Un hogar, constantemente necesita de remodelaciones, los gustos de los niños cambian y al crecer, los muebles quedan pequeños.
Naruto recientemente pidió una cama con un bonito diseño infantil, Jiraide no dudo en acceder y comprarla para él agregando unos cuantos muebles que combinaban con la cama.
El niño habia decidido pasar el dia en la casa de Sasuke, así que tenía tiempo libre, abrió las ventanas sintiendo el aire frío, ventiló su hogar, se dedicó a pintar las paredes y limpio a consciencia.
También, tuvo una visita.
Jiraide se sobresalto al sentir de repente una presencia en su casa, se asomó por el marco de la puerta y alcanzó a ver la ancha espalda de cierto hombre.
—¡Obito! —exclamó la rubia corriendo a abrazarlo, se colgó de su espalda.
El azabache soltó una risilla, estiró su mano para acariciar el cabello ajeno.
—Jiraide ¿Como estas?
Obito aparentaba temer entrar a la aldea, no fue hasta ese día que se atrevió a aparecer en casa de ella, le había revelado el poder de su doujutsu tiempo atrás.
Los muertos no hablaban por lo que nadie le revelaría sus acciones pasadas a Jiraide.
—Mejor ahora que estas aquí — ella se bajó de un salto, esperó a que el azabache volteara su cuerpo hacia ella y envolvió sus brazos en el de Obito—¿Ya almorzaste? —preguntó haciéndolo caminar en dirección al comedor que estaba adjunto a la cocina.
Él se quedó callado unos segundos mientras bajaba la mirada, no dijo nada.
—Eh... Yo... No —balbuceo sintiendo un repentino calor, llevó una mano para estirar el cuello de su camiseta.
—Te prepararé algo de comer —dijo soltando el brazo ajeno.
Llevaban un tiempo frecuentandose en las afueras de Konoha, exactamente, un año y medio. No era nada sorprendente, pero seguían estancados en el nivel de amigos por las repentinas apariciones de Obito "avergonzado".
Pero Jiraide no se rendía fácilmente, siempre se mantuvo firme.
Su gato, Jikan, quien rondaba por ahí, soltó un gruñido hacia Uchiha, Jiraide alzó una ceja al escuchar esto.
—Oh, vamos, no gruñas.
Pero el gato permaneció esperando un movimiento en falso para gruñirle de nuevo, su pelaje se había erizado.
Jiraide continuó su camino a la cocina con la mente comenzando a revolverse.
Los gatos amaban a Obito, al menos, eso hacían antes ¿Por qué Jikan que era un gato realmente dócil le gruñía?
Obito, ignorante de los pensamientos ajenos, observó a Jiraide, ella se movía tranquilamente por la cocina, cortaba los vegetales con precisión y delicadeza, su melena rubia platinada ondeaba suavemente.
Se sintió privilegiado de poder verla prepararle el desayuno.
Hasta que alguien tocó la puerta.
Jiraide y Obito conectaron miradas con velocidad, la rubia hizo una seña y el azabache asintió, inmediatamente se ocultó.
Senju caminó a la puerta, abrió.
—Jiraide.
—Kakashi —saludó la ojiazul con una sonrisa —¿No tenias una misión hoy?
Hatake entró a la casa con confianza, se sentó justo en el lugar donde Obito estaba antes.
—Algo así, pero terminé bastante temprano, pasé a darle un vistazo a Naruto.
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Eterno - 永遠 || Uchiha Obito
Fanfiction❝Y aún si nos separa un mundo entero, prometo encontrarte❞ -Historia alternativa de "F I R E - 火 || Hatake Kakashi x Fem Reader!" -Capítulos cortos.