26: El Obelisco

11.9K 887 524
                                    


JAZMÍN.

Dormir como dos horas no era bueno para la salud y pondría de mal humor a cualquiera, pero habíamos salido campeones del mundo y lo que menos le importaba a la gente era dormir. Cuando me desperté, para acomodar las valijas, yo seguía escuchando gritos y festejos. Algunos ni siquiera se habían dormido al parecer.

—Dale Emi, levantáte —le insistí, sacudiendo su gran cuerpo— Vas a perder el avión.

Pensé que nos quedaríamos un día más, pero no, en Argentina todos estaban ansiosos por ver a los campeones del mundo. Además, habían jugadores que tendrían que volver a sus clubes dentro de pocos días así que lo mejor era volver ya. Les esperaba un largo viaje de 22 horas desde el aeropuerto de Qatar hasta Argentina.

—Ya me levanté —dijo con voz ronca, sentándose en la cama— Me duele la ca...

No lo dejé terminar y le pasé un vaso con una pastilla para que se le pase la resaca, Emi me miró agradecido.

—Dale, tomá eso y a mover el culo —continué guardando todas mis cosas en mi mochila. Tendría que pasar a la pieza de Enzo para recoger ropa y esas cosas. Debíamos apurarnos.

—Que tierna que amaneciste che —dijo sarcástico, bebiendose el vaso de agua con la pastilla. Después se levantó y se dirigió al baño para asearse.

Me reí, poniéndome la mochila en la espalda.

—Te amo con todo mi ser, pero si llegás a perder el vuelo Scaloni te va matar y toda Argentina también, campeón —antes de que se meta al baño, le dí una nalgada.

—Hey —se quejó, riéndose— Nos vemos en el campus.

—Chao —casi corrí fuera de la habitación, apresurada.

Llegué a la pieza que compartía con Enzo y Valu. Claro que los dos dormían junto a Oli así que les desperté de forma más suave, para no despertar a Olivia. Ellos se levantaron rápido y comenzaron a recoger las pocas cosas que tenían, pues un par de días atrás ya habíamos guardado todo en la maleta, era cuestión de llevarlo a Campus.

Salimos de la habitación y Enzo miró con cierta nostalgia la pieza, antes de apagar la luz y salir. El llevaba nuestras maletas y yo lo ayudaba, mientras Valu llevaba en sus brazos a una Oli dormida y en pijama.

—Buenos días, buenos días —saludé cuando llegamos al campus. Casi todos estaban ahí, algunos aún seguían con el uniforme de la selección pues se habían quedado festejando toda la noche.

—Son las tres de la madrugada —se quejó Juli, sentado en una banca y casi durmiendo contra su maleta. Emilia le acariciaba el pelo, negando con diversión.

Eran pocas las familias que viajarían en el avión de la selección. Creo que solo Emilia, Valu, Ori y yo. Porque las demás mujeres se irían en otro avión con las familias en unas horas. Lo primordial era que la selección llegue a Argentina lo antes posible.

—Che, y a vos que te pasó —le pregunté al Cuti, al ver que tenía el ojo morado.

Leo soltó una risa, probablemente recordando algo que yo no sabía. Anto no lo acompañaba, así que supongo que ella se iría en otro avión después.

—Nada, me caí por ahí —le restó importancia, sonriendo con inocencia.

Miré a Leo, que se reía junto a Kuni borrachín.

—Tienen que contarme el chisme.

—En el avión te vamo' a conta' —asintió Leo y miró a Kuni— ¿Vos venís con nosotros verdad? En el avión, digo.

Fugaces | Dibu Martinez (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora