La venganza de los Riddle

26- El soldado

POV MORGAN

"No salgas de tu cuarto. No salgas de tu cuarto. No salgas de tu cuarto"

Las palabras de Draco se repetían una y otra vez en mi cabeza, mientras caminaba de un lado al otro de mi cuarto.

— A la mierda. No tengo porque hacerle caso.

Abrí la puerta de mi cuarto y en el momento en el que intente poner un pie fuera de esté, me lleve una gran sorpresa.

— Te dijeron que no salieras de tu cuarto.

Abrí mis ojos super sorprendida de verlo ahí parado, enfrente de mi.

— Tú .... —me asegure que fuera real y no estuviera imaginándolo, lo cual pude comprobar en el momento en el que me sonrió de lado— ¿Qué estás haciendo aquí?

— ¡Vaya! —exclamó dolido— creí que te emocionarías más de verme aquí.

Emocionada no me sentía verdaderamente, este chico y su amigo solo me traían más problemas de los que ya tenía desde que los conocí, aunque debo de admitir que en este momento se ve mucho mejor que antes, ya que ahora está más marcado y el uniforme se amolda perfectamente a su cuerpo, dejando pocas cosas a la imaginación.

— Yo.... —aclaré mi garganta y baje mi vista al suelo, porque si lo seguía mirando, iba a empezar a divagar— ¿Qué haces aquí?

— Primero déjame entrar para que te lo expliqué.

Tenía mucha curiosidad, así que me hice para un lado, dejarlo pasar a mi cuarto.

— Me mandaron a supervisar que todo estuviera en orden, ya que Hogwarts ha tenido mucho más incidentes en estos dos años que cualquier otra escuela mágica, así que nos mandaron a verificar que Dumbledore estuviera haciendo bien su trabajo o...

—¿O?

— O lo destituirán.

No sentía que esa fuera toda la verdad, así que me cruzo de brazos.

— ¿Y esa es toda la verdad?

— ¿Cuándo te he mentido?

— Más veces de las que pudiera recordar —Bellamy soltó una risita.

Apreté mis labios en una fina línea, para evitar sonreír, porque el hecho de volver a escuchar su risa, me traía recuerdo interesantes. 

— Eso era diferente —se intento justificar y suspire.

— Entonces estas aquí ¿solo para supervisar a Dumbledore?

— Y también por si llega a pasar otro incidente —observe con detenimiento— todos nosotros estamos preparados para calmar cualquier situación.

— De acuerdo ... —respondí no muy convencida.

Estaba segura de que había algo que aun no me decía, pero con los días estaba segura de que iba a descubrir la verdadera razón por la que estaba aquí, así que ya no insistí más.

— Morgan Riddle —Bellamy empezó a dar vueltas a mi alrededor—. Si te sigues llamando así ¿no?

— Si —rodee los ojos y soltó otra risita.

— ¿Y aún tienes novio? —alce una ceja.

— ¿Por qué? —le pregunté burlona— ¿Aun quieres invitarme a salir?

— Tal vez... —se detuvo enfrente de mi— ¿Tienes novio?

— La vez pasada te dije que no era mi novio —volví a evadir la pregunta.