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—¡Feliz cumpleaños! —exclamó Jiraide cuando entró el peliplata, disparó el cañón, pero debido a que estaban a menos de un metro, le dio en la cara, afortunadamente no dolió.

—¿Gracias?

—Pffft, perdón —la rubia carcajeo —Ven, ven, hoy preparé una receta que una anciana de Ryotan me enseñó.

—¿Voy a ser envenenado? —cuestionó yendo tras ella.

—Eso lo tienes que averiguar tu —respondió ella apuntando la mesa del comedor.

Hatake observo el pastel mal decorado, se veía feo, pero seguramente sabía bien.

—¿Si es comestible?

Jiraide se encogió de hombros.

—Yo estoy ocupada ¿Si? Solo come y averigualo.

—Esperaré a morir después del desayuno.

—Cómo quieras.

Kakashi observo con detenimiento a Jiraide como todas las mañanas.

Senju comenzó a cortar con rapidez las verduras, no parecía sentir su mirada sobre ella.

Le llamaba la atención la manera en que cortaba tan bonito, pero velozmente los vegetales.

—La tercera quedó más gruesa que las demás —comentó Hatake.

—Entonces cortalas tu —respondió la rubia en un bufido.

—De ninguna manera, tengo que aprovecharme de tus dotes culinarios.

—Ah, cierra la boca, Bakakashi —contestó la rubia divertida.

El peliplata soltó una leve risa.

—No es por criticar, pero con esa camiseta te vez muy chiquita —era cierto, ella usaba pantalones sueltos y camisetas cerca de dos o tres tallas más grandes que la suya para dormir, así que de alguna manera le daba ese aspecto.

—Chiquita tu-

—¡Jiraide! —exclamó Kurenai entrando como si fuera su casa, cuando llegó al comedor, alzó ambas cejas —Ah, hola Kakashi, feliz cumpleaños.

—Gracias —respondió tranquilo.

—¡Adivina que! —exclamó la azabache colocándose al lado de Jiraide con un par de zancadas —Escuché que le gustas a Tadaichi, nuestro senpai ¡Eso es increíble! Su cara es muy bonita.

—Bleh, Tadaichi-san es demasiado molesto —respondió Jiraide aún picando los vegetales —Habla mucho y resulta desesperante, quiero decir, Obito hablaba mucho, pero era soportable y siempre me agrado.

Kurenai carcajeo.

—¡Oh, vamos! A este paso te quedaras soltera.

—Si eso sucede, me casaré con Bakakashi, es tan idiota con las chicas que te apuesto a que vivirá soltero el resto de su vida.

—Estoy aquí ¿Sabes? —bufó Hatake.

—No te voy a contradecir por que es lo mas verdadero que he escuchado en estos cinco segundos —se burlo Kurenai.

—Par de idiotas —respondió el peliplata metiendo un dedo en el glaseado, sabía bien, no era tan dulce como esperaba.

—¿Me regalas un pedazo de pastel? —cuestionó Yuhi.

—No.

—Le pregunté a Jiraide.

—Pero el pastel me pertenece.

—No me agradas —bufó Kurenai —En fin, me voy, le dije a Asuma que iría a verlo.

—Eso me suena a romance —se burlo Senju.

—¡Cla-Claro que no! —exclamó la pelinegra antes de salir corriendo—¡Ya me voy!

—Rara —mascullo Kakashi mirando hacia donde Yuhi se fue.

El peliplata se sobresalto cuando sintió a Jiraide jalar su máscara de golpe descubriendo su cara, no la sintió venir.

Ella le metió una cuchara en la boca.

—¿La salsa esta bien con ese tanto de sal? —preguntó la rubia.

Hatake resoplo observando la expresión tranquila de la fémina, pero saboreo la salsa.

—Esta bien así.

—Entendido —ella se dio media vuelta para ir a dejar la cuchara en el lavabo.

Kakashi se levantó.

—Pero le falta condimento, muévete, novata — ordenó el peliplata.

—¡Lávate las manos antes!

Al menos ellos dos fueron capaces de disfrutar el último mes que restaba antes de la tragedia.






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N/A:

#miedo #terror #kunno



Eterno - 永遠 || Uchiha ObitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora