Capítulo 22 Reinicio

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El reino estaba dando sus frutos, poco a poco se empezaba a levantar, las sombras que asechaban el reino se empezaban a eliminar. Ahora cada vez hay un día más brillante que el anterior, la noche ya no atormenta tanto. Todo va mejorando.

Estaba en mi aposento, solo relajada, sentada y pensado. Pero la verdad solo pensaba en algo, bueno en alguien. Ashley. Ella ya no es tan irritable, ni molesta, aunque a veces es muy terca y eso me molesta, no me gusta que tome decisiones por su cuenta y no se abstenga a las consecuencias.

Pero bueno.

Ahorita estoy pensando en limpiar mi nombre y mi reino, lo primordial.

Escucho que tocaron mi puerta, me levanto y abro la puerta. Y estaba confusa.

-¿Puedo pasar? - yo solo me quite para que pasará, estaba impactada.

-¿Por qué estás aquí? - cerré la puerta y le puse seguro.

Se sentó en mi cama y movía sus piernas de enfrente hacía atrás, no alcanza el piso.

Dio un gran suspiro.

-Me quería disculpar por no estar a tu lado.

-Pero, lo hiciste. - me acerque sigilosamente hacía ella, y tratar de dejar mi impulso de tomar sus manos. -Gracias. Me ayudaste, me ayudaste mucho. - me senté a su lado y la miré, si la miras de cerca notas pequeñas pecas, eso es lo que me distrae sus pecas.

-No hay de que. - se levantó repentinamente. -Tengo que decirte algo.

-Dímelo.

-Pero, como reina quiero que me respondas como tal.

-Bueno, espero a que me lo digas.

-Iré a Sloeness, voy a visitar a mi familia, no los he visto en meses. - no me importaba nada, solo dos palabras que resonaban en mi cabeza IRÉ A SLOENESS. -¿Romina?

-No entiendo.

-¿Qué no entiendes?

-Es que..., por qué quieres ir.

-Para ver a mi familia, claro.

-Entiendo. Pues ahorita que las aguas se relajaron, puedes ir.

-Pero, ... - ya sabía lo que me pedía. -necesito un permiso.

-Lo sé. - "acordamos" que cada migrante que vaya al otro reino necesita un permiso para que no sea una amenaza en el reino, pueblo o lugar en donde este. -Bien. Te lo daré, pero, con una condición.

-Claro, dímela.

-Pasarás una semana con tu familia y luego tendrás que venir de inmediato aquí.

-Al castillo, lo entiendo.

-No, aquí. - señale mi aposentó.

-¿Aquí? ¿Por qué?

-Porque quiero ser la primera persona en verte y en saludarte. - solo vi que se sonrojo y le formo una sonrisa, me vio y agacho su cabeza.

-Está bien.

Me alejé y fui a mi escritorio para hacer un permiso de que Ashley no es ninguna amenaza, de hecho, no es ninguna amenaza para el mundo. El mundo es una amenaza para ella, las personas son una amenaza para ella, pero para eso estoy yo, siempre estaré con ella, aunque estuviera en otro continente, siempre vere que el mundo no sea una amenaza.

Me levanté y se lo entregué.

-¿Cuándo te irás?

-Mañana. - desearía poder besarla, pero no puedo, aún no.

-Bien. Si es todo, te puedes retirar.

-Gracias por darme está oportunidad de ser libre.

-Dijeque iba a cambiar. - ella asintió y se fue. Quedando otra vez completamentesola.

La vida perfecta de RominaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora