Capítulo 04

3.9K 285 172
                                    

Damián.

—Sí. —Es la respuesta que Anya dá ante lo que digo. ¿Acaso esperaba que se negara?

Quizás, hubiera sido interesante que presumiera como el mismísimo Damián Desmond había estado en su casa e incluso la había ayudado, cuando su perro estuvo en peligro.

No dije ningúna palabra más, sólo decidí darle la espalda caminando en dirección a los dormitorios.

No puedo evitar recordar el momento en que Anya se quedó dormida en la veterinaria. Estuvo a punto de caer pero la sostuve, dejé que se apoyara en mi hombro, tuve que batallar para no dormir también por la tranquilidad que me transmitía. Lo único que me mantuvo despierto fué que el veterinario me entregó a Bond, dijo que mi novia ya podía estar tranquila por el momento. Por alguna razón no negué que lo fuera, no obstante la realidad es muy diferente.

—¡¿Lord Damián?! —exclaman Emile y Ewen al verme en la sala de los dormitorios.

Ellos ya están vestidos, yo en su lugar debo estar hecho un desastre.

—¿P-porque viene en esas condiciones? —cuestiona Ewen.

—Parece que no hubiera dormido nada en toda la noche —agrega Emile preocupado.

—Al parecer me excedí con estudiar, pero me sirvió de mucho —comento acariciando mi nuca—. Ahora me iré a preparar o no estaré listo para los exámenes.

—Hoy varias chicas se quedarán extrañadas por su aspecto mi Lord —bromea Ewen.

—Estamos en exámenes, no todos los días puedo lucir tan perfecto como siempre —respondo riendo.

Ellos dos ríen mientras yo me dirijo a mi habitación. Al verme al espejo compruebo que en verdad estoy echo un desastre, igual no es como que me importe lo que opinen las demás, la única chica que me importa ya me vió así y aúnque esté en estas condiciones joder, ha sido el mejor día de mi vida. Nunca imaginé pasar tanto tiempo a solas con Anya, la amo, definitivamente la amo

Treinta minutos más tarde vuelvo a la sala recién vestido y duchado. Emile y Ewen ya no están pero en su lugar han dejado una lata de energizantes, estos chicos...

Luego de beber el contenido de la lata voy directo al salón de clases. El profesor aún no ha llegado, Emile y Ewen me guardan mi lugar habitual. El salón parece tranquilo y en silencio a excepción de Becky y Anya las cuáles parece que llevan toda una vida sin verse pues sus conversaciones son interminables.

—Desde muy temprano armando alboroto —comenta Emile observandolas.

—Esas dos no saben cuándo callarse —asegura Ewen viendo en su dirección.

—¿Creen que hayan estudiado? —interroga Emile.

—Anya trae ojeras —señala Ewen—. Cómo Lord Damián pero a diferencia de él, ella seguramente se ha quedando viendo sus películas raras.

Ambos chicos ríen, ninguno de ellos está en la razón, la preocupación de Anya por su perro le trajo esas consecuencias y seguro su rendimiento en los exámenes de hoy se verá afectado.

—Igual —murmura Ewen—. No se puede negar que ambas chicas son lindas a cierto punto ¿No les parece?

—Es más linda Anya que Becky —dice Emile apoyando un puño en su mejilla.

—¿Estás ciego? —le reprende Ewen en voz baja—. Blackbell es preciosa.

—¿Qué opina usted? Lord Damián —me pregunta Emile.

—He visto chicas mas hermosas —susurro—. Ellas no son la gran cosa, es más linda la hija del vicepresidente —miento.

Anya no tiene comparación, al menos no a mis ojos. Pero también observo cómo Emile la vé, está comprobado que se siente atraído hacia ella.

Spy x love ♥︎ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora