Así se podría describir la situación con una sola palabra, Rin fue secuestrada, se peleó con Kakashi imponiendo su "Autoridad", siguió a Obito y en ese instante estaba casi a punto de entrar a donde su amiga estaba cautiva.
Pero los nervios la habían invadido, se sentía con la responsabilidad de proteger a aquellos dos.
—Entraré yo —dijo Jiraide atando su cabello en una coleta alta e inhalando profundo —No se te ocurra hacer una estupidez, mantente con vida, Obito.
Senju estaba dispuesta a bajar, pero Obito la sujetó por la muñeca suavemente.
—Jiraide... Yo...
La ojiazul observo unos segundos al azabache, puso su mano libre sobre la mejilla de Obito, sonrió con amabilidad.
El Uchiha se quedó helado ante el repentino contacto, sintió su cara calentarse rápidamente.
—No te preocupes, Obito, traeré a Rin sana y salva, es mi amiga, después de todo.
—Yo no... —quizo corregir el pensamiento de Senju, pero se arrepintió, ya tendría tiempo de confesar todo lo que sentía —Gracias.
Ella asintió.
—No es nada —se levantó e hizo un sello, se concentró.
Dio un respingo al sentir el chakra tras ellos.
—¿A dónde van?
Inmediatamente desenvaino su katana, antes de que lo tocara si quiera, alguien más cortó el abdomen del enemigo.
Desde el árbol de al lado de ellos, Kakashi les miraba con molestia.
—¡Ka-Kakashi! —exclamó Obito.
—No podía dejarle esto a un jounin estúpido y a un ninja llorón.
—Estoy ofendida —bufó la ojiazul —Pero te lo pasaré por que te grité feo ayer por la mañana, lo siento, Kashi.
El peliplata chasqueo la lengua, estaba a punto de responder.
—¡Obito, detrás de ti!
Kakashi se lanzó para derribar al ninja, pero este logro cortar sobre el ojo del peliplata.
—¡Kakashi! —exclamó el Uchiha.
—Obito, cuida de Kakashi, ya vuelvo —el mencionado, parecía estar al borde del llanto.
—Pero-
—¡Cuida de Kakash-! —abrió bien los ojos por la sorpresa.
Obito volteo con brusquedad, esquivando a Jiraide, clavo el kunai en algo.
—¡Obito, tu...!
Decir que Kakashi y Jiraide estaban impresionados era poco.
—¿Q-Que son... Esos ojos...? —cuestionó el ninja enemigo antes de caer.
—¡Esta vez, yo protegeré a mis compañeros!
Jiraide sonrió orgullosa de Obito.
—Lo hiciste genial, Obito —lo elogio la rubia, tensado su agarre sobre el mango de su katana, se enderezó —Ahora, vamos — musito Senju sonriente —Debemos rescatar a Rin, así que me adelantare.
—Bien —contestó Kakashi.
Jiraide fue directo a donde Rin, al verla, no tardó en percatarse de que estaba bajo un genjutsu.
—¡Liberar!
La castaña tardó un poco en reaccionar, parpadeo varias veces para orientarse, cuando lo hizo, se paró de un salto.
—¡Jiraide! ¿Donde...?
—Ambos están aquí —aseguró sabiendo a quienes se refería.
Kakashi y Obito derribaron al ninja que iba hacia ella, la rubia sonrió orgullosa mientras desataba a la chica.
—¡Vinimos a rescatarte, Rin! —exclamó Obito llegando al lado de Jiraide junto a Kakashi.
—¡Bien, ahora salgamos de aquí enseguida! —hablo Kakashi firme.
—Si.
—Ya veo, tienen un buen trabajo en equipo... Pero siguen siendo niños... Ahora mismo están en manos enemigas —dijo un nuevo ninja llegando a escena.
Jiraide sintió su sangre helarse.
El hombre hizo varios sellos sin darles tiempo a reaccionar.
—¡Doton: Iwayado Kuzushi!
Las rocas sobre su cabeza comenzaron a temblar y desprenderse.
—¡Estamos en problemas! ¡Vayan a la salida! —ordenó Jiraide.
Comenzaron a correr, pero una roca golpeó a Hatake tomando por sorpresa al equipo.
—¡Kakashi! —exclamó Rin.
—¡Obito, espera! —gritó Jiraide al ver que el azabache se regresaba, quizo evitarlo, pero no fue lo suficientemente rápida.
Kakashi fue lanzado por Uchiha hacia ella y Rin.
El terror invadió el ser de la rubia.
—Obito...
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