Capítulo 20

2.8K 377 45
                                    

—Y ese señor dijo que era alcohólico desde los veinte años, después de que su hermano gemelo hubiese muerto en un accidente.

—Oh, ¿y se está recuperando?

—No lo sé —Omi dijo mientras doblaba—. No sé mucho sobre sus vidas, quizá el jueves que viene me cuentan un poco más.

—¿Y tú contaste algo?

—Lo principal —Omi termina estacionando—. Pero la mayor parte del tiempo me dio vergüenza hablar, me sentía nada.

—Todos los problemas valen igual —Atsumu suspira, abriendo la puerta del auto—. ¡Ah, está helado!

—Exagerado...

Cuando salen del auto, Atsumu se pega a Omi, excusándose de que tiene frío. Este no se queja, solo rueda los ojos y lo atrae a él, acariciando su brazo.

—Bien, ¿primero que vamos a ver?

—Según mis cálculos, el bebé nace en mayo, o sea que podríamos ir comprando ropa de verano porque estaría más barata —Omi sonríe ante eso—. Somos ricos e inteligentes.

—Seguro —Toma su cintura, comenzando a caminar mejor.

—Y la ropa de invierno la podemos ver más adelante.

—Está bien.

—Podríamos también ver los precios de las cunas y todo eso —Atsumu sigue hablando y Omi desvía la mirada, observando a su alrededor—. Oh, me olvidé de contarte, mi madre quiere que la vayamos a visitar.

—¿Por qué?

—No lo sé. Quizá quiere hablar conmigo sobre el embarazo —se encoge de hombros—. Tengo la sensación de que me va a matar y me dirá que soy una vergüenza para nuestra familia —pone los ojos en blanco—. Como me dijo por llamada.

—Bueno, cuando diga algo como eso frente nuestro, nos vamos y listo, pero deberíamos darle una chance... para defendernos.

—Siempre que le doy una chance, ella lo arruina, Omi-kun.

—Quizá esta vez no.

Cuando Kiyoomi entrelaza sus dedos con los de él, Atsumu solo asiente y desvía la mirada, comenzando a observar las tiendas de su alrededor. Ve ropa de todos los tipos, al igual que zapatos y mascotas.

—Oye.

—¿Si?

—¿Nuestro bebé tendrá mascotas?

—No lo sé, quizá sí.

—Un perrito suena bien.

—Pero no debería ser tan grande porque vivimos en departamentos —Omi acota mientras Atsumu tira de su mano para acercarse a una vitrina.

—Un perro como el de Hinata y Kageyama estaría bien.

Kiyoomi asiente.

—¡Mira esa ropita, Omi-kun!

Atsumu exclama con una sonrisa. El pelinegro lo ve y ríe. Luce tan emocionado que le da ternura. Lo que lo asusta un poco, pero el teñido no nota esto, simplemente tira de su mano y abre la puerta, entrando al local.

—Compremósle ropa —dice sin pensarlo y Kiyoomi lo detiene.

—No sabemos si es un niño o una niña.

—Número uno: Le compramos cosas de colores neutros. Y número dos; Es un niño.

—¿Cómo lo sabes?

—Hace tres meses está formándose adentro de mí.

Kiyoomi no puede evitar reír ante la mala mirada de Atsumu y termina asintiendo, dejando que lo arrastre hacia la sección de ropa para recién nacidos. El pelinegro piensa que soltará su mano, porque va a ver entre la ropa, pero se sorprende cuando comienza a hacerlo con la que está libre. Omi se sonroja inconscientemente, avergonzándose bajo su cubreboca, y piensa que quizá está haciéndose demasiado la cabeza.

The Baby and The Sugar Baby | Sakuatsu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora