Capítulo 16. Choque

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Cristhian

Logré admirar como aquella jovencita de mediana altura se alejaba del salón, se alejaba de mi.

Tenía el corazón acelerado , estoy seguro que había sido muy atrevido al acercarme de esa manera a ella, pero joder, esos ojos no dejaban de volverme loco, tenía ganas de besarla, pasar mis manos por su largo cabello y enredarlo con mis dedos, juntar mis labios sobre su cuello y con permiso de ella tocarla hasta debajo de la falda.

~¿Pero que carajos estaba pensando?~

Me di un golpe en la frente con la palma de mi mano y salí como pude de ese salón hasta llegar a mi oficina donde era el único lugar donde encontraba algo de paz para mi y mis pensamientos tan raros.

Después de unas cuantas horas las clases ya habían terminado , no me había topado más con Danny, aunque eso me daba un poco de tranquilidad también deseaba tenerla en todas mis clases.
Salí de la escuela con mi portafolios y mi cabello ya desacomodado por tantas veces pasé mi mano sobre él para calmar un poco la ansiedad.

El cielo estaba gris y cayendo pequeñas gotitas que avisaban una gran tormenta, seguro se dio cuenta de lo que me pasa.

Me subí a mi auto y lo encendí para dirigirme a mi otro empleo, trabajaba en un hospital público haciendo Análisis Clínicos, cuando estaba en la universidad mi padre me había obligado a estudiar la carrera de medicina, aunque nunca me gustó tuve que aceptar pues él era un tirano y como buen joven en aquel entonces era mejor evitar problemas con el, tuve que arriesgarme a estudiar dos carreras a la vez Técnico en A. C y Pedagogía para ser maestro en alguna preparatoria.

Llegué al hospital y como un día cualquiera hice mi trabajo, tenía en mente lo que ya meses atrás el director me había mencionado , el querer meter a un psicólogo a la escuela, suponía que eso tal vez mejoraría y sería de gran apoyo a alumnos con problemas.
Tenía grandes psicólogos en mente que trabajaban aquí en este hospital y que no les haría mal un trabajo extra y relajado como ese.

Al terminar mi turno y con ya un nombre en mano fui a buscar al único psicólogo que me ayudaría y quizás aceptaría.

Me acerqué a la puerta de su consultorio y toqué la puerta.

—Adelante- Escuché decir del otro lado, abrí y me adentré aquella habitación que era blanca, había dibujos en las paredes, un escritorio con una laptop encima y un sofá muy cómodo.

—¿Que tal Larsen..?
El me miró sorprendido y me sonrió amablemente.

—Buenas noches Cristhian, ¿En que te puedo ayudar?- Cerré la puerta tras de mí y me senté en el sofá vacío que encontraba ahí —No me digas.. déjame adivinar ¿Necesitas terapia?

Di un brinco al escuchar eso
—¡No! ¡No!, ¡Para nada!, en realidad venía a darte una oportunidad.

—¿Oportunidad sobre que?- El terapeuta cambió su semblante a uno confundido

—En el instituto donde trabajo necesitamos a un psicólogo, cosas que necesita el director para.. eeh.. ya sabes, tú entiendes..

Me miró sin ninguna expresión

—No, no comprendo, ¿Me estás ofreciendo trabajo?

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