La vida perfecta de Romina

Capítulo 24 Ashley

¿Me considero paciente? Claro que no. Estoy viendo fijamente mi ventana en donde se puede ver todo el reino, por eso considero la mejor habitación del reino... Sigo esperando, esperando, esperando... Ella debía de llegar hoy, incluso para no ser egoísta le dije que pasara más tiempo con su familia, pasa más tiempo conmigo y me encanta eso, pero primero es su familia, ¿o primero yo?

Vi que el portón se abría y ahí estaba el carruaje con los mismos guardias, bien, no ocurrió ningún accidente. Iba a salir saludarla hasta que...

Bajo con el estúpido, idiota, imbécil... Aaahh... En vez de caminar alegremente, daba zancadas y estaba enojada, todos me saludaban, pero los ignore, yo quería ver si mi vista estaba mal o de plano Ashley cayó tan bajo, ¿Cómo puede ser posible? Me tiene, ella me tiene..., puede hacer lo que quiera conmigo, me puede lastimar (aunque jamás pasara) y la perdonaría, me podría atacar y no le haría nada, ella me tiene por completo. Ella es la persona con la quiero estar en mi vida. Daría todo por ella, mi vida, mi reino, mi castillo. Me arrodillaría por ella, siempre ella, siempre será ella. Y lo curioso es que no sé cómo me enamoró, tal vez porque me decía mis verdades, tal vez consideraba pegarme, pero... yo hacía eso con ella. Ella blando mi corazón. A ella es lo que quiero en mi vida, para siempre.

Al verla podía ver su hermosa sonrisa, viéndome, no me haré ilusión que le brillan los ojos a verme, sería mucho para mi avaricia. Moví mis ojos a un lado para ver si no había una persona atrás de mí, por lo cual ella le brillen sus ojos, pero no había nadie.

-Reina Romina. - iba a ser una reverencia, pero la detuve.

-No hagas eso, ya no más formalidades. - la iba a abrazar, pero había muchas personas viendo, la verdad no me importaría que me vieran con ella, sino que enemigos se pueden meter al castillo y pueden ver que Ashley puede ser mi debilidad. -Me alegro que estes bien. - vi a un guardia. -Baja sus cosas y llévalas a su nueva habitación. - cerca a la mía. -Rápido.

Toda la felicidad que tenía a verla, se esfumo cuando vi bajar a...

-Romina.

-Augustus. - antes su compañía me agradaba, hasta que escuche que él quería matarme, por supuesta traición que nunca hubo, cabo aclarar.

-Tan bella como siempre. - solo sonreí.

-Ashley de seguro estás cansada, ve a tu cuarto. Te prepare una sorpresa.

-Gracias, pero...

-Guardia, lleve a la señorita Ashley a sus nuevos aposentos. Ahora. - creo que lo capto después de cambiar mi voz a una amenazadora.

Cuando vi que se habían alejado tanto para no escucharme, hablé. -¿Qué quieres? ¿Necesitas algo? ¿Un nuevo rumor para que me quiten la cabeza?

-Matrimonio. - me quede helada.

-¿Qué?

-Hay rumores que no puedes controlar a los protestantes, yo soy un protestante.

-Debería de enviarte a que te ahorque. Estás en un reino católico.

-Pero, hay protestantes, no puedes hacer nada contra ellos. Necesitas a un esposo.

-No.

-Romina, si no es Isabel que te ataque, será los protestantes.

-Lo consideraré, pero no será contigo.

-Soy el único a que conoces perfectamente bien.

-No, de hecho, jamás te conocí, después de esa traición.

-Lo tenía que hacer... mi reino...

-Yo te di mi cuerpo, para que...

-Mi padre me obligo. - me calle. -Descubrió nuestra aventura y por un leve momento te llegue a amar. Te quería, e hice todo para que el Vaticano no se enterara. Imagínate eso, que... el príncipe se acostaba con una reina. Pff, sería algo feo para ti, tú eres una reina, yo era un príncipe.

-Si me vuelves a traicionar, diré que mataste a tu padre.

-Tal vez por eso me gustaste. Estaré aquí algunos días, ¿no hay problema?

-No. - mire a otro guardia. -Guardia, llévalo en donde estaba Ashley, antes. Espero que disfrutes de está estadía. - di mi sonrisa más falsa. -Ahora, me retiro. Tengo cosas que hacer.

-Que tengas un excelente día.

-Espero que tu aposento sea de tu agrado.