Cuatro años atrás.
Hogar infantil Daegu.
— ¿No quieres ir por un helado Yoonie? — Rosé que era la encargada de cuidarlos cuando iban a misa los domingos le preguntó cuándo él corrió hacia ella, una chica de cabello naranja que él nunca había visto a su lado mirándolo tan fijo que le cohibió.
— S-sí noona.
— Muy bien, Darla te llevará cariño — la pelinegra señaló a aquella chica un poco más alta que su noona, había estado observándolo con tanta insistencia que lo hizo apretar sus labios mientras enfocaba su propia vista en el suelo lleno de pasto a las afueras de la iglesia.
La chica tomó su mano y comenzó a llevárselo luego de acordar que lo regresaría al hogar en la noche.
— Sube niño — le había ordenado en un tono mucho más frío e intimidante que el que usó anteriormente durante la misa.
Realmente no se sentía muy cómodo subiendo al auto de alguien que no conocía, y más cuando no le inspiraba ni un poco de confianza o gentileza. Al parecer Darla se desesperó porque tomó su antebrazo apretándolo y metiéndolo en el vehículo con brusquedad.
La chica condujo durante mucho tiempo, o así lo sintió Yoongi quien se dedicó a mirar por la ventana sin poder reconocer ni un poco del trayecto. Cuando finalmente se detuvo no fue frente a una heladería como le había sido prometido, de hecho, estaban frente a una casa, tal vez la más grande y bonita que había visto en su corta vida.
La fachada era blanca y estaba rodeada por un jardín cercado con flores muy bien cuidadas, hubiera seguido detallándolas por más tiempo, pero volvió a ser jalado fuera del auto esta vez.
En menos de lo que su cerebro pudo procesar estaba sentado en un sillón igualmente blanco, con la mayor de pie a su lado, por sus expresiones él infería que estaba algo más que disgustada.
Nunca había sido sociable ni extrovertido, por lo que, aunque se moría por preguntar qué hacían allí, no lo hizo.
— ¿Qué me trajiste esta vez querida? — levantó la vista al escuchar esa voz, se trataba de un hombre demasiado alto para él, incluso mucho más que la chica, y también mucho mayor.
— Se llama Yoongi, tiene catorce años y tiene poco más de medio año de haber llegado — el hombre le miró minuciosamente, no era tan intimidante como Darla, pero aun así le daba miedo.
— ¡Perfecto! Alístalo, Bon-hwa llegará pronto — el hombre se fue, sus palabras lo dejaron confundido ¿Cómo que alistarlo? La chica nuevamente lo arrastró a otro cuarto y lo sentó en una cama, sin embargo, se alteró cuando ella intentó quitarle la camisa azul cielo que llevaba puesta, aferró sus brazos a la misma impidiendo que se la quitara cosa que hizo que Darla lo mirara con el ceño fruncido.
— Mira mocoso, yo tampoco quiero hacer esto, pero si no cooperas voy a tener que golpearte y no queremos eso ¿O sí? — negó un par de veces — bien, ahora quédate quieto.
Ese fue el peor día de su vida.
[...]
Dos semanas atrás
Se sorprendió cuando media hora más tarde los guardias volvieron a sacarlo de su celda con la excusa de que tenía otra visita. Al entrar a la sala vio a dos hombres un poco más altos que él conversando amistosamente.
En cuanto lo sentaron frente a ellos pararon la conversación, alzaron la vista y la centraron en él.
El pelinegro le extendió la mano mientras el de cabellos rosa le sonreía.
Correspondió su gesto como pudo.
— Un gusto Kim Taehyung, soy Kim Seokjin y mi colega es Hwang Hyujin.
— ¿Quiénes son ustedes?
— Su oportunidad de redención — el chico lo miró serio un par de segundos antes de sonreírle con gracia.
— Bueno, eso ha sido algo dramático Hyujin, pero es más o menos cierto dada su actual situación — al notar la mirada confundida del más joven Seokjin suspiró.
>> Verás Taehyung, Hwang es un psicólogo especializado en psiquiatría y yo soy un abogado penalista. Todos te han dicho que tu caso es imposible, pero aquí estamos para decirte lo contrario.
A decir verdad, el pelirrojo estaba incrédulo, no sabía si debería confiar en dos extraños. Aunque no es como si tuviera de dónde elegir, necesitaba el apoyo económico de sus padres y a pesar de toda la ausencia constante en su vida, no quería que dejaran de considerarlo su hijo.
Y sobre todo no quería ir a la cárcel por algo que técnicamente no fue culpa de él en primer lugar; vamos, él adoraba a Jungkook porque estuvo cuando ellos no estuvieron allí, y detestaba verlo con Min, pero no era realmente capaz de llevar acabo un secuestro por sí mismo y mucho menos un homicidio.
Jimin tenía razón en todo lo que le dijo la última vez que lo vio.
Aun así no estaba tan mal de la cabeza, ¿O sí?
— Pero, literalmente sólo me dieron dos opciones, ninguna muy alentadora ¿Mis padres los contrataron?
— Mm, digamos que esto es un favor para alguien a quien le importas — con esas palabras Taehyung supo que definitivamente no eran sus padres los responsables.
— Hablaré con la jueza del caso de Jeon. Por el momento no te puedo asegurar nada en cuanto a Min puesto que aún no hay muchos detalles concretos aparte del obvio acoso liderado por ti que de por sí es bastante incriminatorio.
>> Voy a necesitar que le digas todo lo que sabes con sinceridad a Hyujin y que dejes que él te evalúe en lo que yo hablo con la agente y la jueza, ¿Entendido? — asintió.
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Obsessed | JimSu
Fanfiction"𝓐𝓷𝔂 𝓸𝓫𝓼𝓼𝓮𝓼𝓲𝓸𝓷 𝓲𝓼 𝓭𝓪𝓷𝓰𝓮𝓻𝓸𝓾𝓼" // "𝓒𝓾𝓪𝓵𝓺𝓾𝓲𝓮𝓻 𝓸𝓫𝓼𝓮𝓼𝓲ó𝓷 𝓮𝓼 𝓹𝓮𝓵𝓲𝓰𝓻𝓸𝓼𝓪". Ellos le llaman acoso, yo le llamo amor. Historia ganadora en primer lugar de los starlight awards 2022 🥇 ★·.·'¯'·.·★ - ★·.·'¯'·.·★...