Ginna
Desperté como todas las mañanas y me vestí con una remera simple, y sobre ella, un sweater color beige con rayas negras. En las piernas un jean azul y un zapatillas para los pies. Era la ropa que había comprado en la ciudad para utilizar mientras estaba aquí, no podía seguir usando mi ropa de alta costura entre los animales de granja.
Salí del cuarto y me encontré con Niall preparando el desayuno. Levantó la cabeza para mirarme y alzó una ceja.
—¿Por qué traes esas pintas? —señaló mi ropa nueva.
—Es la ropa que compré en la ciudad para no usar mi elegante ropa aquí —Niall asintió.
Comimos el desayuno con un incómodo silencio. Hasta que decidí romper el hielo.
—¿Necesitas que te ayude con alguna tarea de la granja?
—¿Quieres ayudarme? —preguntó extrañado— ¡No lo puedo creer!
—¡Idiota! Si no quieres, no te ayudo y punto —me levanté de mi asiento para irme.
—No, no. Tampoco te tomes una broma tan en serio —tomó mi mano para que no me fuese.
Me volví a sentar y esperé a que hablara.
—Lo siento, es que es extraño que me ofrezcas tu ayuda. Puedes darle de comer a los chanchos —asentí, a la vez que intentaba ocultar mi extrañeza con respecto a que Niall seguía sin quitar su mano de la mía.
Liam abrió la puerta mostrándonos su cara de preocupado y luego una de extrañado al ver que Niall sostenía mi mano. Quité mi mano inmediatamente al notar que no dejaba de observarnos.
—¿Qué ocurre, Liam? —preguntó Niall.
—Venía a decirte que Marie está muy mal, casi ni se mueve. Ya llamé al veterinario.
El rostro de Niall se apagó al oír sobre el al estado de su yegua. Luego, seguimos a Liam hasta el establo donde estaba Marie, la Barbie ranchera y algunos campesinos más.
—Todo está en orden, pueden volver a trabajar. Yo me ocuparé del asunto —les dijo Niall, con autoridad, y los campesinos volvieron inmediatamente a sus tareas. Todos excepto, claro está, Barbie.
La Barbie ranchera había comenzado a llorar desconsoladamente, al igual que la vez anterior en que tratamos el asunto de la salud de Marie. Niall, al verla sumamente vulnerable, la abrazó. Le dijo que todo estaría bien y otras palabras alentadoras. En fin, lo mismo de siempre.
Luego de que el veterinario examinase a Marie, propuso sacrificarla, ya que se encontraba terriblemente enferma y con mucho sufrimiento.
—¡No! —se negaron los tres.
—Si me permiten opinar, yo creo que deberían aceptar la propuesta del veterinario —dije, a costa de saber que obtendría miradas fulminantes.
No me importaba lo que pensaran. El pobre animal estaba sufriendo y si había un camino posible más tranquilo hacia su muerte, estaba segura de que ese debía tomarse. A veces, uno debe tomar decisiones difíciles, que pueden hacer que uno se sienta terriblemente mal, pero que, sin embargo, beneficiará a otros. En este caso, a Marie.
—¿Qué? ¡¿Acaso eres una desalmada?! —me gritó Barbie histérica.
—A mí no me hables en ese tonito ranchera. Solo digo que sería mejor acortarle el sufrimiento. Por el contrario, lo que tú quieres hacer es de desalmada. Porque prefirieres quedarte con el animal sufriendo, pero a tu lado, en vez de dejarlo ir y que no sufra ¿No es así doctor?
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Alguien Diferente ||N.H||
FanfictionEsta es la historia de dos personas totalmente diferentes, a kilómetros de distancia cualquiera diría que son incompatibles pero ¿Qué importa lo que los demás piensen? Ginna Burrell es una mujer de veintitres años a la que se la catalogaría como una...