Ginna
Mi estadía en la granja estaba por finalizar, solo me quedaría una semana más. Ahora que papá iba a darme dinero, no tenía otra razón para continuar aquí. Debía volver a la ciudad, a la universidad, a estudiar y a seguir con la misma vida de siempre. A mí no me disgustaba vivir en una granja, pero si me diesen a elegir entre la ciudad y la vida campestre, me quedaría sin duda con la ciudad. Me va a costar mucho irme, sobre todo porque dejo atrás a Niall. He comprendido que me enamoré de él y que no lo puedo negar, pero tampoco puedo tirar toda mi vida por la borda por alguien que acabo de conocer, es ridículo.
Lo peor de todo es que aún no le dije que me marcharía en una semana, solo lo saben Maura y John, a quienes les supliqué no le dijeran a Niall. Tal vez sea mejor no decirle o si, no lo sé. Detesto no saber qué hacer, me pone los pelos de punta.
Luego de mucho reflexionar mientras estaba acostada en mi cama, decidí levantarme. Eran las 5 y aún no había salido el sol, todos dormían. Ya que yo era la primera en despertar, tomé una canasta y fui a buscar los huevos. También tomé un candelero, encendí una vela y la coloqué en su interior.
Emprendí mi camino al gallinero, la granja estaba solitaria, no había ni una sola persona, solo animales. Al entrar, dejé el candelero en el suelo para poder comenzar a juntar lo huevos. Las gallinas hacían sonidos y aleteaban, supuse que era por habere oído entrar. Pero, para mi extrañeza, se alborotaban más a cada segundo.
—¿Qué rayos les sucede? ¿Y por qué hace tanto calor aquí? —pensé, en voz alta.
Me di la vuelta y descubrí una gran llama de fuego que me impedía la salida del lugar. Cuando miré el candelero roto, supe de inmediato porqué se había iniciado el fuego.
Sentía que mi pulso había aumentado, estaba desesperada. Peor aún me sentí luego, al empezar a toser y a marearme. No sabía qué hacer y para colmo estaba en un lugar hecho de madera y paja.
Lo último que recuerdo, antes de desfallecer y cerrar los ojos, fue a las gallinas volando de un lado para otro y al fuego consumiendo el gallinero.
Niall
Me desperté porque tenía hambre, por lo que fui directo a la cocina y abrí la heladera. Sin pensármelo dos veces, tomé un pedazo de la torta que mi madre había hecho ayer.
Mientras disfrutaba del pastel, sin quererlo, miré por la ventana de la cocina. El plato con la torta a medio comer se me resbaló de las manos al ver cómo el gallinero estaba siendo consumido por el fuego. Llamé a mamá y papá a los gritos, pero cuando quise decirle a Gia, noté que no estaba en su cuarto. Entonces supe, que ella estaba en peligro. Tomé el extintor y salí corriendo a rescatarla.
Sentía que me moría por dentro, que la angustia me hacía trizas de solo saber que ella podía morir. De pensar en que quizás no logre llegar a tiempo, no logre salvarla.
La única entrada estaba obstaculizada por el fuego, pero logré apagarlo con el extintor, sin problema. Mientras lo hacía, mamá y papá salieron de la casa y miraron, horrorizados, el fuego. Papá continuó combatiendo el fuego, en mi lugar para que yo pudiese adentrarme entere los escombros y hallar a Ginna. Logré verla al fondo del gallinero, desmayada. Estaba cubierta de hollín y gallinas que la habían picoteado y rasguñado un poco. Entonces sentí que mi corazón volvía a su ritmo habitual, solo con verla, sentí que me habían devuelto a la vida.
La tomé entre mis brazos y la saqué de allí. Luego saqué algunas gallinas que seguían con vida.
Para cuando llegaron los bomberos, papá había logrado apagarlo por completo. Por lo que los bomberos asistieron a Gia, la cual continuaba con los ojos cerrados y con su rostro repleto de hollín. Luego de unos minutos despertó, un poco confundida.
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Alguien Diferente ||N.H||
FanfictionEsta es la historia de dos personas totalmente diferentes, a kilómetros de distancia cualquiera diría que son incompatibles pero ¿Qué importa lo que los demás piensen? Ginna Burrell es una mujer de veintitres años a la que se la catalogaría como una...