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Después de un rato más en el agua, ambos salieron y se pusieron las remeras que habían dejado en la arena junto con sus zapatillas.
-¡Qué frío culia'!- se quejó Julián abrazándose, el viento no estaba siendo muy gentil con ellos.
-¿Ahora sí querés mi campera?- rió Enzo mirándolo.
-Ahora te la acepto- sonrió mientras sobaba sus brazos.
Enzo le pasó su campera y Julián sonrió poniendosela.
Caminaron hasta la casa bastante pegados, usando de excusa el frío que ambos sentían, no sabían qué hora era pero tampoco les importaba.
Entraron a la casa usando una vez más la llave de la maceta y entraron sintiendo el reconfortante calor de la casa.-Tomá- dijo Julián mientras subían a punto de sacarse la campera.
-Después me la das- negó Enzo sonriendo y se despidió yéndose a su habitación.
Al entrar a la pieza Julián sonrió y mordió su labio inferior, ¿Qué era toda esa emoción que sentía cuando estaba con Enzo?
Cambió su ropa por una seca y se acostó con la campera de Fernández entre sus brazos, le gustaba el aroma que tenía, le gustaba pensar en que esa campera era de Enzo.Abrazó la campera deseando tener más momentos como aquellos y rió en voz baja pensando en qué parecía la típica adolescente de las películas que atesoraba el buzo del chico que le gustaba, del chico que le gustaba... resonó en la cabeza de Julián pero lo ignoró acostándose a dormir.
[...]
Al despertarse, Julián, vió como Lisandro guardaba cosas en su mochila.
-¿Licha te vas?- preguntó preocupado, demasiado que procesar para estar recién despertado.
-No Juli- negó sacudiendo su cabello. -Joaco nos dijo de ir a un parque acuático hoy- asintió guardando un toallón.
-Ah- respiró con alivio, Lisandro lo hacía sentir cómodo. -¿A qué hora nos vamos?- preguntó levantándose.
-Ahora en un ratito, comemos allá- asintió y dejó su mochila sobre la cama.
Después del aviso, Julián preparó su mochila y la dejó al lado de la de Lisandro.
El último nombrado caminó hasta la pieza de Molina y Romero.
Julián, de chusma, lo siguió.-¡Arriba, arriba!- Lisandro sacudió a Nahuel hasta que este abrió los ojos y con Cristian no fue tan suave, se tiró encima.
Julián rió viéndolos desde la puerta.
-Vamos Cristiancito- reía Lisandro mientras Cristian se quejaba de aquella invasión.
Nahuel, ahora despierto, le tiraba con lo que encontraba a Lisandro quien solo reía.
-¿Por qué tanto ruido?- Julián se sobresaltó escuchando la voz de Enzo a sus espaldas.
-Me hiciste asustar- rió y abrió más la puerta mostrandole el caos; Lisandro encima de Cristian mientras que Nahuel le tiraba almohadones y ropa.
-Que giles que son- rió negando.
Al quilombo se sumó Dybala, que a pesar de estar recién despertado al ver la "guerra" corrió a ayudar a Molina con la tirada de almohadones.
La pelea no duró mucho más ya que Joaquín apuraba a todos para poder irse al parque de agua.
Después de guardar un par de cosas, se sentaron en la escalinata a esperar los taxis.
Subieron en los mismos grupos que habían hecho la noche de la fiesta pero esta vez, Julián y Enzo se encontraban lado a lado.-Tengo un sueño- bostezó Enzo apoyando su cabeza en el hombro de Julián, Lisandro los miró.
-Nos fuimos a dormir re tarde anoche- rió el cordobés hablándole.
-'Taba linda la playita- alzó los hombros y al sentir que el taxi frenaba Enzo levantó su cabeza.
-¡Llegamos!- festejó Dybala empujando a Lisandro para poder salir.
-¡Sucio de mierda me pasaste todo el culo por la cara!- se quejaba el otro, el taxista trató de contener la risa pero no aguantó.
-¡Bien que te gustó!- reía el cordobés.
Julián le pagó al taxista mientras Lisandro y Enzo bajaban las mochilas.
El otro taxi llegó a los pocos minutos y todos ya se encontraban juntos.
Joaquín propuso recorrer un poco el parque y después comer, todos aceptaron.-No sé ustedes pero yo estoy re cagado de hambre- se quejó Enzo, habían empezado a caminar hace unos pocos minutos.
-Yo también- concordó Julián.
-Bueno vayan a comprar para comer y después nos llaman- asintió Joaquín resolviendo el problema con facilidad.
-Vamos- asintió Enzo mientras caminaba con Álvarez hasta el quiosco que había dentro del parque.
-¿Qué pedimos?- preguntó Julián y Enzo alzó sus hombros.
-Vemos que hay y decidimos- asintió.
Después de dudar y consultar qué tenían terminaron pidiendo pizza, suponiendo que a todos les gustaba.
Obvio que apenas llegó la comida no esperaron a la llegada del resto y empezaron a comer.-Está buena- asintió Julián y Enzo frunció el ceño.
-¿Quién?- preguntó el otro.
-La pizza, pelotudo- rió negando, Fernández era excesivamente despistado.
Al terminar de comer y justo cuando el resto llegó, el par había decidido ir a recorre el parque. Siempre a contracorriente.
-Tiene toboganes re zarpados- asintió Enzo mientras recorrían.
-¿Nos tiramos?- propuso Julián y se sonrieron caminando hasta las escaleras de los toboganes que tenían más cerca.
Después de esperar unos pocos minutos cada uno tomó un tobogán.
-¡Uno, dos y tres!- contó Enzo y se tiraron al mismo tiempo.
Reían cuando se encontraban ya en la pileta que estaba abajo de los toboganes, Enzo le contaba como el agua había invadido su nariz y Julián fría viendo como Fernández, a pesar de no tener agua ya, seguía exhalando por la sensación de molestia que le había quedado.
La tarde había sido puro juego y diversión hasta que una discusión había surgido entre Lisandro y Cristian, ninguno sabía de qué se trataba pero todos estaban preocupados.
Lisandro se veía triste, decaído y evitaba a toda costa a Romero mientras que este parecía impecable a pesar de que su rostro estuviese serio.-Licha- se acercó Julián cuando el resto se dirigió a unos toboganes.
-¿Sí?- evitó su mirada.
-¿Me querés contar lo que pasó?- habló Julián con un tono dulce, amable, siendo tan Julián Álvarez.
-El pelotudo del Cuti- se quejó pero no dijo nada más. Cubriendo su rostro un par de lágrimas salieron pero Julián no pudo verlas.
-Me contás bien en la pieza, ¿Querés?- propuso Álvarez al ver que el grupo volvía.
n/a: maratón por q m estoy pegando el embole d mi vida, comenten así m rio👍💞