"El Desfile de Tributos"
Me miré en el espejo, el maquillaje hacia que me viera como una verdadera princesa del mar, mis enigmáticos ojos cafés resplandecían con el color azul agua de la sombra, mi maquillista -Fionna- le agregó perlas delineando mis ojos y esparció algunas de ellas por la zona. Los labios mate un tono más oscuro de mi pálida piel, mi largo cabello castaño hacía una fabulosa caída por mi espalda, lo habían peinado en ondas ligeras, unieron dos trenzas y soltaron dos mechones y para finalizar Jann colocó una tiara con perlas y diamantes azules, era hermosa.
He aprendido a quererme a mí misma, la gente me dice que me parezco a mi madre cuando tenia mi edad, y ella era hermosa. Debo admitir que me gusta parecerme a ella y no a mi padre.
Puse atención a los detalles del vestido azul rey, con un escote bien pronunciado que me hacia ver lindos pechos, debo admitir.
Tenía brillos y varios detalles. La pierna estaba casi por completo abierta, pero Jann ingeniosamente utilizó una red plateada y delicada para cubrir esa parte.
—Es muy lindo, Jann— el hombre me toma de las manos y mira su trabajo fascinado.
—Te ves increíble— después me mira a los ojos —Habrá patrocinadores en el público, gente importante. Quise enseñarles que este año los del cuatro serán vencedores.
Le mostré un sonrisa sincera. Aprecio mucho que este hombre esté intentando ayudarme, me hace lucir deseable para el público, para el Capitolio.
Escucho unos pasos acercarse, era Nikanor. El se veía... bastante bien.
Su traje también estaba lleno de joyas aparentando olas de diferentes tonalidades azuladas, como lo estaba mi vestido, no traía camisa debajo del saco, lo que hacía ver su abdomen bien marcado. Su cabello estaba desordenado y con gel porque ese era el propósito, y tenia unos ligeros brillos azules desde las cuencas de sus ojos hasta la ceja.
Vaya, se veía jodidamente atractivo y fuerte. Nikanor lucía como un verdadero vencedor.
Se acerca a mí y me observa de pies a cabeza y luego me mira, no despega su penetrante mirada de la mía.
—Pareces una princesita— recita de forma relajada, me atrevo a decir que un tanto... coqueta —Te ves fabulosa.
—Gracias— yo también lo analizo de pies a cabeza sin disimular el gusto que da verlo así —Y tu te ves...— hago como si encontrar la palabra fuera muy difícil —Majo.
El chico suelta una sincera y corta risa, levanta un poco su cabeza y me mira.
—¿De verdad Fox, eso es lo mejor que tienes?
Me encojo de hombros divertida —No esperes que te bese la mano, Gray.
—No espero que lo hagas tú— Se acerca un poco más y toma mi mano —Lo haré yo.
El chico lleva mi mano cargada de joyas a su boca y con sus suaves y carnosos labios, la besa delicadamente, lentamente, provocativamente.
Me extiende su brazo y lo enrosco en el mío, nos dirigimos hasta donde estaba nuestro carruaje.
Miré a los otros tributos, antes de llegar, Finnick hizo que mi compañero de distrito y yo viéramos las cosechas de los otros distritos. Comenzando por el distrito uno, ambos chicos se ofrecieron como voluntarios, del distrito dos el chico fue quien se ofreció como tributo y la chica era una niña de apenas 12 años. Aparte de los profesionales del 1, 2 y al parecer del chico del 8, todos los demás tributos se venían como unos chicos normales.
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Los Juegos del Hambre «Finnick Odair»
FanfictionHistoria sobre tus Juegos del Hambre. Tú, Finnick... Y Nikanor Gray Libro 1: Terminado. Libro 2: En proceso.