Horas más tarde la alarma del pelinegro sonó haciéndole estirarse con pereza. Era muy extraño, esa madrugada no había tenido pesadillas, eso era algo bueno, aunque...
¿Por qué tenía un mal presentimiento?
Se sentó en su cama logrando observar una caja al frente suyo, incluso estaba decorada con papel de regalo rojo y un enorme lazo blanco. La tomó en sus manos sintiéndola ni muy pesada ni muy ligera.
Con algo de duda la examinó buscando alguna etiqueta que dijera de parte de quién era, pero de todas maneras ¿Cómo había llegado eso allí? Tragó en seco con la caja en frente suyo mirando a todos lados en su habitación con el pensamiento de que alguien entraba a su casa más presente que antes.
Suspiró resignado tirando del lazo blanco y quitando el papel de regalo. La caja era similar a una de zapatos con una tapa encima. Sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal provocado por esa misma sensación de estar siendo observado.
Escaneó de nuevo toda su habitación antes de volver su atención a la dichosa caja.
Levantó la tapa y oh, una nota impresa encima de lo que parecía ser... ¿Más papel de regalo?
Tomó la nota entre sus manos buscando una firma antes de leerla, pero tampoco encontró ninguna.
"Esto va a pasarle a la próxima persona a la que le permitas tocarte tan siquiera un cabello J".
Sus manos temblaron un poco al dejar el papel a un lado antes de quitar el papel de regalo.
Al dejar descubierto su contenido su respiración se hizo errática y sintió unas ganas de vomitar impresionantes, la escena ante sus ojos era demasiado para él; un conejo blanco... Desmembrado.
Su pelaje estaba ensuciado con su propia sangre, por el color y la intensidad del olor podía intuir que era reciente, demasiado reciente. Sus pequeños ojos parecían haber sido arrancados sin ningún tipo de piedad o compasión...
Cuando salió de su shock momentáneo fue para correr en dirección al baño teniendo apenas el tiempo para devolver todo lo que había en su estómago en el retrete y no en el suelo. Al terminar lo descargó sin siquiera mirarlo y se sentó un momento con su espalda apoyada en la pared, su cuerpo entero temblando y el aire faltándole sin poder borrar lo que recién había visto de su mente.
¿Qué tan enfermo había que ser para hacerle eso a un animal inocente?
Sus ojos se aguaron, no sabía si quería llorar por el miedo que le provocaba saber que alguien en definitiva lo estaba acosando o porque ese animalito sobre su cama fue torturado de la peor manera posible.
Se levantó del suelo con cuidado y notó que había algo escrito en su espejo, también con sangre.
"Eres mío".
Necesitaba ver a Hoseok.
[...]
Ver su reacción fue glorioso, espero que haya aprendido la lección. Me había desahogado con ese conejo mientras pensaba en Jeon, en Yoongi abrazándolo o dejando que lo tocase.
Asco.
— ¿Dormiste bien Jiminie? — Ni siquiera había dormido, las cosas que hago por ti, Min.
— Oh, es que me desvelé jugando — reí y me rasqué la nuca fingiendo estar avergonzado, Hoseok me sonrió como tonto, llevaba haciéndolo desde hace unas semanas, y apuesto a que no sabía de lo obvio que era su comportamiento.
— No deberías, dentro de una semana comienzan los exámenes y — el tono de su teléfono lo interrumpió mirándome apenado antes de contestar. Sabía quién le llamaba y lo comprobé al ver cómo su sonrisa se había transformado en una mueca de confusión y preocupación — Voy para allá — colgó y se despidió de mí con un ademán antes de salir corriendo.
Dos pájaros de un tiro.
Así de sencillo ya me había asegurado de que Jungkook estaría solo.
[...]
Apenas escuchó el timbre salió corriendo para tirarse a los brazos de su mejor amigo quien lo recibió abrazándolo y acariciándole el cabello para calmarlo, su cuerpo seguía temblando de los nervios.
Hoseok lo llevó hasta el sofá de la pequeña sala donde se sentaron los dos.
— Respira. Shhh ya estoy aquí — le hablaba como si fuera un niño pequeño y lo balanceaba de un lado a otro mientras el pelinegro se aferraba a su camisa —¿No tienes ni una mínima idea de quién pueda estar acosándote Yoonie?
— N-no, probablemente sea alguien de la universidad, por esa estúpida cuenta, tengo miedo ahora.
— ¿No has visto a nadie cerca de aquí? O en la universidad, ¿Nadie que siempre se mantenga cerca de ti? — Yoongi negó de nuevo, separándose de su amigo para acomodarse mejor y pensar.
Hizo su mayor esfuerzo por recordar, pero nada venía a su cabeza.
— Realmente sólo tengo contacto contigo y con Kook. No se me ocurre nadie.
— ¿En tu trabajo tampoco?
— Menos, allí no hablo con nadie.
— Mm, entonces por el momento vamos a revisar bien las cerraduras de la casa y ver si hay alguna forzada o estropeada para cambiarlas y que estés más seguro, ¿Qué hiciste con, ya sabes, el conejo?
— No sé cómo, pero envolví la caja en las sábanas con todo dentro y están en una esquina en el cuarto. El espejo en realidad no lo limpié, me daban náuseas sólo mirarlo y saber que era sangre.
— Espera, lo del espejo no me lo dijiste — lo miró confundido.
— Escribió "eres mío" con sangre de ese animalito — el peliblanco ni siquiera lo había visto y ya le estaban dando ganas de vomitar, sin embargo, tenía que ser fuerte por Yoongi.
Se levantó sin decir nada y fue a la cocina, a los quince minutos regresó con una infusión caliente.
— Okay... Tranquilízate, bebe esto y yo iré a limpiar eso ¿Está bien? — el pelinegro asintió recibiendo la taza — luego revisaremos lo de las cerraduras.
— Gracias Hobi.
— No es nada Yoon.
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Obsessed | JimSu
Fiksi Penggemar"𝓐𝓷𝔂 𝓸𝓫𝓼𝓼𝓮𝓼𝓲𝓸𝓷 𝓲𝓼 𝓭𝓪𝓷𝓰𝓮𝓻𝓸𝓾𝓼" // "𝓒𝓾𝓪𝓵𝓺𝓾𝓲𝓮𝓻 𝓸𝓫𝓼𝓮𝓼𝓲ó𝓷 𝓮𝓼 𝓹𝓮𝓵𝓲𝓰𝓻𝓸𝓼𝓪". Ellos le llaman acoso, yo le llamo amor. Historia ganadora en primer lugar de los starlight awards 2022 🥇 ★·.·'¯'·.·★ - ★·.·'¯'·.·★...