Capítulo IV. ¿Y tu saco?

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Los pensamientos me invadían como gotas de lluvia por el cuerpo, bombas que estallaban en mi cabeza por todos los sentimientos que habían ocurrido, me sentía confundida, ¿esto era lo correcto?, ¿tener su aroma por mi piel era lo correcto?, ¿o de solo saber que el estaba en una relacion con la maestra que me toca en la siguiente clase?.
Se que soy joven y es parte de mi camino cometer errores, pero.. ¿Este error vale la pena?.

M.A

Sentía cómo el corazón se me saldría al ver a esa chica de 1,66 salir de la puerta donde ahora seria un paraíso de recuerdos al volver aquí, su cabello largo hasta la cintura y sus piernas delgadas, con ojos grandes y negros no me permitían encontrar algún error en ella.

Salí de mi oficina aun con la espalda temblando por recordar sus uñas recorriendo mi rostro y mi cuello, sus piernas en mi cadera y su aroma a primavera en mi camisa.

—Dios, si existes en una reencarnación, sin duda eres ella.

Mientras caminaba hacia mi clase una silueta se interpuso en mi camino impidiéndome seguir, mi mirada estaba en el suelo así que fue fácil distinguir aquella mujer con solo ver sus zapatillas de color vino , dirigí mis ojos a los de ella, esos ojos oscuros felinos como si estuviera apunto de cazarte y ese cabello naranjoso, la estatura de 1,59 y piel blanca ,Verónica.

-Ah...Hola Vero-Mierda, sentía que me pondría nervioso en cualquier momento.

-Hola...Cauich..mm- Verónica me miraba de arriba abajo como si estuviera buscando un nuevo detalle para discutir o armar un drama en el patio, no era la primera vez pero tampoco era de mi agrado.

Verónica y yo llevábamos casi los 3 años de relacion, si contara mi historia sobre como fue enamorarme de ella, seria escuchar el guion de una telenovela a un cuento de los hermanos Grimm, una mujer encantadora cuando la tratas al principio ,pero hasta los mismos alumnos comentan que su físico se queda corto con su verdadera careta, puedo decir que de todas mis relaciones al menos con ella no era la más buena, nos conocimos antes de entrar a la escuela, ella me sugirió como maestro para esta institución y poco a poco nuestra amistad fue evolucionando hasta tener una relación más íntima, bien se sabía lo de ella y yo; y tampoco era muy bien visto en la escuela pues aquella mujer tenía un carácter muy duro con la mayoría de personas, y muchas veces podría ser muy difícil conmigo.
Ella sospechaba de una chica.

Aunque tratara de ser frío, dos motivos tenía ,número uno para que Morgan no sospechara de mi y número dos para que Verónica dejara sus ideas de lado de mujer posesiva y celosa.
No quiero decir que no me gusten las mujeres así pero es abrumador recibirlo de una persona que ya no amas y estás seguro que ella ya no te ama , hace un par de meses me había enterado que Verónica estaba con otro hombre ,fueron semanas donde mi corazón parecía ser abrazado por un cactus, ya que ,a pesar de todo, en serio llegué amarla.

– Que gusto encontrarte aquí-trataba de disimular.

—Si claro como sea-seguía sin apartar sus ojos de mi vestimenta ,pero al instante supe que se había fijado en algo más... oh mierda, espero no me reclame por el saco—¿Dejaste de nuevo tu saco en la tintorería?

—Oh vamos, no empieces hacer preguntas tontas cuando no estoy de humor Verónica- no tenía muchas ganas de hablar con ella,menos de discutir

—Sólo es una pregunta ,tampoco te tienes que poner así- ella se giró para darme la espalda—más tarde te veo, resulta que yo tampoco estoy de humor para soportarte cuando te pones así.

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