CristhianLogré admirar como aquella jovencita de mediana altura se alejaba del salón, se alejaba de mi.
Tenía el corazón acelerado , estoy seguro que había sido muy atrevido al acercarme de esa manera a ella, pero joder, esos ojos no dejaban de volverme loco, tenía ganas de besarla, pasar mis manos por su largo cabello y enredarlo con mis dedos, juntar mis labios sobre su cuello y con permiso de ella tocarla hasta debajo de la falda.
~¿Pero que carajos estaba pensando?~
Me di un golpe en la frente con la palma de mi mano y salí como pude de ese salón hasta llegar a mi oficina donde era el único lugar donde encontraba algo de paz para mi y mis pensamientos tan raros.
Después de unas cuantas horas las clases ya habían terminado , no me había topado más con Danny, aunque eso me daba un poco de tranquilidad también deseaba tenerla en todas mis clases.
Salí de la escuela con mi portafolios y mi cabello ya desacomodado por tantas veces pasé mi mano sobre él para calmar un poco la ansiedad.El cielo estaba gris y cayendo pequeñas gotitas que avisaban una gran tormenta, seguro se dio cuenta de lo que me pasa.
Me subí a mi auto y lo encendí para dirigirme a mi otro empleo, trabajaba en un hospital público haciendo Análisis Clínicos, cuando estaba en la universidad mi padre me había obligado a estudiar la carrera de medicina, aunque nunca me gustó tuve que aceptar pues él era un tirano y como buen joven en aquel entonces era mejor evitar problemas con el, tuve que arriesgarme a estudiar dos carreras a la vez Técnico en A. C y Pedagogía para ser maestro en alguna preparatoria.
Llegué al hospital y como un día cualquiera hice mi trabajo, tenía en mente lo que ya meses atrás el director me había mencionado , el querer meter a un psicólogo a la escuela, suponía que eso tal vez mejoraría y sería de gran apoyo a alumnos con problemas.
Tenía grandes psicólogos en mente que trabajaban aquí en este hospital y que no les haría mal un trabajo extra y relajado como ese.Al terminar mi turno y con ya un nombre en mano fui a buscar al único psicólogo que me ayudaría y quizás aceptaría.
Me acerqué a la puerta de su consultorio y toqué la puerta.
—Adelante- Escuché decir del otro lado, abrí y me adentré aquella habitación que era blanca, había dibujos en las paredes, un escritorio con una laptop encima y un sofá muy cómodo.
—¿Que tal Larsen..?
El me miró sorprendido y me sonrió amablemente.—Buenas noches Cristhian, ¿En que te puedo ayudar?- Cerré la puerta tras de mí y me senté en el sofá vacío que encontraba ahí —No me digas.. déjame adivinar ¿Necesitas terapia?
Di un brinco al escuchar eso
—¡No! ¡No!, ¡Para nada!, en realidad venía a darte una oportunidad.—¿Oportunidad sobre que?- El terapeuta cambió su semblante a uno confundido
—En el instituto donde trabajo necesitamos a un psicólogo, cosas que necesita el director para.. eeh.. ya sabes, tú entiendes..
Me miró sin ninguna expresión
—No, no comprendo, ¿Me estás ofreciendo trabajo?
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Hemmelig love
Teen FictionEn las páginas de "Hemmelig love" se despliega una cautivadora y dura historia de ¿amor? Tal vez... Una apasionada alumna es envuelta en un torbellino de emociones al descubrir que su corazón late al ritmo de un enigmático profesor en particular. Aq...