Capítulo 15

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—Omi volvió a casa.

La pelota cae entre Bokuto y Hinata, debido a la noticia, el mayor no pudo pasarla correctamente y le quedó un pase excesivamente corto.

Los último días de verano deben ser aprovechados según Hinata, así que tomó a su novio y se fueron en auto a buscar a sus dos amigos, los cuales estaban en su casa haciendo nada. No vieron a Kiyoomi adentro de esta porque estaba en el psicólogo.

Atsumu no sabía cómo decirles sin causarles un infarto pero tampoco esperaba la opinión de los dos. Decidió decirlo cuando estaban en el parque; él sentadito en una manta —Bokuto le prohibió hacer esfuerzos durante el embarazo, lo que significa nada de vóley— y sus amigos haciendo pases, charlando temas triviales. Kageyama, el novio de Hinata, no estaba porque debía ir a trabajar. Casi nunca lo veían con el pelinaranja, a decir verdad.

—¿Qué dijiste? —Bokuto lo mira, indignado.

—Que Omi volvió a casa —repite mirándolo—. Vino a mi departamento, hablamos y... Eso. Regresó.

La mañana en la que se quedó a comer no hablaron exactamente del problema. Omi tímidamente hizo preguntas; cómo se encontraba el bebé o si había tenido náuseas o síntomas del embarazo. El tema nunca se trató y hace dos días están juntos, elevando la ansiedad de Atsumu porque quiere hablar pero tampoco encuentra el mejor momento para hacerlo.

—Por eso se fue el hijo de puta —Hinata murmura—. Me dijo que ya había encontrado dónde quedarse, ¡qué desgraciado! —chilla.

—¿Estuviste viviendo con él? —Bokuto ahora mira sorprendido a Hinata. El pelinaranja asiente suspirando—. ¿Por qué todos lo aceptaron a pesar de lo que hizo?

—Porque lo hablamos con él. Básicamente va a dejar de beber por el bebé y yo —Atsumu explica cortamente.

—Dice... ¡Dice eso desde que nos enteramos que ibas a tener un hijo con él! —exclama sin poder creérselo. Atsumu suspira—. ¿¡En serio le creerás, Tsum-Tsum!?

Asiente lentamente. Hinata se hace a un lado, apretando sus labios. Bokuto no puede creer lo que está escuchando: Después de tantas noches llorando por Kiyoomi, el teñido decide perdonarlo como si nada. ¡Se siente tan molesto ahora! Está decepcionado de su amigo.

—No puedo más. Me voy —Niega, tomando su bolso.

—Bokuto, espera...

—No —Frunce su ceño—. Es inútil hablar contigo, ¡¿por qué no te acuerdas de todas las noches que lloraste por él!? Esto es increíble, ¡en serio!

Y comienza a alejarse, sintiendo su cabello bajar. No quiere hablar con Atsumu porque saber que el teñido volvió a caer en las palabras de Kiyoomi lo pone triste. ¡Su amigo es tan iluso!

Atsumu se levanta para seguirlo pero Hinata niega, tomándolo del brazo.

—Déjalo irse. Ahora está molesto.

Es rápida la manera en la que la tarde se arruina. Cuando Atsumu regresa a su casa, no se sorprende al ver a Kiyoomi limpiando los muebles. Más de una vez han discutido por eso, incluso cuando no vivían juntos, las disputas eran por eso mismo. No es como si fuera un sucio, pero limpiar los muebles todos los días no es normal.

—Oh, regresaste.

—Sí... Y tú sigues limpiando —suspira, cerrando la puerta—. En serio, Omi-kun, esto no es normal.

—Déjame.

Deja las llaves sobre la mesa y se despoja de su abrigo. Luego se deja caer en el sofá y observa al pelinegro limpiar la inexistente suciedad de la pantalla del televisor.

The Baby and The Sugar Baby | Sakuatsu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora