Una ilusión del fantasma

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"Buscando las respuestas damos con  aquello imposible,  recurriendo a los monstruos del pasado, monstruos  que son  despertados por alguien más siniestro"

No podía parar de pensar en ello quizás él  sabía algo que yo no podía recordar, quizás y lo más seguro  es que a Lotte se le diera por decir algo  de mi vida,  la muerte de mi madre ante lo ya hablado, aunque sus palabras me daban a entender que era algo más allá de los recuerdos, un  verdad dolorosa que solo él podía confinarme, puesto  había  sentimientos que al parecer nos conectaban. Era el  antaño, la soledad, el saber que no  éramos queridos.

Sentía aquella conexión con él, de alguna manera éramos similares, pero había algo más dentro de aquel ser inmaculado  que  erizaba la piel, algo siniestro o al menos era lo que decía mi sentir.

Sabía perfectamente bien que para comprender a las  personas tenías que conocerlas,  que no  debían ser juzgadas sin  previo  aviso y por ello  intentaba no guiarme por esos escalofríos que me daban   con  tales personas, ignorar por completo aquellos sentires de la vida, prefería conocerlos y saber si  eran buenos o no para mi persona, no  necesariamente eran  malos, pero a mi criterio  no  era lo que llegaba  a buscas como amigo o  algo más.

En cambio  Johan era diferente, tenía todo lo que buscaba en  un  compañero con  quien conversar, porte, educación,  inteligencia, respetuoso,  era un chico simplemente  interesante, pero ante tanta perfección, notaba que algo ocultaba.

Cansada me metí  a bañar,  después de un día ajetreado decidí  dormir. Los recuerdos llegaban, aquellos de mi niñez, la soledad que me invadía debido  a la ausencia de mi padre y aquellos ojos fríos que me dedicaba como si sintiera que solo  estaba por obligación  conmigo, que no importaba la carne ni la sangre que compartíamos como  familiares, porque ante todo  estaba el  trabajo, las fiestas, las mujeres y yo no  cabía en su mundo más que siendo un mueble más de la casa.

Tenía la ilusión  de que algún día mi padre me quisiera pero poco  a poco  se apagaba debido  a su forma tan distante de ser conmigo. Recuerdo como otras familias iban  al parque junto y jugaban con  sus hijos, mientras yo  estaba sentada en un columpio  siendo empujada por mi propia fuerza y el viento.

Deseaba tener una madre con quien conversar y sentir aquel cariño que  se miraba de todas las madres de aquellos compañeros de la escuela, me sentía sola,  quería que alguien mi quisiera por lo menos un poquito.

Mi padre al llegar a casa siempre tomaba licor,  sabía que él había amado  demasiado  a mi madre, pero esta al  darme luz murió y yo era su  asesina, entendía por qué aquel  repudio hacia mi persona, pero quería creer que algo podía solucionarlo, nunca me había sido mencionado el nombre de mi madre  y por respeto a mi padre nunca le había preguntado para , no hacerle recordar los momentos buenos que seguro añoraba  con  gran recelo.

Cerré los ojos y dormí,  aquel sueño de la infancia regreso, siendo una de mis pesadillas más frecuentes en la vida "No deseo, no  deseo que nazca, es una aberración hijo  de satanás" aquellas palabras con  una voz gélida de una mujer despechada llegaban a mis oídos, mientras solo había oscuridad y el placer de flotar entre el agua se sentía que me asfixiaba más "No me importa que esté en contra de dios, pero si puedo  desarme de él, será lo mejor, no quiero arruinar mi vida, no quiero  a esta criatura"  sentía el  desprecio como me apretaba, como mi corazón dejaba de latir para ir muriendo poco a poco  y darle el gusto  a aquella voz femenina,  cayendo en  el  abismo oscuro, ahogándome entre las lágrimas llenas de rencor y resentimiento "Odio a esta..." ya no podía más,  sentía como todo alrededor era más pequeño, más  sofocante y me estaba consumiendo  rápidamente, mi  respiración  se iba y junto con  ello mi pecho  se oprimía.

El amor de un monstruoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora