◇Mi Reina◇

18.

KIMA

Estaba agotada, sentía que me iba a caer en cualquier momento, después de que Chishiya y yo hicimos el amor, caímos rendidos en la cama, y a la mañana siguiente muy temprano, tocaron la puerta, yo me desperté inmediatamente, tenía el sueño muy ligero, y Chishiya igual, el para evitar que me vieran desnuda, fue hasta la puerta para ver quien era.

Cuando entro de nuevo dijo que teníamos que cambiarnos e ir, a la sala de juntas, yo me levante con cuidado, el se había metido al baño, yo lo seguí y vi como de cepillaba los dientes yo pasé de largo para meterme y bañarme, al salir el entro a bañarse y yo me cepille los dientes.

Salimos de la habitación a paso lento.

—Mande a llamar a tu hermano.—me miro el cuello por un momento.—Creo que lo que paso es muy serio y creo que va a ayudar a nuestro plan.

—Espera un momento, mi hermano sabe del plan.—estaba sorprendida.

—Si, nos va a ayudar en una parte.

Lo mire seriamente.—¿En que parte?

—No es nada de lo que te tengas que preocupar, hermosa.

Freno para colocarse frente a mí, me tomó por los hombros para rozar mi cuello con sus dedos.

—Confía en mi.—sonaba como una suplica.—Por favor.

—Esta bien, lo hago.—toque su mejilla con mi mano.—Ahora dime, que carajos tengo en el cuello.

El se puso nervioso, si, NERVIOSO, repito Chishiya Shuntaro, estaba nervioso.—Emm, es una historia graciosa.—levante una de mis cejas.—Pues anoche, cuando te hice mía, puede ser que.—el hizo una pausa.

—Puede ser que, ¿qué?

—Que te haya echo unos chupones en el cuello.

—Ah, era eso.

—Pensé que te lo ibas a tomar con más histe...—no había terminado de hablar cuando yo estaba hiperventilando.—Okey me callo.

—¡¿Que hiciste qué?!—le grite en la cara cuando recupere el aire.

—Hermosa, no se notan tanto.—el miró mi cuello nuevamente.—Okey, si se ven, demasiado.

—Ay Dios.—me agarre la cabeza con más manos.

—No entiendo por qué tanto drama.

Lo mire seria para luego explicarle.—Hace dos años, Karube llego con chupones, a una salida que teníamos.

—Que tiene que ver ese animal en todo esto.

Yo levante la mano para que me dejara hablar a mi.—Ese día todos lo molestamos, diciendo que los que se dejaban hacer chupones eran las personas dominadas, Chota, Arisu y yo juramos que nunca íbamos a dejar que no hicieran esto.—me señale el cuello, con cara de sufrimiento.

Chishiya me miró para luego soltarse a reír como loco.—Hermosa, vamonos a la reunión luego hablamos de esto.—se limpio las lágrimas que se habían salido de sus ojos, y me tomó de la mano con una sonrisa en el rostro, para luego jalarme en dirección a la sala de juntas.