Los Juegos del Hambre «Finnick Odair»

Capítulo 13

"Una nueva oportunidad"

El sudor corría por mi frente aunque estaba temblando de frío, mi cuerpo estaba helado y la herida dolía bastante después de haberla limpiado con agua. Estaba agotada y estaba perdiendo sangre.

Pero Nikanor se veía mucho peor que yo.

Estábamos un poco alejados de la fogata de los profesionales, quienes dormían plácidamente.

Ya era de noche, en este lugar la oscuridad dura demasiado y la luz del día muy poco. Todo el lugar era diferente al distrito. Nada de aquí me recordaba a casa.. excepto el chico Gray.

Lo miré. Estaba muriendo, ya habían pasado unas seis horas desde la picadura. Desde que nos acurrucamos no me he separado de él. 

Al parecer tiene alucinaciones, además de tener todos los síntomas de la picadura: no puede respirar, su presión es muy baja, sangra de la nariz e incluso lo ha hecho del oído, nauseas, vómito y el chico hace un par de horas me dijo que ya no siente la pierna.

Y yo estoy agotada, hice un torniquete en la herida y estoy tratando de mantenerme con vida al menos hasta que Nikanor ya no lo esté. 

Nos prometimos estar para el otro cuando este momento llegara y no pienso romper mi promesa. De todas formas, no puedo huir. 

Cuando el chico despierta me ha dicho que me quiere, que si puedo contarle una historia, aunque solo escucha los primeros dos minutos. Acaricio su cabello y trato de mantenerlo cómodo.

Miro a Nikanor, está sufriendo, siente dolor. Y aunque este así, el nunca dejará de parecerme muy guapo, Nikanor es una persona increíble, ya lo he dicho y lo seguiré haciendo.

No quiero perderlo, pero es posible que yo también muera y así al menos no tendré que recodarme que no pude salvarlo.

Estoy apunto de quedarme dormida al lado del moreno hasta que escucho un pitido constante. Un paracaídas, reconozco el sonido de las grabaciones de otros juegos.

Me levanto con pesadez y tomo una de las dagas.

Creí que Finnick se había olvidado de nosotros, pero ahora veo que no.

Corro hacia el lugar y me agacho donde cayó nuestro regalo de los patrocinadores.

Con las manos temblorosas logro abrir la caja y miro la nota.

"Sobrevivan. -F"

Miré el interior del frasco de metal, era una especie de pomada. Tomé un poco con mis dedos y la olí, reconocí el olor a medicina.

El escribió "sobrevivan" y aquí solo hay la cura para uno de los dos.

Mi mundo una vez más se cae a pedazos. Finnick hace pedazos la poca ilusión que tenía de salvar a Nikanor.

Era una pomada para mí. Solo para que yo pueda salvarme.

No. Me niego a que sea así.

Me acerco con desesperación al paracaídas y me aseguro que no esté el antídoto ahí... y no está. Tomo el maldito paracaídas y lo lanzo lejos.

Carajo.

Me cubro la cara con desesperación, agradezco que sea de noche para poder llorar un poco más sin verme tan frágil. Me muerdo la mano ahogando los gemidos que salían por el llanto.

Finnick quiere que yo viva y que Nik... Deseo creer que no es así, que hay algo más detrás de esto. 

Sabía que yo era su favorita, pues ellos nunca se llevaron bien, pero esto es diferente.