◇Mi Reina◇

28.

CHISHIYA

No me había equivocado, Kima se encontraba hablando con el chico de camisa azul.

Se me hacía conocido, y sabía que no era nada bueno, el que Kima se le acercara justamente a él.

Minutos atrás la chica de vestido azul me había preguntado a mi y al chico que se encontraba conmigo si queríamos estas en su grupo, para deshacerme de ella le dije que si.

Me mantuve apartado viendo a todos, y de vez en cuando me enfocaba más en el chico que estaba con Banda.

Ya sabia quien era, se me hacia conocido por que lo había visto en la televisión, estaba condenado a muerte por haber asesinado a cuatro mujeres, con mucha más razón no lo quería cerca de Kima, el problema es que ella lo sabía.

Pero bueno, regresando al tema del chico, el se veía muy sospechoso, nadie en su sano juicio se acerca a un asesino sin tener a alguien de confianza en el lugar, o alguien a quien manipules, así de sencillo.

Kima que se había mantenido todo el tiempo cerca de Banda y el otro chico, se alejo de ellos para entrar a el lugar donde se encontraban los suministros.

La miré cuando pasó por mi lado, ella ignoro mi presencia.

Todos se estaban diciendo su símbolo en el centro del lugar, yo solo los veía atento a todos y cada uno de ellos.

Volteé a ver a la pareja, el hombre de traje le daba la espalda a la chica para que le dijera su símbolo, ella sin pensarlo dos veces se lo dijo, y luego el le dijo el de ella.

Mire abajo donde antes se encontraban Kima con los otros dos locos, para verlos diciendo su símbolo, Kima se había ido antes, era obvio que ella no confiaba en ellos.

Caminé, cuidadosamente hacia el lugar donde estaba Kima, asegurándome de que todos estuvieran distraídos para no darse cuenta.

La encontré sentada en unas sillas con mesas que se encontraban en el lugar, ella no me había visto entrar, pero seguramente si me había escuchado, ella sabía que era yo, me acerque y levante su cabello para ver su símbolo, ella en todo momento me daba la espalda.—Espada.—me miro sobre su hombro, para luego levantarse, y darme un beso.

Salió del lugar no sin antes decirme mi símbolo, y como lo pensaba era el que el chico minion me había dicho.

LLEGO LA HORA DE RESPONDER, POR FAVOR ELIJA UNA CELDA Y ENTRE EN ELLA AHORA.

Camine a pasos lentos hacia una de las celdas, escuchando como todos los demás hacían lo mismo, me adentre a esta sin darle la mayor atención al lugar, me quede parado de espaldas viendo a la pared, escuche como la puerta detrás de mi se cerró.

POR FAVOR, DEN SU RESPUESTA.

Hable sin dudar.—Diamante.—y tal como lo espere no sonó ninguna explicación.

Sonó, como una especie de alarma para que luego se escuchara la puerta desbloquearse, me di la vuelta para salir de la habitación.

Mire a los demás, viendo a Kima ella también me miraba, con una sonrisa, la verdad es que nuestro plan de simular que no nos conocíamos iba hacer más complicado de lo que había pensado.

Banda se acercó a ella, y le dijo algo que no escuche, ella soltó una risa para luego decirle algo.

Los deje de mirar sabía, que si los seguía observando nada iba a terminar bien.

—Wow.—se escucho una voz irritante.—Que sencillo fue esto.

Yo solo la ignore y empece a caminar, viendo como el chico que había ayudado salía, de su celda con una sonrisa en la cara, se inclino un poco dándome una pequeña reverencia.

Lo mire para continuar caminando.

SEGUNDO TURNO, COMIENCEN.

Escuche como mi collar cambiaba de símbolo, solté un pequeño suspiro.

En frente mío se encontraba el grupo de ilusos que seguían a la chica rara, se estaban dando las gracias.

Me coloque cerca de Kima, pero siendo discreto, me encontraba como a algunos dos metro y medio de ella, y de los dos hombres con los que estaba cuando escuché como hablo el buso gris.—¿Sabes, cuanto tiempo durará esto?

—Ya sea que el Jack comience a mentir o alguien con mucho miedo lo haga primero, este juego nunca tendrá final, hasta que suceda.—hablaba casi en un susurro.

—Exactamente.—hable yo, con los brazos cruzados.

—Mientras estemos en grupos, vamos a estar bien.—me miro con una sonrisa, estando seguro de lo que decia, de verdad que era muy ingenuo.

—Yo si fuera tu no estaria tan seguro.—mi chica lo miro, con una pequeña sonrisa en los labio, algo me decia que el chico le daba ternura.—Las personas llegamos hacer de todo para sobrevivir, y si de eso depende ganar este juego, te aseguro que no va a durar tanto como parece.

Banda, la miro con atención desde donde se encontraba agachado, parecia que estaba analizando a Kima.

—¡¿Que no entiendes?!—un chico cayo al suelo muy cerca de donde nos encontrabamos, aparecio un hombre, era obvio que el lo habia empujado.—Dime la respuesta, imbecil.—le volvio a gritar al chico.

Vi como Kima se iba acercar a ellos, pero una mano se coloco en su hombro antes de que yo la pudiera detener.—Dejame a mi, linda—Banda quito la mano del hombro de Kima para acercarse al chico en el suelo. Me habia enojado mucho, ver esa mano en el hombro de mi novia, no sabia de donde habia saccado tanto control para no arrancarsela.

De algo estaba seguro, y es que antes de Kima yo no era celoso, pero ahora simplemente no lo puedo controlarlo.

Banda se acerco al chico para ayudarlo a levantarse.—¿Estas bien?—se acerco al chico aun en el suelo y le susurro algo, era algo obvio que le habia dico que le mintiera, la cara del chico lo decia todo.

Banda se mantuvo detras del chico cuando el hombre se acerco de nuevo.—Quieres que te golpee de nuevo.—hablo este para luego, tomarlo del cabello levantandolo del suelo, dispuesto a golpearlo de nuevo, Banda al ver esto se levanto.

Cuando le dio el primer golpe al chico este cayo al suelo de nuevo, el otro tipo no perdio el tiempo y se acerco tomandolo del cabello nuevamente.—La respuesta, ¡Ahora!

—Trebol.—hablo antes de ser golpeado.

—¡Que!

—Es trebol.—hablo con impotencia.

El tipo sonrio para darle unas palmadas algo fuertes en la cara.—La proxima vez dimelo antes.—y lo solto abruptamente.

Kima le hablo al hombre en uno de los idiomas que manejaba mejor, el español.—No abra una proxima vez, idiota.—lo dijo alto, y todos la miraron con curiosidad, hasta el hombre que habia pasado por su lado pero ella solo ignoro a todos para salir del lugar. Sabia que solo yo habia entendido lo que habia dicho.

Ippei al ver que ese no era su simbolo intento hablarle, pero yo me adelante y lo detuve.—Shh, ahora es que empieza el verdadero juego.