo tenía como el 40% de la información, gracias a los rumores que había estado escuchando y eso no ayudaba mucho a responder todas las preguntas que tenía. 

La herida que tenía en el abdomen, ya casi no me dolían, pero como aún no terminaba de sanar por completo, seguía sin hacer ningún tipo de esfuerzo, ya que no quería que la herida se me abriera, aunque por otro lado, ya estaba harta del yeso, así que me levante de la cama y tome las primeras tijeras que encontré, ya que necesitaba quitarme eso, porque no toleraría ni un minuto más con la comezón, además de que había olvidado por completo que meses atrás, Dumbledore me había obligado a ser parte de los que iban a supervisar las pruebas de quidditch, por lo que no podía seguir con esa cosa o todos lo verían y empezarían a hacerme preguntas. 

— ¿Qué estás haciendo? —Draco me observaba con seriedad.

— Me estoy intentando quitar esto —respondí con obviedad. 

La venganza de los RiddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora