Capítulo 29 (Final)

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—Hola, mi hijo va a nacer. ¿Podrías llamar al doctor Kashima?

La secretaria y la enfermera frente a él lo miran confundidas. Meian está atrás de Atsumu, con Akira tomando su mano y Hikari en sus brazos. Ha llamado a Omi pero este todavía no le contesta.

—¿Estás... seguro? —pregunta la enfermera.

—Sí.

—No parece —La enfermera dice.

—Pues así es.

La mujer se acerca a él con mala cara.

—Bien, no creo que estés por tener a tu bebé. Déjame hacerte unos estudios, ¿si?

De mala gana acepta. ¡Él está diciendo que va a tener a su bebé, ¿por qué no le creen?! Son todos unos idiotas en este hospital...

—Doctor Kashima, necesitamos que venga de urgencia porque su paciente, Atsumu Miya, tiene seis de dilatación.

Se ríe cuando escucha a la enfermera llamar nerviosa a su médico. Meian sigue mirándolo confundido, marcando el número de Omi, quién está terminando de entrenar y no agarra su teléfono hasta que sale de la cancha, limpiando su sudor con una de sus toallas.

—¿Meian? —Omi frunce su ceño—. ¿Por qué no estás aquí?

—¡Tu hijo va a nacer!

—¿¡Qué!?

Debido a su grito, todos en el equipo se detienen y lo observan preocupados.

—¡Ven al hospital, Atsumu ya entró al quirófano!

Y la llamada se corta.

Kiyoomi mira al grupo en silencio.

—Omi, ¿qué pasó?

—Naori... Naori va a nacer.

Y para qué lo dice. El equipo comienza a exaltarse, tomando sus cosas rápido porque quieren ver a Naori nacer justo como su padre. Incluso Samson, quién ofrece su camioneta para llevar a cinco de ellos. Obviamente, contando a Kiyoomi, quien esta vez no se ha ido en auto porque Bokuto lo pasaba a buscar.

Lo malo es que, el lugar donde entrenan, queda a treinta minutos de la ciudad y el hospital, a quince minutos. Tardarán casi una hora en llegar, así haciendo que los nervios de Kiyoomi lleguen hasta el cielo. Está tan nervioso que siente que se va a desmayar. En el auto no puede dejar de mover su pierna o de morder sus uñas, ganándose golpes por parte de Hinata, quien va atrás mientras llama por teléfono a Kageyama.

Y Bokuto también está a su lado, igual de nervioso que él. Que Atsumu vaya a tener a Naori lo hace querer gritar; hay emoción y alegría pero a su vez hay temor y ansiedad. Sabe que los embarazos masculinos hacen sufrir hasta el final, hasta que el bebé no está en los brazos de la persona, el miedo sigue intacto debido a sus riesgos y aún así, aunque Atsumu haya tenido un embarazo increíble y envidiable por estar tan sano, todavía siguen habiendo riesgos. Siempre los hay.

Mientras tanto, en el hospital, Meian ya está llamando a la madre del teñido, mientras que sus hijas están a su lado, cargando el bolso materno con la ropa de Naori, unos pañales, toallas y ropa extra para Atsumu. Hidori le dice que ya está en camino, yéndose en un taxi con Hana y Reiya.

¿Y Atsumu?

Bueno...

—¿¡A dónde está Omi!?

—En camino. Cálmate, imbécil.

Osamu está a su lado, viendo como la enfermera le hace señales a Atsumu para que respire. Las contracciones empezaron, qué molestas. Se pone histérico.

The Baby and The Sugar Baby | Sakuatsu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora