Maratón 1/2
30 de noviembre, Polonia VS Argentina
JAZMÍN.
Me levanté temprano esa mañana, ansiosa como todos los días en los que se iba jugar algún partido importante.
Los chicos habían ganado y avanzaron un escalón más, sin embargo eso no nos aseguraba la victoria todavía. Hoy debían definir su destino, sí le ganaban al equipo de Polonia, pasarían al grupo de octavos de final, lo que sería absolutamente grandioso. Yo tenía mi fé puesta en ellos, desde siempre. Argentina era mí país, valioso para mí. Y las personas que más me importaban jugaban allí; Enzo, Juli y... bueno, Emiliano.Ay, Emiliano
Podía decir con seguridad, que cada vez que pensaba en el, me sentía más enamorada. Pero no quería lastimarme en vano, pensando cosas que no eran. Digo, el había terminado hace poco una relación y sé que como persona madura, el no estaba listo para nada todavía. Yo no quería abrumarlo.
Sin embargo, las palabras que dijo ayer a la reportera, todavía seguían en mí mente. En un futuro ¿Quién sabe?
Así es, Emiliano. Quién sabe si algún día tu maldito corazón se vuelva loco por mí. Yo lo veía imposible.
. . .
El día pasó tan rápido, que casi no lo noté. Hoy era uno de esos días donde los chicos no tenían tiempo para nada, ni siquiera para sus familias. Lo que era completamente entendible, necesitaban estar concentrados.
Juli y Enzo se marcharon temprano, como a las siete y sabía que entrenarían hasta el mediodía. Lo que era completamente cansador.
Valentina y yo comímos en el cuarto, junto a Olivia. No esperamos a los chicos porque ellos comerían allí en el estadio y luego descansarían, para prepararse para el partido.
Más que entrenamiento, Scaloni quería probar sus estrategias de juego, aplicarlas en la vida real antes del gran partido. O eso me había dicho Enzo.En la tarde, charlé un poco con mamá y papá, y con mis hermanos. Les comenté sobre lo grandioso que era estar aquí y que esperábamos ganar. Y como era de esperarse, tocaron el tema de Emiliano.
—Ahora que tu papá se fue al baño —dijo mamá, con una sonrisita divertida— Decíme, ¿Qué es ese chisme de que vos enamoraste al arquero de la selección? Contá.
Me sonrojé notablemente y Valentina, que estaba en la otra cama, soltó una risotada para luego seguir peinando a Olivia. La estaba preparando para la noche, ya que el partido se celebraría a las diez.
Ahora eran las seis y media, enseguida comenzaríamos a prepararnos.
—Es solo eso, chisme —negué, avergonzada. E inevitablemente la carita de Emiliano apareció en mis recuerdos.
Lo extrañaba mucho, y eso que solo ayer lo había visto por última vez. Pero hoy en serio la selección tuvo un día muy ocupado, y eso era muchas veces una cara de la otra moneda que los familiares de la selección no contaban. Había veces en los que compartíamos con los chicos y otros días ni siquiera le veíamos la cara.
Tampoco tenía el número de Emiliano, para saber de el. Ni mucho menos lo visitaría al cuarto o al estadio, eso solo daría de que hablar. Y ya toda la selección nos había echado el ojo, vigilándonos.
Y Kuni, ja, el Kun ni se díga. Ese estaba pendiente de nosotros como si fuéramos una telenovela. Era molesto y a la vez gracioso. Pero así lo queríamos.
—Pero te gusta, hija —mi mami me conocía demasiado bien, eso aveces no me gustaba, no me convenía.
—Nada que ver ¿por qué lo decís?
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Fugaces | Dibu Martinez (TERMINADA)
Fanfiction>> Ella se enamoró primero, pero el se enamoró más fuerte. << Jazmín Fernández era la menor de cinco hermanos. Con 20 años, era la favorita y la protegida de Enzo Fernández, su hermano mayor y conocido jugador profesional de la selección de Argentin...