Capítulo 10

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"El último de todos"

—El diseño de la arena es como un reloj, con una nueva amenaza cada hora pero cada una se queda en su sección— nos explica Katniss —Comienza con los rayos, después la nube de sangre, la niebla, los monos, son las primeras 4 horas. A las 10 aparece la gran ola.

—Wiress, eres una genio— le dice Finnick a la mujer al pasar a su lado, yo le regalo una adorable sonrisa.

Peeta señala con su machete a la cornucopia —La punta marca las doce.

—Ahí son los rayos a medio día y a medianoche.

—¿Dónde caen? — pregunta Beetee.

Señalo hacia el lejano árbol con la punta de mi dedo —En ese árbol de ahí.

—Excelente.

Peeta dibuja con su machete en la arena negra un circulo y lo divide en secciones —Entonces de las 12 a 1 rayos, de 1 a 2 sangre, luego niebla, después monos.

De fondo se escucha la canción alegre que Wiress canta sentada en la orilla de las rocas donde está la cornucopia.

Finnick se pone a mi lado y acaricia el dorso de mi mano tratando de ser disimulado, sonrío para mi misma. Supongo que a los dos nos está costado lo mismo mantenernos alejados y hacer como si nuestra relación fuera la de simples amigos y vecinos.

—De 10 a 11 es la ola— prosigue Katniss —¿Y todo lo demás ustedes vieron algo?

—Nada más sangre— Responde Johanna.

—No importa, mientras nos alejemos del sector que esté activo estaremos seguros— comento, alejándome de Finnick porque estar cerca de él es demasiada tentación.

—Sí, relativamente hablando— continúa Finnick.

Escuchamos el gritillo asustado de Wiress.

Era Gloss, le había desgarrado la garganta con uno de sus cuchillos.

Katniss es la primera en reaccionar, lanza una flecha a su pecho. 

Dos disparos de cañones.

Cashmire sale de otro lado y prepara su cuchillo para lanzarlo hacia Katniss, Johanna empuja a la del doce para evitar que recibiera la daga en el pecho y yo lanzo una de las mías directo al corazón.

La daga se incrusta en la vencedora del uno y el cañón suena al instante.

Veo a Finnick pelear con Brutus, el enorme tributo del distrito dos. Enobaria lanza un cuchillo mientras Katniss prepara su flecha.

Saco dos dagas más con el anillo y los ajusto a mis pulgares, voy tras de Finnick pero Johanna me toma de la muñeca y me impide seguir.

Es entonces cuando la maldita plataforma en la que estábamos parados comienza a moverse. Finnick se acerca corriendo a mi lado y me toma de la mano. No tenemos tiempo para reaccionar cuando comienza a moverse en círculos más rápidos, caemos estrepitosamente.

Me aferro a las rocas para evitar una mala caída, Finnick me mira con ojos asustados y luego a Peeta, quien estaba bajo a nosotros aferrándose a su vida.

Veo el cuerpo de Cashmire caer por la velocidad a la giramos y escucho el grito de Katniss y Johanna al otro lado.

Beetee está por caer pero mi rubio novio toma su mano y lo ayuda a sostenerse.

Giro mi cuerpo cuando las provisiones de la cornucopia comienzan a resbalar. Un cuchillo casi parte al panadero en dos. Veo a Finnick esquivar los obstáculos valientemente.

Los Juegos del Hambre «Finnick Odair»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora