Spy x love ♥︎

Capítulo 21

—"¿Spy x love?" —pregunta una chica de cabello rosa, levantando una libreta del escritorio de Damián—. ¿Qué es esto? —se pregunta a sí misma.

Al empezar a hojear nota que se trata de un escrito de Damián cómo un diario personal, pero dirigido especialmente a Anya.

La chica no puede creer lo que está leyendo. ¿El mismísimo Damián Desmond? ¿Aquel chico tan orgulloso que jamás se rebajaría a andar con una plebeya le estaba dedicando un manuscrito?

No habían palabras para describir la rabia que sentía, pero no tenía más tiempo para seguir leyendo. Había escuchado cómo los pasos de alguien se acercaban a esta habitación de los dormitorios. Por lo cuál colocó la libreta entre una enorme pila de libros que se encontraban en un librero. Parecía que no habían sido leídos desde ave largo tiempo.

—¿Anya? —pregunta, la voz de Damián.

No obstante, en cuánto ella se voltea nota que no se trata de su chica pelirosa, sino de otra chica.

—¿Seymolir? —vuelve a preguntar, llamandola por su apellido. Mostrándose sorprendido ante la chica que tiene enfrente—. ¿Cuándo te teñiste el cabello? Del color de el de Anya, además hasta usas los mismos accesorios en el cabello. ¿Estás tratando de imitarla?

—¿No recuerdas cuándo me lo teñí?

—No.

—Es normal, perdiste la memoria. Me enteré de eso. —Suspira, tomando una caja cuadrada envuelta en papel para regalo—. El día de ayer no pude asistir a tú fiesta, mi padre estuvo ocupado, por eso te traje este obsequio en compensación. Gracias por invitarnos.

—Seymolir, gracias pero no era necesario —responde, tomando el obsequio—. Ahora ¿Podrías salir de aquí? Si te ven aquí esto podría mal interpretarse.

—Cómo tú quieras —accede, sin protestar. Saliendo de la habitación.

[...]
Damián.

Una vez que esa chica se ha marchado me decido a vestirme con el uniforme de académico imperial. Quiero hablar lo antes posible con Anya. Ella dijo que hoy hablaríamos. Espero que no haya sido mentira.

Antes de salir de mi habitación abro la caja que Seymolir me ha traído, noto que es un pequeño oso de peluche. Vuelvo a taparla y salgo de mi habitación. Se lo agradezco, pero no tengo tiempo para eso.

—¿Lord Damián? —pregunta Ewen—. ¿Se incorporará ya a clases desde hoy?

—Sí, no quiero perder tiempo.

—¿Gusta que lo ayude a ponerse al día con las clases?

—Me harías un enorme favor, pero más que eso... —Doy un profundo suspiro—. Quiero saber la verdad ¿Yo realmente aposté con Emile?

—Le dije a ese chico que dejara eso en el pasado —balbucea.

Eso sólo me hace comprobar que sí, esa apuesta realmente existió.

—¿Soy un patán no? —pregunto, demostrando una sonrisa triste.

¿Cómo pude llegar a hacerle eso yo a Anya? ¿Por qué lo hice? Me avergüenzo de esa persona que fuí.

—No, lord Damián. Usted no quería apostar, lo que sucedió es que Emile descubrió que nos mintió al ver a Anya a escondidas y negar su amor por ella, pero eso lo hizo porque no quería interferir entre los sentimientos que él tenía por ella. Pero Emile puso en una balanza todo, a quién ella aceptara como novio se quedaría con ella y el otro seguiría siendo amigo del ganador. Eso para no romper la amistad. Además por celos llegó a caer en la tentación de aceptar la apuesta. Usted no apostó de mala intención él lo provocó, en cambio Emile...