◇Mi Reina◇

8.

Yo tenia algo muy claro, todos eran idiotas, TODOS, lo eran, por que demonios Karube se fue con Aguni y dejó solo a el pendejo de mi hermano sabiendo lo impulsivo que llega a ser.

—Joder...

Estaba desesperada, Arisu se estaba acercando a la puerta donde estaba oculto el símbolo, ¿como lo deduje? Pues fácil, la cosa al ver que un chico de gorra se acercaba a la puerta disparo hacia allí como si su vida dependiera de ello, cosa que supongo no está muy lejos de la realidad.

—Okey, empezó el juego.—exclamó el chico a mi lado para luego dirigirse a él ascensor.—¿No vienes, hermosa?—me miro cuando paso a mi lado, yo solo negue con la cabeza.

—Adelantate, voy a ayudar a Karube un poco.—me amarre el cabello en una coleta alta para que no me molestara.

—Como quieras.—estaba furioso.—Pero que sepas que si te mueres, te mato.—me señaló con su dedo para luego darme la espalda y acercarse al ascensor. Cuando estuvo dentro me miró y habló por última vez.—No te lastimes, tenemos una conversación pendiente.—Sin más las puertas del ascensor se cerraron.

Solté una pequeña risa negando con la cabeza, mire mi celular, solo faltaban cinco minutos, estoy seria fácil.

Corrí a las escaleras, si se preguntan por qué no tome el ascensor pues la respuesta es sencilla, era mejor calentar bajando las escaleras.

Luego de unos dos minutos, ya había llegado a bajo, faltaban al rededor de tres minutos. Me asome por las escaleras y vi a Aguni y Karube, pelear contra la cosa, Karube estaba herido, y Aguni tenía una herida en la cara, eso le iba a dejar una cicatriz.

Mire a el suelo y cerca de mi se encontraba un extintor, con cuidado de que la cosa no me viera lo tome en mis manos, y aprovechando el forcejeo que tenia con Aguni se lo estampe en la cabeza, quedo inconsciente, por si las moscas le pegue otras tres veces más con la misma fuerza.

—Yo creo que ya esta muerto, niña—Aguni había hablado en un tono divertido, mirándome con una sonrisa, la cual le devolví. Mire detrás de él como estaba Karube mirando con atención el walkie talkie, de el provenían pequeñas palabras que si yo no supiera de qué se trataba no entendiera nada.

FELICIDADES HAN COMPLETADO EL JUEGO.
TIENE CINCO DÍAS DE VISA.

Mire a Aguni indicándole que yo me encargaba de él chico detrás de nosotros, el me miró para luego irse.

—¿De que playa está hablando?—miro en mi direccion buscando a Aguni pero él ya se había ido.

—Luego contesto toda las preguntas que quieras, guapo, pero primero vamos a ver esas heridas.—me acerqué a el y le pedí permiso para alzar su camisa. Tenia una larga herida en la parte del abdomen, si no se trataba rápido podía infectarse.

—Karube.

—Arisu, ven a ayudar a cargar a este animal.—mi hermano que apenas había llegado, estaba como en trance.—¡Arisu! Ayúdame te digo.—el reaccionó por mi pequeño grito y rápidamente me ayudó a levantar lo del suelo.

Estábamos en la salida luego de ayudar a Karube a caminar, estaba esperando que saliera Chishiya, para decirle que me iba a ir con mi hermano y Karube para ayudarlos, luego nos encontraríamos en la playa,  además necesitaba saber que tenía Chota, y como le caen tan mal los dos últimos mencionados sabía que no querría venir conmigo.

—Ey, amor.—lo llame en cuanto lo vi en la entrada, el me miró, para soltar un suspiro de alivio, se acercó a mí rápidamente.

—¿Amor?—me había olvidado que todavía estaba ayudando a Karube a mantenerse en pie, y Arisu estaba también, los miré de reojo, estaban serios.

—Se los explico luego.—volteé a mirar a Chishiya el ya se encontraron frente a mi,se encontraba serio, pero ni eso ni la presencia de mi hermano y mi amigo evito que me diera un pequeño beso en los labios. En vez de apenarme o algo quería más, pero sabía que no era el momento, así que me conforme.

—Que pasa, hermosa.—miro de reojo a los dos chicos que estaban a mi lado, para luego mirarme y suavizar la mirada enseguida.

—Me tengo que ir con mi hermano.—él me miró sorprendido para luego retroceder un poco, como si lo hubiera golpeado o algo.

—¿Que?

—De verdad, lo siento, es que Karube esta lastimado, y Chota igual. Te diría que vinieras pero se que no lo vas hacer.

—Esta bien.

—Esta bien, ¿que?

—Voy contigo, solo dame un momento.—se alejo un segundo, y se acerco al carro donde nos estaba esperando Aguni, hablo un poco con el para luego darle la carta que habíamos conseguido en el juego, después de unos minutos Aguni arranco el auto, Chishiya volteo para caminar en nuestra dirección.—Listo, ahora a donde vamos.

Metió sus manos en los bolsillos de su buso, yo tenia uno igual, ya que para jugar no me iba a dejar el traje de baño, así que me pise unos shorts deportivos y un buso del los mismo que el solo que negro.

—Sigan me.—me pareció gracioso que Karube dijera eso en la posición que se encontraba, literalmente Arisu y yo lo llevábamos cargado.—Si, ríete minion, ya veremos quien ríe de último.

Le golpeé la herida suavemente, pero sabría que le dolería igual.

—Eres una idiota.

—Y tú un imbécil.

—Enana.

—Loco.

—Bruja.

—Rubio mal teñido.

No las pasamos así todo el camino, hasta llegar al hotel, Arisu y Chishiya solo se quedaban en silencio mientras nosotros dos nos insultaban mutuamente.

Ya habíamos soltado al rubio por petición suya, yo iba al lado de el y Chishiya, del otro lado de Karube se encontraba mi hermano.

—...Por eso los niños no te quieren.

—Con que con esas estamos. Pues por caliente te despidieron.—el abrió la boca para decirme algo pero otra voz lo interrumpió.

—¿Kima?—mire en dirección a esa voz.—¡Kima!

Era Chota, rápidamente fui a su encuentro, no me le tire encima para no lastimarlo, pero si que lo abrace y muy fuerte.

Todas las personas que amaba se encontraban aquí, y tenía algo muy claro.

No dejaría que nada les pasara.