Obsessed | JimSu

Park Jimin

Yoongi pasó cerca de tres semanas entre la vida y la muerte, a decir verdad, me sentía fastidiado por la situación, odiaba cuidar cualquier tipo de cosa, él no era la excepción y cuando me miraba como un cachorro mojado bajo la lluvia era simplemente...

Insoportable.

Después de ese tiempo finalmente podía ver su piel pálida y sublime como me gustaba.

— ¿Por qué no me dejas ir? Ni siquiera me quieres aquí — me dijo un día mientras yo peinaba sus cabellos negros ya que estaba harto de verle hecho un desastre y quería abstenerme de arrancárselos.

Dejé el cepillo a un lado tras escuchar sus palabras y le tomé del mentón sin usar mucha fuerza.

— Cariño, creí que ya habíamos tenido esta conversación, pero veo que aún no queda claro — delineé sus labios color rosa, tal vez sí me sirviera para algo, sonreí — ¿No puedes ver que me perteneces? No interesa si te vuelves exasperante en ocasiones, sigues siendo mío desde el momento en el que quise que fuera así.

>> Cada paso que des, cada movimiento que hagas, cada sonrisa llena de terror que me dirijas, cada respiración que tomes — me acercaba con cada palabra que le decía llegando a hablar sobre sus labios — te estaré observando, es hora de que te resignes a ello.

>> Incluso tu último aliento será mío dulzura — acaricié su mejilla mientras él me dedicaba una de esas miradas llenas de terror, me hizo sonreír incluso más amplio — y déjame decirte que yo decidiré cuándo sea eso, por lo que es más conveniente para ti que te comportes como sabes que debes hacerlo conmigo y no me hagas enfadar.

[...]

Tres semanas atrás...

— Bien, por lo que veo es probable que el diagnóstico fuese esquizofrenia y sociopatía — dijo Jisoo en voz baja mientras recordaba el informe que Lisa le mostró — por esos años estaba el psiquiatra Shin, debo decir reconocido aquí dadas las extrañas circunstancias en las que murió, así que lo que está buscando debe estar en este rango — señaló tres gavetas específicas llenas de carpetas organizadas por orden alfabético.

Mientras la pelirroja comenzaba a buscar en cada carpeta comparando los informes Lalisa sopesó sus palabras unos instantes.

— Disculpa, si no te molesta que te pregunte... ¿Cuáles fueron esas extrañas circunstancias? — tal vez estaba relacionado con este hombre misterioso y escalofriante que buscaba.

La chica se detuvo un momento antes de seguir buscando.

— Oh, en realidad tampoco fue nada del otro mundo, es sólo que un día simplemente desapareció del hospital sin avisar, cosa que nunca sucedía y un par de semanas después lo hallaron colgado en el sótano dos, no había carta de despedida o algo que indicase una razón por la que lo hizo.

>> Abrieron una investigación, pero si fue asesinado, la persona que lo hizo sabía lo que hacía, porque no hubo pruebas suficientes ni para afirmar que fue suicidio ni para refutar sobre un posible homicidio. Por eso unos meses más tarde archivaron el cas- ¡Bingo! — se interrumpió a sí misma mientras se ponía de pie con una expresión de felicidad como si hubiera hallado la cura del cáncer.

— ¿Lo encontró?

— Eso creo, mire — le enseñó ambos informes, aunque el último mejor cuidado y completo.

— ¿Park Jimin? — pensó sobre ese nombre, pero nada venía a su mente. Nunca lo había escuchado.

— Si quiere puede llevarse el expediente, de todas formas, es bastante antiguo y no creo que vayamos a necesitarlo.

— Muchas gracias Jisoo, has sido de gran ayuda — Hizo una pequeña reverencia y la pelirroja la acompañó de nuevo arriba.

[...]

Salió del hospital con una sonrisa triunfal, que persistió incluso cuando el conocido tono sonó en su celular.

— Veo que ya lo encontró — era bastante extraño que supiera cada cosa que hacía, pero a este punto ya se había acostumbrado.

Atendió la llamada mientras entraba en su auto.

— Sí, mucho gusto Jimin, bueno — se rio un poco — la verdad es que no tanto.

— Cada vez más cerca, sin embargo, un nombre es muy poco y casi nada si no se tienen cosas que lo respalden.

— Eso es cierto, ya dime cuál es el siguiente paso, cuanto antes acabemos con esto mejor — su ego se sentía recuperado al haber descubierto algo tan importante como la identidad del tipo.

— Yo decido cuando termine, espero que tenga en mente quién lleva el control de la situación. En cualquier momento podría acabar no sólo con su carrera sino con la vida de Min — ella tragó grueso y él sonrió al otro lado de la línea — piense en ello para la próxima vez que la llame — y colgó bajándola de la nube.