Ginna
Me desperté temprano, para ir al trabajo. Me hice un café y me corté una rebanada de torta que había hecho antes de ayer. Me gustaba mucho cocinar, pero más que nada hacer pasteles y postres. Era como un hobby para mí. El año pasado, antes de que me enterase de que John era mi padre hice un curso de cocina y me encantó.
Al terminar mi desayuno salí de casa con la idea de tomar un taxi, pero Harry me estaba esperando en su auto.
—Harry, no me dijiste que vendrías por mí —le dije mientras entraba al auto.
—Te habrías negado.
—Muy cierto —reí.
—Estás muy guapa hoy —me sonrojé.
—Basta de hablar y arranca que llegaremos tarde. Adam va a matarme si vuelvo a retrasarme.
—No sé por qué no aceptas trabajar conmigo y mi papá. Él te pagaría más y no se enojaría si llegases tarde.
—Ya te dije Harry que quiero conseguir un trabajo por mí misma —le repetí.
—Ay, Gia. Tu siempre tan correcta —rodó los ojos.
—Así es —reí.
Una vez llegamos, me despedí de él y entré al estudio. Saludé a Adam y me dispuse a trabajar.
Faltaba menos de media hora para que comenzase mi clase, así que guardé mis cosas y me fui de prisa. Pero al salir, me choqué con un chico.
—Lo siento —nos disculpamos al mismo tiempo.
—¿Ginna? —preguntó el morocho.
—¿Zayn? Tanto tiempo ¿Cómo estás?
—Bien, yendo a la facultad ¿Y tú?
—Yo también me estaba yendo a la universidad —le sonreí.
—¿Quieres que te alcance? Estoy en auto —dijo.
—Está bien —dije luego de dudar por un momento. Ahora la cortesía no importaba, puesto que si iba en auto, llegaría a tiempo.
De camino a la universidad, nos pusimos a charlar un poco.
—¿Ya te enteraste de la noticia? —preguntó.
—¿Cuál noticia? ¿Es sobre mi papá? ¿Le pasó algo? —me asusté repentinamente.
—No, claro que no. No te preocupes, no es nada grave. Ya te van a avisar —rio.
El comentario de Zayn me carcomió la cabeza todo el santo día. Me intrigaba saber de qué se trataba y me molestaba el hecho de que nadie me había avisado nada sobre la gran noticia. Así que ni bien volví a casa, llamé a papá.
—Hola, papá —le dije.
—Gia, hija ¡Vaya coincidencia! Estaba a punto de llamarte —dijo al otro lado de la línea, feliz— Si no estás ocupada quería pedirte que vinieras, porque tienes que firmar algunos papales de la herencia y del campo. Es que los que habíamos firmado los perdí, y además tienes que firmar algunos otros.
—¿Eso es todo lo que tenías que decirme? —contesté, un poco confundida.
—Si ¿Vas a venir?
—Claro, iré en cuanto pueda. En uno de estos días, tal vez.
—Eso es genial. Hace tanto que no nos vemos.
—Si así es ¿Y cómo están las cosas por allá? —pregunté.
—Pues muy bien, todo está igual que siempre.
—¡Que bueno! —comenté— Pá, debo irme. Adiós.
—Hasta pronto —cortó la llamada.
Bueno, definitivamente esa no puede ser la misma noticia de la que Zayn me habló. Sería extraño que éste supiera sobre los papeles que debo firmar y que los tome como algo super importante. Lo más probable es que si haya una noticia, pero papá tal vez no quiso decírmelo por teléfono.
Me recosté en mi sofá y prendí la televisión con la intención de no pensar en aquello que había empezado a rondar por mi cabeza desde que papá me pidió que fuera a la granja. Sin embargo, el intento falló, pues la voz de Niall, su rostro, su risa, sus maravillosos ojos y todos los recuerdos inundaron mi mente sin previo aviso. Me pregunto cómo estará. No he sabido nada de él desde su última carta.
Unas semanas después de que volví, Niall, comenzó a enviarme cartas contándome cómo iban las cosas, preguntándome como estaba yo, diciendo cuánto me extrañaba, entre otras. Y yo las respondía tan pronto como podía. Estuvimos así un par de meses, hasta que mandé una carta, y luego otra y otra, recibiendo jamás respuesta de su parte.
Llamé a la casa de papá y le pedí que me pasara con él, pero dijo que estaba ocupado, que ahora no podía atenderme. Unos días después volví a llamar y me atendió Maura, me dijo que estaba haciendo unas compras en el pueblo y que volvería en un rato. Una semana después volví a llamar, y esta vez la que atendió fue Bárbara, la cual me dijo lo mismo que mi padre.
Comencé a pensar que tal vez ya no quería verme, que le pedía a los que contestaban el teléfono que dijera que no estaba. Puede que le hiciera daño que habláramos, que nos escribiéramos y no nos pudiésemos ver, como me lo había dicho en su última carta. Obviamente que a mí también me hacía daño desesperarme por recibir una carta todas las semanas. Eso me impedía seguir con mi vida, y a él también. Cortó la relación de una manera abrupta, pero lo hizo y puede que para bien. Ahora yo podía seguir mi camino y él el suyo, aunque siempre con un vacío en el corazón. Más el hecho de que estemos mejor no justifica sus medios. Bien podría haber sido honesto y decirme que ya no quería que habláramos ni que nos escribiéramos porque eso lo lastimaba. Después de todo, él había comenzado con el asunto de las cartas.
Y ahora tendré que verlo ¿Qué le voy a decir? ¿O no debería decir nada? ¿Debería enojarme porque no contestó nunca mis últimas cartas? Porque debo admitir que me enfadó mucho, pero no por eso dejé de amarlo. Aunque tal vez el sí dejó de amarme y por eso ya no envió nunca más cartas.
HOAAAAA PONICORNIAS! ESTE CAP ES MÁS LARGO QUE EL ANTERIOR :)
NO PUEDO CREER QUE LA NOVE HAYA LLEGADO A 5,45 K. DIOS MIOOO SOY TAN PERO TAN FELIZ, MUCHISIMAS GRACIAS A TODAS.
ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO, PLIS COMENTEN Y VOTEN. NO LES CUESTA NADA.
MILLONES DE GRACIAS A LAS QUE SIEMPRE ME COMENTAN Y VOTAN.
SI ALGUNA QUIERE Q LE DEDIQUE EL PRÓXIMO CAP, SOLO DÍGANME.PREGUNTAAA: ¿POR QUÉ CREEN QUE NIALL DEJÓ DE RESPONDER LAS CARTAS? ¿LES GUSTA LA CANCIÓN QUE PUSE PARA EL CAP EN MULTIMEDIA?
MALA NOTICIA: NO PODRÉ SUBIR NI LA SEMANA Q VIENE NI LA Q SIGUE NINGÚN CAP XQ ME VOY DE VACAS. SORRY, ESPERO ME DISCULPEN Y ESPEREN.
BUENO ERA ESO NOMAS. BESOTES Y HASTA LA PRÓXIMAAAA.
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Alguien Diferente ||N.H||
FanfictionEsta es la historia de dos personas totalmente diferentes, a kilómetros de distancia cualquiera diría que son incompatibles pero ¿Qué importa lo que los demás piensen? Ginna Burrell es una mujer de veintitres años a la que se la catalogaría como una...