24. Inesperada noticia

1.4K 96 12
                                    

Niall

—Ginna —dije.

Ella dejó de recoger los huevos y se volteó hacia mí para contestarme.

—¿Qué?

—Es que... te vi entrar y pensé que tal vez necesitarías algo.

—No necesito nada. Estoy ayudando a tu mamá con la comida y me pidió que busque unos huevos —explicó y volvió a voltearse para continuar con su tarea.

—Oh —fue lo único que alcancé a decir.

Quería decirle algo, más bien todo, pero simplemente nada salía de mis labios.

Ella estaba a punto de irse. Pasó por al lado mío sin siquiera mirarme.

—¿Podrías dejar de actuar así? —dije, ya algo frustrado por su indiferencia.

—¿De qué manera? —alzó una ceja, soberbia como la primera vez que la vi.

—Pues ignorándome, haciendo de cuenta que no recuerdas nada de lo que ha pasado, de lo que hemos vivido ¿De qué otra forma? —dije perplejo, a la vez que dolido.

—Te trato tal y como tú me tratas —quiso echarme la culpa.

—Pero tú empezaste —repliqué.

—Fuiste tú quién huyó al verme —contraatacó.

—Pues lo siento, pero no esperaba que llegaras, así como así. Y con Harry.

—Si papá no te dijo que yo vendría, no es mi culpa.

Iba a decir algo, pero mi mamá me interrumpió con un grito. Estaba llamando a Ginna.

A la mañana siguiente fui el primero en despertar. Aproveché para empezar a preparar el desayuno. Empecé haciendo un jugo de naranja, continué colocando el agua al fuego y antes de poner a tostar el Bacon, Gia irrumpió en la cocina.

—Buenos días —dije.

—Buenos días ¿Somos los únicos despiertos? —se frotó los ojos.

—Así parece.

—¿Te ayudo? —negué con la cabeza.

—Siéntate. Casi termino —intenté continuar con amabilidad. No quería que termináramos discutiendo como ayer, y al parecer, ella tampoco quería eso porque había llegado con buenas intenciones.

Ginna no se sentó. Se quedó parada junto a mí, observando lo que hacía. Por mi parte, tomé un cuchillo y corté varias rebanadas de pan.

—¿Desde cuándo usas anillos?

¡Maldición! Ya vio el anillo ¿Qué le digo? Algo como: "Desde que le propuse matrimonio a Barbie, nos casamos en dos meses. Ah, por cierto, ella me pidió que te invitara a ti y al innombrable/tu novio, Harry". Eso sonaría terrible. Seguro me golpearía o algo por el estilo.

No, no y no. Me niego a decirle que voy a casarme.

—Me lo regalaron. Además, solo es un anillo, no es como si usara muchos.

—Buenos días —dijo Harry entrando en la cocina.

El recién llegado plantó sus labios en los de Ginna. Por mi parte, contesté a su saludo, con un buen día, con voz apagada. Verlo besarla se sintió como una apuñalada por la espalda. Me recordó a un viejo refrán que solía decir mi abuelo: "Es fácil esquivar la lanza, más no el puñal oculto".

Harry podría ser el mismísimo cristo, pero a mí seguía sin agradarme.

—Buenos días —dijeron mi mamá y papá al entrar a la cocina.

Alguien Diferente ||N.H||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora