Epílogo

1.9K 120 21
                                    

Ginna

—Serían €30 —le entregué el pedido a Flor.

—Gracias —sonrió feliz— Tendré que pedirte algo más.

—¿Qué?

—Un pastel de bodas —abrí los ojos por la sorpresa.

—¿Quieres decir que Louis y tu van a ... —pausé.

—Así es, nos vamos a casar —dio un saltito de felicidad.

—No lo puedo creer ¿Cuándo te lo propuso? —sonreí, emocionada por la noticia.

—Anoche. Si tan solo lo hubieses visto, estaba muy nervioso, pero fue tan dulce.

Mientras me contaba cada detalle de la noche anterior, noté que en sus ojos había un brillo especial. Podía ver lo emocionada que estaba. Ellos realmente se amaban, sé que serán muy felices juntos.

Todavía recuerdo cuando Niall me propuso matrimonio. Fue hace un año, una noche en nuestra granja. Dijo que quería hablar seriamente conmigo. Por un momento creí que quería que termináramos. Si luego de un año de convivencia hubiese querido romper, lo habría matado.

Comenzó diciendo: Hemos estado conviviendo por casi un año y quisiera decirte algo. Detesto tu mal humor por las mañanas, odio que te arregles tanto cuando para mí eres hermosa sin maquillaje, despeinada y con ropa casual. Y por sobre todas las cosas odio muchísimo que malcríes al perro dándole tus pasteles. Pero a pesar de todo, quiero pasar el resto de mi vida a tu lado, y para asegurarme de que no te me vas a escapar, te compré algo muy especial.

Inmediatamente, se arrodilló y sacó una cajita de su bolsillo. La abrió dejando al descubierto un hermoso anillo y dijo: Ginna ¿Querrías ser mi esposa?

—Por supuesto que si —grité de la emoción y lo abrasé luego de que me pusiera el anillo— Te amo —susurré.

—También te amo —dijo de la misma forma.

La ceremonia fue estupenda. Todo el pueblo asistió, así como también mis antiguos compañeros de universidad, entre ellos Harry y Grease, los cuales fueron oficialmente como pareja. Ese día ella me contó cuánto le costó que Harry se convirtiera en su novio. Pobre Grease. También fue mi madre, la cual sorprendentemente continuaba con aquel cirujano plástico. Ella no podía entender cómo se me había ocurrido casarme con un granjero, sin embargo, tuve su bendición. La que no asistió, a pesar de que la invitamos, fue Barbie y la entiendo. Yo tampoco quise ir cuando ella se iba a casar con él. Pero creí que para ese entonces ya lo habría superado. A pesar de que retuvo mis cartas cuando volví a la ciudad, no le guardo rencor, quiero que sea feliz al igual que nosotros. Si aún no ha podido superar todo lo ocurrido, por su bien espero que lo logre pronto.

Trabajé algunas horas más, le encargué a mi empleada que cerrara el local y me fui para poder llegar a tiempo para la cena. Mientras iba conduciendo, empecé a pensar cómo le diría a Niall la gran noticia. Hacía ya dos días que lo sabía, pero no encontraba el momento oportuno para decírselo. Tenía que ser si o si en la cena de hoy. Obviamente va a alegrarse, pero es un tema delicado que hay que tratar con tacto y decirlo en el momento adecuado.

Cuando llegué a nuestra granja, guardé el auto en el garaje y saludé a algunos empleados que se estaban yendo antes de entrar a la casa.

Cuando construimos la casa, lo hicimos aproximadamente del mismo tamaño que la que estaba en la granja, donde en principio vivíamos con mi padre y Maura. Hicimos muchísimo esfuerzo para comprar y edificar el lugar. Por supuesto que mi padre nos ayudó un poco, pero la mayoría lo pagamos nosotros. Él, con el dinero que ganaba trabajando en la otra granja, y yo en mi pastelería.

Alguien Diferente ||N.H||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora