16.

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CHISHIYA

Esto era un mierda, una jodida mierda, es que solo a mi me pasaban estas cosas, la única chica que e querido en mi vida, se encontraba en una caja gigante, en la cual podía morir intoxicada.

Mantuve la calma lo más que pude analizándo todo, era obvio que ella no podía hacer el mínimo ruido, y se que en la caja donde la vi entrar lo más seguro es que ya no se encontrara allí.

Vamos piensa, piensa.

Esto me resultaba inquietante.

No estaba pensando con la mente fría.

Solo tenia treinta minutos.

Intente calmarme, baje la mirada y cerré los ojos, pensé en lo que iba a pasar si no me enfocaba. El simple echo de imaginarlo me hizo regresar a la realidad, así que obligando a mi cuerpo a calmarse y a mi mente a trabajar, empecé a recolectar la información que tenía hasta ahora.

Okey, eramos ocho participantes, cada uno tenía una pareja, no todos eran amigos, o personas cercanas, así que iba hacer fácil para ellos, ya que solo moría la persona en la caja...

O ¿no?

En la mayoría de los juegos, cuando son en pareja, y se trata de ayuda entre ellos, si uno muere el otro igual, así que, también el que está fuera de la caja va a morir si no adivina la respuesta correcta, en las reglas del juego en ningún momento dijeron que el que estaba fuera de la caja no iba a morir, nunca especificaron eso.

Y hablando de las reglas.

Mire en dirección a las cajas, eran grandes, y estaban tan unidas que parecían una sola, de no ser por las pequeños espacios que las dividían.

Mire a las cajas que estaban al lado de las de Kima, para encontrarme con algo curioso.

Se lograba ver el interior de una de las cajas, atraves de las pequeñas divisiones que las separaban una de la otra.

Cada una de las parejas tenían cajas distintas, uno de ellos debía ingresar en una de ellas, las cajas eran negras, como una especie de vidrio polarizado.

Oh, ya tenia la respuesta, como no lo había entendido antes, cuando en las reglas me dieron la respuesta.

No iba a decir la respuesta ahora, la iba a decir cuando todos estuvieran tan desesperados como para no escucharla.

No había caído en cuenta de que la respuesta estaba en las mismas reglas por que el miedo de perder a Kima me cegó, tenía que trabajar en eso, si no quería que algo malo le pasara a ella.

[...]

Ya habían pasado veinticinco minutos, y solo quedábamos un chico más y yo, el si parecía cercano a la chica que estaba dentro de aquel lugar, lo supe en el momento en el que lo vi llorar al saber que no tenía idea de como sacar a la chica.

Lo entendía, Kima significaba mucho para mi, y no sabría que hacer si el algún juego no la pudiera salvar.

Había confirmado mi teoría de que los que se encontraban fuera de la caja también morían cuando vi como una chica decía una caja al azar después de que yo descubriera la respuesta, cuando ella dijo que era la de la izquierda todos vimos como un rayo la atravesó, también se escuchaban los gritos de la otro chica en la caja.

Me causó un miedo increíble al pensar que esa abría sido Kima, si no hubiera pensado bien.

FALTAN TRES MINUTOS PARA QUE EL JUEGO TERMINE.

La voz robotica dio el aviso, sacándome de mis pensamientos.

Decidí que ya había pasado mucho tiempo sin Kima así que hable.—Se encuentra en la caja.—se escucho como, la anteriormente mencionada se abría, para que luego saliera una Kima corriendo en mi dirección.

Pensé que me iba abrazar o algo, pero cuando estuvimos frente a frente lo que hizo fue golpearme el pecho, no lo hizo duro.

La mire divertido.—También te extrañe, hermosa.

—Eres un pendejo, ¿por que no me sacaste antes? Estaba harta de estar allí adentro.—ella sabía que yo había adivinado la respuesta, desde hace tiempo, no me sorprendio, me conocía bien.

Iba a contestarle, pero como era costumbre nos interrumpieron.—Oiga.—se escucho la voz de un chico, los dos miramos en aquella dirección, y lo vimos junto a una chica a su lado. Levante mi ceja, serio esperando que hablara.—Gracias por ayudarnos.

Yo solo lo mire, sabía a lo que se refería, yo hubiera podido esperar otro momento para decir la respuesta y que el también muriera junto con su compañera. El creía que yo lo había echo para ayudarle, lo que el ignoraba es que lo hacia por la hermosa chica que tenía a mi lado.

Yo había dicho la respuesta, por que no quería estar más tiempo alejado de ella, eso era todo.

—Si, pues no creas que lo hice por ti.—el me miró para luego mirar a la chica a su lado. Al parecer había entendido otra cosa. Antes de que dijera algo más hable.—No lo hice por ninguno de los dos—aclare.

—Lo que el quiere decir.—mi chica hablo antes de que yo dijera algo más, haciendo que el chico la mirará con suma atención, quedando embobado.—Es que no hay de que.—les dio una pequeña sonrisa, el chico se encontraba idiotozado, joder como lo entendía, pero eso no evitaba que me diera ganas de matarlo a golpes. Mire a la chica a su lado esperando que hiciera algo, pero me lleve una sorpresa al ver que me estaba mirando del mismo modo que el chico miraba a mi novia.

—Disculpen nuestra mala educación.—el idiota hablo de nuevo. Me quería largar de allí.—Mi nombre en Mitagi Aku, y el de mi hermana es Mitagi Sato.

Joder, eran hermanos, ya muchas cosas tenían sentido. —Pues mi nombre es Arisu Kima, y el de mi novio es Chishiya Shuntaro.

Note lo que hizo de inmediato, se había dado cuenta de como me miraba la chica, y también de como la miraba ese tipo, a lo que dejó todo en claro enseguida.

Sonreí un poco.

—Oh, fue un gusto nos tenemos que ir.—la chica hablo por primera vez, jalando a su hermano del brazo, para salir del lugar de juegos rápidamente.

Cuando estuvieron afuera del lugar Kima y yo empezamos a reírnos como locos.

Cuando paramos la tomé de la cintura acercandola a mi.—Esa es mi chica.—tome sus mejillas entre mis manos y la besé.

◇Mi Reina◇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora