"Y el falso profeta llegara, mostrándose como un ángel más"
Llegamos al lugar, nos sentamos en aquellas sillas libres estando Lotte y yo frente a frente mientras Johan y Karls a los lados, me sentía nerviosa, mi intuición me decía que saliera corriendo pero la razón me decía que debía permanecer en ese lugar, no podía mirarle a los ojos por temor a que me absorbieran por completo.
Al voltear hacia Lotte, notar aquella sonrisa pícara y complacida ante los hechos, pareciendo analizar el momento sacando sus propias conclusiones ante mis acciones, conclusiones erróneas que si supiera la realidad ante mis acciones diría que no he madurado o estudiado lo suficiente para seguirme guiando por aquella parte instintiva humana.
- ¿Qué es lo que estudia señorita Hoffenlieb? - aquella voz dulce y tranquilizadora parecía querer romper la tensión.
- Ah - estaba perdida en mis pensamientos, en aquellos dilemas de dejarme llevar por la intuición o la razón- filosofía y ¿usted? - no volteaba a verle.
- Derecho – su voz tenue y dulce hacia que cualquier chica voltease a verle.
- No seas tímida Berit – me dijo entre risas Lotte.
Decidí volteara verle para ver aquella sonrisa apacible y amable que se dejaba mostrar en aquella miniatura curvatura en sus labios, pensé que ante ello debía ser más cordial con él y que no debía dejarme llevar por aquella intuición.
- ¿Por qué decidió estudiar filosofía? – se denotaba un deje de curiosidad ante ello, haciendo que Lotte y Karls abrieran los ojos en par en par.
- Me encantaría saber lo que se piensa acerca del mundo, el universo y el ser humano, como estamos conectados y con ello encontrar mi propia verdad - decidí sonreírle – y usted ¿Por qué decidió estudiar derecho? – intente tranquilizarme un poco más.
- Quiero defender aquellos que no tiene voz, los niños - aquella tranquilidad en sus palabras me hacían sentir que no era mala persona.
- Eso es perfecto, puesto los niños no saben sus propios derechos y no tienen voz ni voto en ello, realmente es sorprendente que alguien desee hacer eso – llegaron nuestras comidas y comenzamos a comer gustosos.
- ¿Por qué tan callados? – menciono Lotte con regocijo.
- No hay mucho que hablar - seguí comiendo tranquilamente.
- Por cierto Berit ¿usted tiene novio? - Karls al ver esas insistencias decidió hablar para avivar la conversación.
- No - conteste secamente.
- Me sorprende – su voz fue un poco más alto, lleno de sorpresa – usted es una mujer sumamente hermosa, supuse que tenía pareja - rio un poco divertido - seguro tiene muchos pretendientes - dio una sonrisa ligera.
- Realmente no - negué ante ello mirando el rostro lleno de frustraciones de Lotte al ver a su amor de esa manera.
- Pero si traes locos a muchos de la escuela, como al atractivo Gilbert el de economía y ni digamos a los de tu carrera, como se llama ese que anda con muchas chicas- intentaba recordar el nombre – Horts, él ha dejado sus citas por ti, además de - fue interrumpida por mí.
- Lotte no son nada, simplemente quieren jugar, no los veo como pretendientes - hable seriamente, con aquel semblante frio ante la situación.
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El amor de un monstruo
Fiksi PenggemarHabía conocido a un ángel siniestro e imponente, pero con el paso del tiempo me di cuenta de algo, que el pasado siempre regresa y aquello es lo que nos forma día a día, conociendo a un ser tan inmaculado como siniestro, me había enamorado de...