— ¡Qué sorpresa! Pensé que ya habrías muerto — Jimin pasó poco más de una semana sin ir a verlo por todo el trabajo que suponía jugar al gato y el ratón con Lalisa, además no le resultaba muy satisfactorio manipular a Yoongi si este ya había cedido casi por completo y hacía lo que le pidiera ya sea por temor o porque pensaba que realmente sentía algo por él.
El chico le miraba con ojos cansados, parecía que apenas podía mantenerse consciente y nunca le había visto tan demacrado.
Sin embargo, todavía podía joderlo un poco antes de que todo ese jueguito terminara.
— Vaya que te ves terrible — comentó con cinismo y algo de diversión mientras le sonreía. Le escaneó ligeramente notando las ojeras pronunciadas bajo sus ojos, las mejillas un poco más hundidas que la última vez que le había visto y la piel que tanto le gustaba se veía enferma.
Eso definitivamente no le agradó y torció su gesto sintiéndose muy disgustado de repente. Se acercó enseguida para desatar las muñecas ajenas y le alzó en brazos notando lo liviano que estaba.
— Todavía no estoy dispuesto a permitir que mueras, más te vale mantenerte consciente o te obligaré a estarlo y no va a ser muy agradable para ti.
Yoongi puso todos sus esfuerzos por mantenerse despierto, aunque mientras Jimin le daba un baño no pudo luchar más antes de desmayarse.
Al más alto no le sorprendió demasiado, al ver que respiraba se conformó con ello y decidió que definitivamente tendría que ir por suero y medicinas si no quería que muriese ese mismo día.
Luego de asegurarse de que estuviera aseado le puso un par de prendas que había sacado de su casa antes de secuestrarlo y lo recostó nuevamente sin preocuparse por atarlo, después de todo dudaba mucho que pudiera siquiera llegar a la puerta de la habitación en esas condiciones.
Salió del cuarto y bajó las escaleras rápidamente buscando ir y volver cuanto antes, sin embargo, el sonido de su celular lo interrumpió, alejó la mano de la manija de la puerta principal y atendió la llamada sin mirar el identificador.
— ¿Cómo va el asunto de Manoban? — con esas palabras supo de quién se trataba.
— Muy bien en realidad, no creo que tarde más de dos semanas en cumplir el objetivo.
— Sabes que cuentas con mi ayuda si la necesitas.
— No te preocupes Kim, puedo hacer el trabajo por mí mismo. Te llamaré cuando haya novedades, por el momento tengo algo urgente que hacer — colgó sin dar tiempo a respuesta y finalmente salió de la casa a paso apresurado y subiéndose a su motocicleta negra.
[...]
Por otro lado, Lalisa estacionaba su auto en la entrada del hospital psiquiátrico.
Esperaba que su fachada fuese la de un lugar abandonado y sacado de película de terror o thriller, pero parecía un hospital común y el cielo totalmente despejado lo hacía ver aún más normal.
Entró sin más por una puerta de vidrio, las paredes eran blancas como imaginó y había varias plantas bien cuidadas con un par de sillones y un dispensador de agua, enfocó su vista a la izquierda, encontrando a un chico rubio como recepcionista que parecía estar discutiendo con otra chica con aspecto de enfermera.
Carraspeó al llegar a su lado haciendo que ambos le prestaran atención.
— Dile a Darla que no le pienso facilitar esa información de nuevo, Jennie — la castaña tenía una obvia expresión de molestia, asintió escuetamente con la cabeza y sin siquiera saludar a Lisa se fue desapareciendo por uno de los pasillos — Disculpe, ¿En qué puedo ayudarla? — el tono de voz del chico cambió notablemente a uno más amable.
Sin decir nada aun, sacó su placa dorada del bolsillo delantero de su pantalón y la puso sobre la mesa dejando al chico con una mirada entre sorprendida e intrigada.
Entonces se quitó sus lentes de sol y se acercó apoyando sus codos sobre el mostrador.
— Verá, necesito el expediente de un paciente específico para una investigación, y esperaba que usted me ayudase con eso — el rubio asintió inmediatamente — con discreción.
— Claro, deme un momento — presionó una tecla en el teléfono que tenía allí y se lo llevó a la oreja — ¿Ji estás libre?... Perfecto, necesito que vengas a recepción... No, aquí te explico — a los tres minutos apareció otra chica pelirroja con un aura mucho más pacífica que la anterior.
— ¿Qué necesitabas Jack?
— Por favor acompaña a la señorita... — esperaba a que dijera su nombre, pero Lisa se distrajo observando a Jisoo — Disculpe.
— Manoban.
— Bien, acompaña a la señorita Manoban a la oficina donde tenemos los archivadores, necesita un expediente con urgencia.
— Comprendo, sígame — la chica le sonrió y la guio hacia un ascensor que había a la derecha presionando un botón que decía S1 y pronto comenzó a descender.
En cuanto las puertas del ascensor se abrieron una luz que parecía encenderse por sensor iluminó el espacio mostrándole otro pasillo de paredes blancas con un par de cuadros de paisajes colgados en ellas.
Jisoo se detuvo en la puerta del fondo sacando una tarjeta de acceso de su bolsillo y abriéndola mientras se hacía a un lado para dejar que Lisa entrara.
— Y bien, ¿Sabe el nombre del paciente que busca?
— Siendo sincera, no. Sólo sé que estuvo aquí hace unos nueve o diez años — ella le miró sorprendida.
— Vaya, entonces tomará un par de horas encontrar lo que busca, ¿No tendrá algún informe o fotografía que nos ayude a identificarle? — enseguida sacó la hoja que encontró en la caja y se la dio viendo que la analizaba unos minutos antes de conducirla nuevamente a uno de tantos archivadores que había allí sólo que este estaba marcado con el año que le indicó.
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Obsessed | JimSu
Fanfic"𝓐𝓷𝔂 𝓸𝓫𝓼𝓼𝓮𝓼𝓲𝓸𝓷 𝓲𝓼 𝓭𝓪𝓷𝓰𝓮𝓻𝓸𝓾𝓼" // "𝓒𝓾𝓪𝓵𝓺𝓾𝓲𝓮𝓻 𝓸𝓫𝓼𝓮𝓼𝓲ó𝓷 𝓮𝓼 𝓹𝓮𝓵𝓲𝓰𝓻𝓸𝓼𝓪". Ellos le llaman acoso, yo le llamo amor. Historia ganadora en primer lugar de los starlight awards 2022 🥇 ★·.·'¯'·.·★ - ★·.·'¯'·.·★...