29. Añorando

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Niall

La noticia de que Barbie estaba embarazada me había caído como un balde de agua fría. Estaba angustiado, me sentía anclado a una vida en la que yo mismo me había embarcado para olvidar a alguien que vivía en mi pecho. A la mañana siguiente ni siquiera podía despegarme de la cama, mi cuarto era el único sitio seguro de obligaciones y mandatos. De repente tenía que volverme un verdadero hombre para iniciar no sólo una vida de casado, sino que también la de un padre de familia y no quería. No quería.

A pesar de todo, me levanté y salí a enfrentar el mundo. Hice mis tareas diarias, le conté mis inquietudes a los cerdos, a las vacas y a las ovejas. Era una terapia que siempre me ayudaba. Incluso charlé un poco con Barbie, quién me notó algo desanimado.

—No estás feliz con la noticia ¿verdad?

—No es eso. Es sólo que no me lo esperaba.

—Todo va a estar bien —me abrazó con fuerza—Lo lograremos, juntos.

Mientras me abrazaba. Sólo podía mirar a lo lejos, hacia el árbol en dónde colgaba la rueda para columpiarse. Mi lugar preferido de niño, pero no sólo me recordó eso, sino que a aquella vez en que descubrí a Ginna hamacándose en la rueda. Recuerdo que desbordaba de felicidad y yo quedé deslumbrado, pues hasta entonces no la había visto sonreír ni mucho menos reír.

"—Ya volví —dije, con una cámara de fotos en mano— Dijiste que te tomara una foto sonriendo porque no la volvería a ver. Bueno, acá estoy con mi cámara"

Recuerdo que no quería que le tomara ninguna foto, pero luego de tanta insistencia, cedió. Y su sonrisa permaneció luego de la foto, esa fue la primera vez que conectamos miradas, la vez que me robó el corazón para siempre.

Y ese bello recuerdo me llevó a tantos otros, como si lo vivido fuera una película. Sus sonrisas y sus llantos, sus destrezas y cobardías, nuestros besos y finalmente la distancia, hasta el reencuentro y desenlace de una triste historia de amor.

Ginna

Volví a irme ¿Qué objeto tenía volver a pasar todo el día en la granja? Estuve en el pueblo con Louis, Flor y Cameron. A pesar de haber estado de aquí para allá, no pude alejar mi mente de Niall. Y es que había estado conteniéndome todo este tiempo para no derramar ni una lágrima, pues ya había llorado cuando supe lo del compromiso. Ahora no quería llorar por un niño que no tenía la culpa de nada. Suponiendo que lo del bebé era cierto, aún tenía mis dudas sobre ello.

La peor parte del día en el pueblo fue cuando fuimos al parque de diversiones. Los momentos junto a Niall azotaron mi mente y ablandaron mi ser al punto de humedecer mis ojos. No quería que ellos me vieran llorar, así que me aparté de la multitud. Corrí hacia un lugar donde las luces de los carruseles no me juzgaran, donde no hubiera niños, para no recordar a Diana y a la escuela... y a Niall.

Corrí y corrí mientras mi mente proyectaba lo vivido, lo sentido y lo perdido para siempre. Se me hizo un nudo en la garganta al recordar lo que hablamos en la rueda de la fortuna.

"—¿Y por qué te vas a casar con ella entonces?

—Porque confío en poder llegar a amarla tanto como a ti. Porque sé que ella se quedará conmigo. Porque quiero tratar de rehacer mi vida, tal y como tú lo has logrado.

—¿Me amas? —susurré. De todo lo que había dicho, solo pude retener aquellas palabras.

—Jamás dejé de hacerlo —continuó con su confesión.

—Tampoco yo —tragué fuerte.

—¿De verdad? ¿Y qué hay de Harry? Creí... creí que me habías olvidado —posó sus manos a cada lado de mi cabeza.

—Estoy con Harry por la misma razón por la que estás tú con Barbie. Cuando supe de tu compromiso, quedé hecha trizas. Creí que eras tú quién me había podido olvidar. Y entonces, cuando me besaste, tuve una pequeña esperanza.

—Te he echado tanto de menos —juntó su frente con la mía, como si estuviese evitando ceder a la tentación de besarme— Jamás podría olvidarte, y de haber permanecido en la granja, no hubiese tardado en... en ...

—¿En qué?

—En hacerte a ti mi esposa —derramó una lágrima, ya fuera por la tristeza o por la culpa.

El corazón se me aceleró, pues nadie jamás me había dicho algo así. Sentí que era la única persona en el mundo que me amaba verdaderamente. Me sentí una tonta por huir del amor cuando tocó a mi puerta, hace ya tiempo.

—Lo siento tanto, Niall. Te amo —aparté su cabeza y oculté mi cara con las manos."

Me eché a llorar todo un mar, todo lo que nunca había llorado.

—Gia ¿Qué ocurre? —oí la voz de Louis.

¡Maldita sea! ¿Cómo me encontró?

—Nada —me fregué las mejillas con rapidez.

—Puedes contarme. No se lo diré a nadie —Louis se sentó junto a mí.

Permanecí unos minutos en silencio. No quería decirle, no soy de esas personas que va por la vida contándole a todos lo que siente. Pero necesitaba liberarme de esta carga tan pesada y al verlo a los ojos supe que podía confiar en él. Entonces se lo conté todo lo más breve que pude. Louis me escuchó atentamente y me aconsejó:

—La verdad es que no es una situación nada fácil, y francamente, no tienes muchas opciones más que irte cuanto antes de aquí. No puedes seguir sufriendo así.

HOLAAAAAAA HERMOSISISISIMAS LECTORAS DE MI ALMA!!

¡¡¡YA FALTA POCITO PARA QUE _____ SE VAYA!!!

NUNCA SÉ QUE DECIR XD

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Alguien Diferente ||N.H||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora