Spy x love ♥︎

Capítulo 08

Anya.

¿Qué hace aquí la jefa de papá? Se supone que los espías tienen prohibido cualquier tipo de relación innecesaria, además al estar en este lugar es un blanco fácil para la policía secreta, podrían descubrirla.

Me dí la vuelta volteando a verla, luce un abrigo color rojo que llega hasta las rodillas, pantalones negros acompañados con botones del mismo color. Su cabello es del color del de papá, además usa anteojos negros.

—No sucede nada, señora —escucho que dice segundo tras de mí—. Sólo es una pequeña discusión, no interfiera.

—¿Cómo no puedo interferir? Esta chica está llorando.

—Ya se me pasará —contesto pasando mis manos bajo mis pupilas, en ese momento ella me acerca un pañuelo.

—¿Quieres que te lleve a casa?

—Sí, por favor —contesto sin dudarlo.

—Ella no se irá de aquí con una desconocida, yo la llevaré —espeta Damián, volteo a verlo breves segundos pues se da la vuelta rápido empezando a caminar en dirección contraria—. ¡Más vale que no te muevas de aquí Forger! Regresaré de inmediato.

Lo veo retirarse sin esperar una contestación, doy un suspiro y volteó a ver de nuevo a la jefa de papá.

—Gracias por el ofrecimiento, pero ya lo escuchó. —Me encojo de hombros y en esos momentos ella se quita los anteojos—. ¿Forger? ¿Tú eres Anya Forger?

—Sí, ¿Quién es usted? —interrogo, hago una expresión de curiosidad, a pesar de que sé quién es.

—Sylvia Forger. —Extiende la mano hacía mí, demostrando una sonrisa—. La hermana mayor de Loid Forger ¿Es tú padre no? Me comentó que su hija estudia en la prestigiosa académia Edén.

—Sí, yo soy Anya Forger. —Tomo su mano dándole un leve apretón—. ¿Tengo una tía y no lo sabía?

—Estoy de visita en este país, en realidad hace mucho que no hablaba con mi hermano porque no sabía que estaba vivo. Fuimos separados en la guerra, él se quedó con nuestra madre y yo viajé con nuestro padre, luego pasó todo el incidente cuando estalló la guerra y perdimos total comunicación.

—Entiendo señora, ¿Vendrá a nuestra casa? —Ella suelta mi mano y asiente.

—Sí, hablamos con tú padre acerca de que esta noche asistiré a una cena. Él se encargará de avisarle a tú madre que iré, si tú quieres vamos a tomar un café y responderé todas tus dudas.

—Me encantaría, pero dudo que a Damián le guste esa idea —bajo la voz al notar que se acerca de vuelta—. Y lo mejor será no decirle que usted acaba de integrarse a nuestras vidas, sino eso levantará sospechas.

—Lo entiendo. Entonces te haré caso, Anya.

—Gracias, tía Sylvia.

—Estoy de vuelta —anuncia segundo, se acerca hasta tomarme de la muñeca jalandome leve—. Vamos, te llevaré a casa.

—Es una lástima —comenta Sylvia—. Creí que podríamos salir a tomar un café los tres, pero llevar a mi sobrina a casa es prioridad, a pesar de las peleas hacen una hermosa pareja.

Segundo se detuvo en seco al escuchar esas palabras, al observar a su rostro puedo notar que se torna completamente sonrojado.

«¿Sobrina? ¿Ella es su tía? Un momento ¿Dijo que hacemos una hermosa pareja? ¿Acaso Anya le dijo que soy su novio? Claro, esa seguro fué la única manera de justificar nuestra discusión.»

—Si usted gusta, —balbucea segundo—. Vamos a tomar un café los tres. Luego la llevaré a su casa, ¿Que clase de novio sería si no la acompañara?