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Jiraide bostezo mientras escuchaba la palabrería de Hiruzen sobre los exámenes chunnin, se había levantado temprano solo para ver aquello, milagrosamente pudo pasar aún si no tenia un equipo.
—Bueno, llego el momento de escoger a nuestros candidatos para los exámenes chunnin, para empezar, den un paso al frente los encargados de los gennin recién graduados.
Kakashi, Kurenai y Asuma dieron algunos pasos al frente.
—Kurenai, Asuma, Kakashi ¿Hay alguien en sus equipos que recomienden para esta prueba? Solo...
Si era honesta, estaba ahí fingiendo que le interesaba escuchar las palabras extra del hokage, solo quería saber si sus niños serían recomendados. Naruto deseaba subir de rango, seria el segundo paso para ser hokage, Sasuke por supuesto, no deseaba quedarse atrás al igual que Sakura.
—Yo, Hatake Kakashi, recomiendo a los tres gennin de mi equipo para esta prueba.
—¡Si!
La emoción de Jiraide tal vez fue demasiado audible, las miradas se posaron sobre ella, así que, avergonzada, fingió demencia. Aunque para nadie era un secreto el cariño de Jiraide hacia el equipo siete.
Diablos, probablemente sus niños tenían un potencial mayor al esperado.
Al salir, Kakashi la sujetó por el cuello de su chaqueta antes de que escapara, justo como cuando eran niños y ella hacía alguna travesura junto a Obito y Rin.
—¿Como diablos te colaste?
—Te juro que le pedí permiso a lord hokage.
—Ajá —masculló el peliplata mientras avanzaba a paso tranquilo luego de soltar a la más baja —Mira que tienes suerte, hoy me siento solo y también indispuesto a pagar tres tazones de ramen, te llevare a comer a ti en lugar de mi equipo.
—¿No te has pensado que tal vez yo quiera esos tres tazones?
—Correré el riesgo.
Senju lo miró de reojo por unos segundos con una sonrisa divertida antes de devolver la mirada al frente.
—¿No se te ha asignado una nueva misión? —preguntó casual el peliplata metiendo ambas manos a sus bolsillos.
—No, aún no, espero que Lord hokage no lo haga hasta que pasen los exámenes chunnin, quiero ver a mis niños durante el examen.
—En todo caso, te informaré de lo que suceda.
—Gracias, 'Kashi.
—¿Cual gracias? Me debes una semana de desayunos.
—Tienes suerte de que siempre preparo porciones extra.
El olor a takoyaki envolvió la nariz de la rubia en cuanto llegaron a la zona de restaurantes, pero no fue como siempre, sintió una leve repulsión ante el olor, llevó una mano a su nariz.
—¿Que sucede? —preguntó Hatake.
—Nada —respondió ella.
Cuando llegaron a Ichiraku, la variedad de olores ya tenía mareada a Jiraide, Kakashi palmeo su espalda suavemente cuando se sentaron.
—¿Te hizo mal la comida que prepararon los mocosos? —preguntó al ver lo pálida que estaba su compañera.
—No lo sé.
Era una posibilidad, Naruto y Sakura juntos en la cocina no era ideal, Sasuke había decidido hacer huelga luego de ser juzgado por sus vegetales salteados por parte de Uzumaki.
—¡Buen día! —saludó Teuchi —¿Hoy será lo mismo para cada uno?
—Si, por favor —respondió el peliplata.
—De acuerdo, no tardo mucho.
Ambos esperaron por el tazón. Jiraide se arrepintió de pedirlo.
El olor le provocó una arcada que logro disimular, pero no lo suficientemente bien.
—¡Felicidades! —exclamó Teuchi —¿Se casaran después del parto o antes?
Kakashi y Jiraide voltearon a la velocidad de la luz, diciendo lo mismo al unísono.
—¿Que?
El mayor soltó una risa.
—Mi esposa solía tener nauseas incluso con lo que era su comida favorita ¿Es el caso de la señorita?
La rubia negó rápidamente.
—¡No, no! Kakashi y yo solo somos amigos —aseguró —Y no estoy embarazada.
—Ya veo, me he equivocado —comentó él con una risa.
Al final de la comida, Jiraide fue al médico a pedido de Kakashi. Los resultados no tardaron mucho.
—Tengo dos noticias ¿Cual quiere saber primero? —cuestionó la doctora.
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