Llegando al reino, todas las personas se alejaban de mí, así que ya se enteraron, eh.
Ahora solo falta que la reina me vea, entro en mi habitación, está todo oscuro, así que prendo el foco y di un susto, estaba ella...
La reina con la cabeza baja, cubierta por su cabello, sus manos en forma de puño, su respiración agitada; me vio, pude ver como su expresión corporal se tensaba, se acercaba brutalmente hacía a mí y me tomo del cuello, haciéndome retroceder hasta chocar con la pared.
-Lo sabías. - susurraba y yo solo quería recuperar aire, así que empecé a golpear sus manos. -¿Quién más sabe? - apretaba con más fuerza, el dolor era fuerte al igual que la presión. Esto dolía. -Dime. - me soltó bruscamente, estaba intentando recuperar el oxígeno.
-Yo... - tocía. -Yo... n... no sé. - me tomo de mi muñeca.
-Claro que lo sabes y me lo dirás y juro que no saldrás bien de este lugar. - su voz amenazante y su mirada furiosa.
-No sé nada, su majestad.
-Tu descaro me da asco, cómo piensas llamarme "majestad" si has traicionado a tu nación.
-Jamás lo haría.
-Pues tu familia lo hizo. - apretaba más fuerte y con su otra mano tiro de mi cabello, a lado de ella o incluso enfrente de ella era débil. -Y si no me dices, tú serás la primera en volver a probar la guillotina. - rebotaban lágrimas en mis ojos.
-Le juro que no lo he hecho. También me sorprendió que mi familia lo haya hecho. - me soltó, empujándome hacía mi cama y ahí me fui a la esquina y me hice bolita. Nunca había sentido mucho miedo hasta ahora.
Al final vi que se quedó quieta y me dio una sonrisa amenazadora, tan ancha y casi macabra.
-Bueno, tu familia pagara las consecuencias, los buscaré y no me importa si hay niños, perderán la cabeza. - se iba a ir, pero corrí hasta retenerla tomando fuerte de su vestido.
-Por favor, no les hagas esto a mis hermanos. - me dió una bofetada.
-No vuelves a salir de este castillo, Ashley. Que tengas una excelente noche. - y se fue, dejándome mal, estaba mal físicamente y emocionalmente. Me habían hecho pedazos totalmente.
Todo o lo poco que tenía me lo quito la Reina.
[...]
Al abrir mis ojos que me ha costado mucho por a ver llorado lo suficiente para quedarme dormida. Me levanto con un horrible dolor de cabeza, sentía el piso demasiado frío, este es un nuevo sentimiento, nunca lo he sentido, ¿esto es estar roto?
Tocan mi puerta y meticulosamente abro y estaba una sirvienta.
-La Reina Romina, te está llamando. - dijo en un tono serio, ¿aún me necesita?
-Ok, muchas gracias. - doy la mejor sonrisa falsa.
Diez minutos después ya estoy enfrente del cuarto de la Reina, solo con verla o inclusos sentirla me empieza a poner la piel de gallina. Toque tres veces.
-Adelante.
-Su majestad. - di una reverencia y volteo a verme.
-¿Y mi té?
-No me dijeron eso... - se levantó y se acercó a mí, tomando de mi mandíbula.
-Escúchame si solo te habló es para que me traigas el té y ya. - soltó mi mandíbula y me quede parada. -¡Que esperas ve por mi té!
Podría ser mi última día, he arruinado todo para estar en paz con la Reina.
Le he dicho a unos de los cocineros que si me preparaban el té y en menos de lo que canta un gallo muerto me lo trajeron, de inmediato camine rápido hacía la alcoba de la Reina di tres golpes, así me reconoce y con un simple -Adelante-, entre. La vi de espaldas luciendo un vestido floreal, fresco.
-Su té, su majestad. - me miro y se acercó a mí, caminando tranquilamente.
-Ashley, lo... lo... - quería decirme algo, podría notar que le complicaba, es como si la palabra se le atorrara en la garganta. -Retírate. - sin más preámbulos hice lo que me dijo.
[...]
Todo esté día me lo pase en el jardín secreto, para eso tuve que entrar en la habitación de la Reina sin que me viera, he visto que las flores están empezando a crecer, a florecer. Me gusta ver su proceso, a veces les cuento lo que me pasa a mi día a día, de seguro se sienten tristes y sienten pena por mí. Últimamente no he tenido suerte, con los empleados no he socializado o incluso no he hecho un amigo, solo son conocidos y con la Reina es algo complicado, no es amiga, solo es mi Reina, agradezco que la señorita Mónica siempre me ayude cuando tengo "accidentes", creo que se la cree.
Solo desearía que fuera diferente todo está situación.
-¿Por qué yo? - susurre a un girasol y me acerque para olerlo.
-Ashley. - me di la vuelta y ahí estaba la Reina.
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La vida perfecta de Romina
Teen FictionGobernadora de Filliph. Romina una reina joven con un gran poder y que de seguro quiere más. Romina solo le importa, la corona, el poder, y sus habitantes. ¿Qué tiene a alguien? Puff, por favor, ella y solo ella, y claro su mano derecha. Pero en el...