Supe que esto iba a salir mal en cuanto vi las miradas desagradables de Katniss y a Johanna empezar a quitarse los brazaletes de su estúpido atuendo verde.
—Gracias— le dice la chica en llamas.
Obviamente no iba a poder detener a mi amiga del siete así que solo suspiro y me recargo en el elevador, Haymitch me sonríe divertido y me entrega su botella con alcohol, la acepto y le doy un largo trago amargo.
—Mi estilista es un idiota, distrito 7, árboles, leña— dice quitándose todos los accesorios —ah quisiera meterle un hacha en la cabeza. Como te sientes, ahora que todo el mundo quiere acostarse contigo.
Quise reír al ver la cara divertida de Haymitch, puede que sus tributos sean muchas cosas, pero divertidos no es una de ellas.
—No creo que todo el...— comienza Katniss pero Johanna la para.
—No hablaba contigo.
—Ah claro.
—¿Me ayudas? — se acerca a Peeta, se da la vuelta y se detiene su cabello.
—Sí— le responde el panadero insólito.
La cara del sinsajo es... inexplicable. Estaba muy divertida, la verdad es que Johanna y yo compartimos el mismo sentimiento sobre la chica en llamas, es un simple desprecio por ser tan irritante y tan falsa, no sé como han podido creerle su acto de amor. El si la ama, pero todos los vencedores estamos conscientes de que ella no es capaz de corresponderle.
Se escucha el sonido del cierre al ser deslizado y Johanna se da la vuelta, Peeta le asiente con la cabeza gentilmente.
Y es entonces cuando Mason comienza a deshacerse del vestido ante la mirada atónita y excitada de Peeta y la mirada matona de Katniss.
El sexy panadero estaba totalmente embobado y agradecido por el show de mi amiga, mientras que Katniss ni si quiera la veía.
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Y después le guiña el ojo a Haymitich, quien no dejaba de soreír.
Yo estaba entretenida, debo admitir que Johanna siempre me sorprende.
—Gracias—les dice cuando el ascensor para y la chica sale, desnuda obviamente —Debemos volver a vernos.
—Gracias a ti— le contesta el mentor —Johanna Mason, distrito siete.
Cuando dice eso me doy cuenta de que estuve tan entretenida bebiendo y mirando el show que olvidé presionar el botón del ascensor.
—Ay carajo— maldigo mientras lo presiono. Miro sus rostros, el mentor seguía divertido, Katniss estaba impactada y Peeta no podía borrar su sonrisa.
Miro a Peeta, me parece bastante atractivo, vi sus juegos, de hecho, estuve con ellos el día que anunciaron su boda y lo celebraron en el Capitolio, después de la gira de la victoria. Para ese entonces yo me encontraba ahí y el presidente Snow me obligó a ir.
