Obsessed | JimSu

Let's play; Vamos a jugar

Kim Seokjin.

Abogado penalista con siete años de experiencia en su campo y, además, casado con Kim Namjoon, quien sorpresivamente resultó ser hermano del padre de Taehyung.

Ahora tenía sentido por qué había aparecido de la nada queriendo evitar que Taehyung vaya a la cárcel, aunque de cualquier forma no había podido salvarlo de la denuncia por acoso cibernético, y mucho menos la violación de privacidad, y secuestro.

Así que finalmente había sido sentenciado a quince años de cárcel, sin derecho a fianza o rebaja de condena. Eso no sólo se debía a toda la evidencia que lo incriminaba, sino también a cierta influencia económica por parte de los Jeon.

Yo pude evitar que él fuera, sin embargo, realmente no quería hacerlo, él sólo había representado un peón en el juego.

Por otro lado, había puesto una pequeña trampa para Yoongi, sabía que intentaría escapar y que terminaría volviendo a mí llorando asustado como el niño indefenso que es.

Quise reírme ante su cara desencajada por la tristeza, él realmente creía que yo me había enojado con él, cuando no podía estar más satisfecho de que hubiera caído tan rápido por un par de actos dulces.

Incluso se disculpó y parecía realmente arrepentido de haber tratado de escapar, que lindo.

Esto estaba siendo más rápido de lo que pensé.

[...]

Si alguien estaba frustrada, esa era Lalisa.

Porque bueno sí, había logrado meter a ese pelirrojo a la cárcel por el intento de homicidio y el secuestro, pero ella había decidido dividir las investigaciones ya que no existía material probatorio suficiente que lo hiciera culpable de la desaparición de Min Yoongi y ahora mismo estaba recibiendo demasiada presión por parte del mejor amigo de este y de su familia, incluso de los Jeon.

Habían pasado ya casi tres malditos meses y no había ni tan siquiera una pista que les dijera nada.

Eso la estaba llevando al límite; presionaba a su equipo de trabajo para que interrogaran a cada persona que había tenido contacto con él y no dormía buscando algún tipo de evidencia que revelara su paradero, pero parecía que el chico literalmente había desaparecido de la faz de la tierra y ya.

Quién sea que lo tenía realmente parecía haber planeado cada cosa minuciosamente, esto no había sido un impulso, fue cien por ciento premeditado.

Kim Seokjin no había logrado demasiado al final, y eso le elevaba el ego, aun sabiendo que no fue del todo porque ella hubiera tenido mejores argumentos, sino porque hubo bastante presión inclusive mediática ya que los padres de Kim Taehyung eran bastante conocidos por tener una de las cadenas de restaurantes más famosas de todo el país.

Lo importante es que había ganado, a pesar de todo.

[...]

La elegante mujer entró a su oficina como de costumbre cada mañana de lunes a sábado desde que trabajaba allí. Era respetada por todos allí, casi adorada, cosa que le alzaba el ego.

Su atención quedó por completo fija en el sobre de manila que había sobre su escritorio, ella no recordaba haber visto eso allí ayer.

"De su interés, agente Manoban".

Decía una nota impresa pegada sobre el mismo.

En cuanto lo abrió había un celular descartable y un número telefónico también impreso en un papel.

¿Qué se supone que significa esto? — pensó.

Se sentó y marcó el número allí escrito con el celular que había en el sobrecelular que habpista.ses y no habinterrogaran a cada persona que hab me del todo porque ella hubiera tenido mejores argu, después de todo no tenía nada que perder y difícilmente algo podía asustarla.

— Le propongo un juego detective — Lisa frunció el ceño al escuchar esas palabras al otro lado de la línea.

— ¿Qué tipo de juego? ¿Quién es usted?

— Pft, las preguntas me aburren, pero ya que insiste, usted quiere encontrar a Min Yoongi ¿No? Han estado buscando en el lugar equivocado, Taehyung no lo tiene, nunca lo tuvo, de hecho.

— ¿Cómo lo sabe?

— Porque lo tengo yo — la chica abrió y cerró la boca varias veces pensando en qué decir, pero inmediatamente comenzó a tratar de rastrear la llamada en su computador — ni siquiera pierda su tiempo intentando rastrearme, eso no funcionará, está hablando con alguien que estudió programación avanzada y cibernética desde los diez. No me subestime de esa manera.

— ¿Qué es lo que quiere?

— Ya se lo dije, jugar. Yo le voy a entregar a Min, pero no así de fácil. Ah, y esto tiene que hacerlo sola, si mete a alguien más considere su carrera terminada.

— ¿A qué se refiere?

— No lo sé señorita Manoban, ¿Cree usted acaso que todos los casos los ha ganado de forma limpia? — ella tragó en seco — ¿O que su trabajo actual fue obtenido con la mayor de las honestidades y arduo trabajo? Usted dista mucho de ser santa y su supuesto currículo perfecto en realidad está lleno de sangre de personas inocentes y nombres tachados, pero por supuesto nadie tiene que enterarse... A menos que-

— Está bien, está bien, lo haré.

— Bien dicho, que empiece el juego entonces.