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Narrador Omnisciente:
Julián empacaba para el viaje cuando escuchó a su madre llamarlo desde la cocina. Supuso que era para comer por lo que salió de su habitación caminando hasta la cocina.
-Ya está la comida- murmuró mirando al adolescente de reojo mientras guardaba ollas.
-Vamos a comer entonces- asintió Julián sonriendole.
Después de que este pusiera la mesa ambos se sentaron a comer.
-¿Empacaste ya?- consultó Mariana mirando a su hijo.
-Estaba terminando- asintió agarrando el vaso de agua.
Julián había sido invitado a la casa de verano que uno de sus amigos tenía en la costa. Iban varios chicos de su edad, la mayoría eran conocidos de Álvarez pero otros eran rostros a conocer. Eran las primeras vacaciones del castaño sin su familia por lo que Mariana estaba bastante preocupada por él mientras que este solo pensaba en las vacaciones que le esperaban.
-¿Joaquín te dijo quiénes van?- Mariana reiteró la misma pregunta que le había hecho en la mañana, Julián suspiró.
-¿Otra vez con eso ma?- se quejó. -La mayoría son del colegio, solo un par no los conozco- asintió repitiéndole lo que ya le había dicho.
-No me habías dicho- negó aunque sí le había dicho, Mariana solía tener memoria selectiva, escuchaba y recordaba lo que quería.
Después de comer Julián subió a su habitación terminando de guardar la ropa que iba a llevar. Mallas, shorts, remeras y otro par de cosas iban en su maleta. Miró un estante que tenía dentro de su placard viendo aquella pequeña caja roja que sus padres le habían dado hace una semana, Julián aún no era activo sexualmente pero se estaba planteando llevar la caja de preservativos al viaje. Tal vez y "con un poco de suerte" como él decía, se le daba con alguna chica... Sí, una chica.
-Ya fue- murmuró para sí mismo dejando la caja en su valija, mejor prevenir que lamentar dicen por ahí.
Después de revisar su valija una vez más y darse cuenta que no llevaba desodorante, guardó el envase cilíndrico y cerró su valija. Cepilló sus dientes y se acostó en su cama para después escribirle a su amigo para pedirle los últimos detalles del viaje que llevarían a cabo al día siguiente.
[...]
Al día siguiente..
Joaquín, el organizador del viaje, había buscado un bus que los llevara desde la terminal hasta la terminal de la ciudad a la que iban. Por lo que cada adolescente había pagado por el transporte en el que iban a ir todos juntos y también acompañados por otras personas que viajaban hacia el mismo destino. Al llegar a la terminal, Julián se encontró con su amigo y el resto del grupo esperando el colectivo.
