31: Vino y Helado

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JAZMÍN.

Mudarme a Inglaterra era emocionante y a la vez aterrador. Tenía sus ventajas y desventajas.

Ventajas; me mudaría a Londres, donde podré ver a mí hermano, a Valentina y a Olivia de nuevo. Todos los días.
Tendría una oportunidad excepcional de trabajo con Storm.
Además, estaría a tres horas de la ciudad donde Emi vivía.

Desventajas; Emi y yo ya no estábamos juntos. Lo que podría convertir éste viaje en un completo caos.

—Primero mí hijo se me va a Inglaterra y ahora mí chiquita —mamá estaba sentimental. Únicamente ella y papá habían venido al aeropuerto a despedirme. 28 de enero, hora de marcharme.

—No te vayás a preocupar, ma —besé
su frente— Yo voy a estar re bien, además va estar Enzo y su familia.

Era una cosa del destino que Enzo haya firmado contrato con el Chelsea, mudándose a Inglaterra. En el momento justo que yo. La verdad es que aveces la vida parecía quererme mucho.

—Te vamos a extrañar, Chiqui —cuando mamá se apartó, papá me abrazó, con una sonrisa de orgullo en la cara— Andá a cumplir tus sueños y cométe al mundo.

—Eso voy a hacer papi —por último, ambos me abrazaron y me besaron la frente.

—Por ahí si tenes la oportunidad, no dejés escapar al campeón del mundo eh.

Papá me guiñó el ojo.

—¡Raul! —mamá le pegó en el brazo, regañándolo.

Me reí, sonrojada.

—Dejá, mamá —finalmente me despedí, mi vuelo estaba a punto de despegar— ¡Chauuu!

Cuando intenté irme, una persona más apareció en medio de mis padres. Era Gema, que se veía tan alta y sofisticada al lado de ellos. Sonrió divertida y se sacó las gafas de sol.

—Señores Fernández —saludó y llegó hasta mí, de brazos cruzados— ¿Te vas tan pronto? ¿A que destino te mandó Storm?

—A Inglaterra —le comenté, tímidamente. Gema no paraba de sonreír y aquello me pareció sospechoso, sumamente sospechoso— Pero... vos ya lo sabías. ¿No?

—Sí —asintió, sin borrar su enorme sonrisa burlona— No te vayás a ofender con lo que te voy a decir. Iban mandarte a Italia, a una empresa que no me gusta mucho, no suelen valorar a las modelos. Hablé con la dueña de Storm, es mí conocida y pueeede que le haya dicho que le vendría bien tenerte en su sede principal, en Inglaterra.

Abrí mí boca en o y la miré sorprendida.

¿Gema había hecho eso? ¿Por qué?

—¿Qué? ¿Y por qué hiciste eso?

—¿No es obvio? Quería que estés al lado de tu hermano —sonrió con inocencia— Vamos que vas a perder el vuelo.

Comenzó a caminar y la seguí, aún sorprendida.

—Al lado de mí hermano, ajá —ni siquiera se había anunciado públicamente que Enzo iría al Chelsea— Mentirosa.

—¿Entonces por qué sería?

—Gema, quisiste mandarme directo a
Emiliano —la miré con los ojos entrecerrados.

Gema detuvo su caminata, cuando nos formamos en la fila que me llevaría dentro del avión. Me aferré a mi bolso, nerviosa y confundida.

—Puede que sí —soltó una risita y me ofreció la mano— Con Emiliano, no me van a alcanzar los años para remendar todo el daño que le hice... pero al menos mandándote a vos con el, quizás podamos estar un poquito a mano.

Fugaces | Dibu Martinez (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora