Julián sonreía colorado hasta las orejas, que Enzo lo mirara tan fijamente lo ponía nervioso.-¿Y? ¿Cómo me quedó el desayuno?- preguntó Enzo y Julián levantó su pulgar riendo.
-'Ta bueno, 'ta bueno- asintió. -Podría comer tus desayunos más seguidos- bromeó y Enzo sonrió.
-Cuando quieras- rió y se giró mirando a quien bajaba por las escaleras.
Julián, al notar esto, se giró mirando a Lisandro quien bostezaba.
-Buenas y santas- besó la mejilla de Julián y chocó manos con Enzo.
-Qué locos que andan los mosquitos wacho- lo molestó Enzo viendo su cuello.
Lisandro rió poniéndose colorado mientras ponía la pava eléctrica.
-Perdón porque no pudieras dormir en la pieza- se disculpó Lisandro agarrando el mate.
-No pasa nada- negó Julián sonriendole.
-Compartió el sillón conmigo- informó Enzo guiñandole un ojo a Julián.
-Como que nos tenemos que actualizar vos y yo- habló Lisandro soltando una risa mientras miraba a Julián.
-Y sí nene- chasqueó la lengua el cordobés dejando la taza en la mesada.
-Buenas- se escuchó la voz de Cristian en la cocina y todos se giraron a verlo.
-Buenas- contestó Enzo apoyado en la mesada.
-¿Vo' no saludas? No hemos dormido junto'- rió Cristian molestando a Julián mientras abrazaba a Lisandro por la espalda.
El entrerriano sonrió y se giró besando su mejilla.
-Nosotros si dormimos juntos- rieron y Julián veía la escena con una sonrisa en el rostro.
Le encantaba ver a Lisandro feliz a pesar de que seguía pensando que Cristian era un boludo.
-Te preparé el mate, buscate unas galletitas- habló Lisandro y Romero asintió revisando el mobiliario de la cocina.
-No hay ni bosta- rió Romero viendo todo vacío.
-Vamos a comprar con el Licha- se apresuró a decir Julián y tomó a su amigo del brazo saliendo de la casa.
Lisandro rió frunciendo el ceño y caminó con él.
-Contame ya qué pasó- pidió Julián mirando a Lisandro mientras caminaban.
-Ay, es mucho- rió el entrerriano empezando a detallar su noche.
Julián escuchaba todo con suma sorpresa cuando Martinez entre risas nerviosas le contó que había tenido relaciones con el chico que le gustaba.
-¿Qué llevamos?- preguntó Julián parado al frente de los estantes repletos de paquetes.
-Llévate unas nueve de oro que le gustan al Cuti- habló mirando el estante frente a él.