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Lo primero que hizo Jiraide al llegar a su casa fue dormir, su cansancio era gracias a que tomo una misión difícil, pero bien pagada. Había escuchado de Guy justo antes de irse de Konoha que él y Kakashi competirían en cuanto estuviesen libres, pensó en ir con ellos, pero creyó que sería buena opción esperar hasta la mañana siguiente.
Lamentablemente, justo media hora después de que se durmió, despertó de golpe cuando sintió un ominoso escalofrió recorrer su columna vertebral. Era raro, aquella sensación... Le recordaba a algo que ya había olvidado.
No tardo en levantarse y volver a vestirse adecuadamente, bajó las escaleras, para su sorpresa en la parte de abajo, había algunos animales escondidos.
Era raro, a pesar de que vivía en las afueras de la aldea, nunca se habían metido ahí.
Decidió salirse por la ventana para no asustarlos, algo realmente grave debía de estar pasando.
Corrió lo más rápido que pudo, pudo ver que más lejos de la aldea yacía una barrera, la energía era intensa en aquel lugar, finalmente, pudo notar de que se trataba, sintió su sangre helarse, no dudo en correr hacía esa dirección, pero la detuvieron.
— ¡Oye tú! — le llamo un ANBU apareciendo — ¡Ah, Jiraide-san! — exclamo al verle la cara, Senju lo reconoció como Hirane — ¡Debe alejarse, hokage-sama se está encargando!
—Kushina-san... — Jiraide sintió que el aire se atascó en su garganta.
— ¡Jiraide-san, tiene que ir con los demás! — pidió el peliverde.
De nuevo, no se vio capaz de intervenir, estaba terminantemente prohibido unirse a la lucha, se vio obligada a moverse al centro de la aldea, recién había sido atacado y destruido.
—Todo estará bien, Jiraide — aseguró Kakashi.
Cerca de la media noche, el cuarto hokage lo logró, encerró al Kyubi.
Deshicieron la barrera, todos sus compañeros se dispersaron para buscar a sus familiares, excepto Kakashi, a lo lejos, recién llegando, Jiraide pudo ver al tercer hokage, llevaba un bulto en brazos.
— ¡Sandaime-sama! — exclamo Jiraide corriendo hacia él — ¿Dónde esta hokage-sama y Kushina-san? ¿Lograron...? — se quedó callada al ver que el tercero le tendía aquel bulto con cierto cuidado.
Senju lo tomó en brazos con delicadeza, era un bebé.
El bebé.
—Kushina dijo "Jia es la persona en quien más confio, sé que será difícil de asumir esto para ella, pero deseo que cuide de mi hijo como sabe que yo lo haría"
Jiraide soltó una temblorosa exhalación, bajo la mirada hacía el bebé conteniendo las lágrimas.
—Pero no estas obligada a aceptarlo, también me pidió cuidarlo en caso de que te negaras.
La rubia negó un par de veces.
—Yo... Yo cuidare de Naruto — susurro con lentitud.
—Entonces, será de esa manera... Yo... Debo hacer recuento de los daños.
—Sí, sandaime-sama — respondió Jiraide dándose media vuelta, su labio inferior comenzó a temblar, así que lo mordió con fuerza.
Kakashi corrió hacia ella inmediatamente.
— ¿Dónde está sensei? — cuestiono el peliplata.
Senju negó, Kakashi vio al bebé en brazos de la fémina. Lo entendió todo.
—Debo irme a casa, nos vemos mañana, Kakashi — fue lo que Jiraide pudo decir antes de irse.
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N/A:
No me pude aguantar hasta mañana, tenía que publicar este y el siguiente, si o si.
