La venganza de los Riddle

34- No podemos ser amigos

POV MORGAN

Me desperté con un dolor de cabeza horrible y con todo el cuerpo adolorido, como sí me hubiera metido en una pelea y la hubiera perdido.

En cuanto me levante de la cama, sentí unas ganas gigantes de vomitar, así que fui directo al baño y empecé a vomitar todo el alcohol que había tomado la noche anterior. Para cuando termine, me lave los dientes y me quede unos segundo viéndome en el espejo, estaba completamente destruida.

¿Qué pasó anoche?

Me metí a bañar y eso ayudó un poco a que mi cuerpo se relajara. Al salir del baño me puse el uniforme y me maquille un poco, para evitar que se vieran las ojeras, pero como el maquillaje no sirvió del todo, me puse unos lentes de sol para que no se vieran mis ojos.

Al salir de mi cuarto, las personas se me quedaban viendo, como si fuera lo más interesante de sus vidas, lo cual en cierto punto me hizo sentirme incómoda, porque no estaba completamente segura si me veían así porque de verdad me veía destruida o porque anoche había sucedido algo importante como para que me miraran de ese modo.

En el momento en el que llegue al gran comedor, no encontré a ninguno de mis amigos para poder preguntarles que había pasado ayer, así que me limite a tomar una tasa de café bien cargada.

Me acosté en la mesa por unos minutos, hasta que sentí que alguien se sentaba junto a mi.

— ¿Cómo estás?

Esa era la voz de Theo.

— Muerta —comenté sin levantar la cara de la mesa— siento que mi cabeza va a explotar, el cuerpo me duele horrible y si en este momento como algo, estoy segura que lo vomitaré enseguida.

— ¿Te duele el cuerpo? —cuestionó con seriedad.

— Si —suspire, mientras giraba mi cabeza hacia un lado para mirarlo, pero antes de que me dijera algo, llegaron a sentarse los demás.

— ¿A que se debe el honor de su compañía el día de hoy? —cuestione al ver que todos se sentaron en la misma mesa, como hace meses no sucedía. 

— ¿Como te sientes Morgan? —me pregunto inquieto Regulus, ignorando mi pregunta.

— Mal —comente, mientras me sentaba bien.

— Dice que le duele todo el cuerpo —les comento Theo y vi que todos compartieron una mirada entre sí, pero en este momento no tenía ganas de intentar averiguar lo que eso significaba.

— Supongo que anoche me caí... —intenté aminorar la tensión que se estaba sintiendo— o tal vez tuve una pelea con alguien.

— ¿Que parte en específico te duele? —me cuestionó  mi hermano y lo miré confusa.

¿Por que importaba eso?

— ¿Recuerdas algo de lo que paso anoche?  —la voz de Matheo me sobresaltó un poco.

¿Que hacía él aquí? ¿Por que me estaba hablando? ¿Y por que se estaba sentando en la misma mesa que nosotros?

— ¿Morgan?

— No, no puedo recordar nada de lo que sucedió anoche.

Nuevamente se miraron entre sí.

— ¿Que pasó? —pregunté un poco angustiada— ¿Porque se miran entre sí y ninguno me dice nada?

Nuevamente todos se quedaron callados y cuando los miraba a los ojos, todos apartaban la mirada.

— ¿Alguno puede responderme? Por favor —suplique inquieta.