Capítulo 10

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Huolaaa!!!

Me paso por aquí para agradeceros el apoyo que está teniendo Perfecto Desastre, de verdad que me hace muchísima ilusión ver esos votos, lecturas y comentarios, sois increíbles.

Ahora sí, no me enrollo más y os dejo con este capítulo que es un poquito más largo jeje

Gracias gracias y mil gracias💕💕💕✨✨✨

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Una llamada en mitad de la noche fue lo que logró despertarme.

No tenía el móvil en sonido, estaría loca si lo hiciese sabiendo que la gente que me importa está en perfecto estado y en casa, incluso Juls aunque se encuentre a más de 3000 kilómetros. Pero fue la luz del móvil lo que me despertó. Acostumbrarme a dormir en completa oscuridad fue lo que logró que ese ligero atisbo de brillo me despertarse.

Abrí pesadamente un ojo para ver quién era, aunque al parecer, era un número que no tenía guardado. Es raro que me llame un número a las dos de la madrugada... La curiosidad mata al gato, o eso dicen. Yo ahora mismo soy el gato, pero espero que el haber escuchado esa voz no me provoque la muerte.

—Oye, ¿estás despierta? —cuestionó el menor de los González susurrando en la otra línea.

No estaba con todos mis sentidos puestos como para analizar lo que estaba ocurriendo ahora, por lo que la pregunta de cómo tenía mi número, no me pareció importante.

—No, estoy hablando contigo sonámbula

—Ni a las dos de la mañana pierdes chispa, artista —dijo elevando un poco el tono.

—Me gustaría poder recuperar mi maravilloso sueño con Leonardo DiCaprio, así que, si no es nada importante, futbolista...

—No, espera. Estamos aquí los chicos y yo —comentó.

—Enhorabuena —respondí aún con los ojos cerrados, pero poniéndome boca arriba.

—Trae, que no se te da bien convencer —escuché la voz de su hermano mayor.

Debieron de tener una pequeña y rápida discusión entre hermanos peleándose por quién agarraba el móvil. Finalmente, seguí escuchando la voz de Pedro, en susurro.

—Baja —soltó sin más.

Fruncí mi ceño ante su exigencia. ¿Que bajase? ¿A dónde? ¿Por qué? Acaso saben que son las dos de la mañana y estoy con mi pijama tan agusto durmiendo como un koala, ¿no?

—¡Carlota! ¡Queremos vert...!

Mi cerebro conectó rápidamente al escuchar la voz de Marcos, no solo al otro lado de la línea, si no que, literalmente, afuera de mi casa. Tiene que ser coña.

Me levanté rápidamente, cabreada. Pues Marcos había gritado bastante y Javi se encontraba tapándole la boca. ¿Iban borrachos? Un Miércoles, borrachos. A las dos de la mañana. Aún sin descolgar la llamada, dado que no tenía pensado abrir la ventana y mantener una conversación como si estuviésemos en una estúpida película, logré mediar palabra con el moreno.

—No busques una respuesta positiva de mi parte, Pedro —no le dio tiempo a responder.

Fer, casi tropezando en el intento dando a entender que iba perjudicado, le quitó el móvil de las manos a su hermano.

—Carlota, no seas aburrida. Llevas años metida en tu cuarto y te estamos ofreciendo un plan suuuper guay, baja y no me hagas llamar al timmmbreee

Lástima que sea plena noche y esté borracho, porque si fuese en una situación normal, le haría caso.

Perfecto Desastre; Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora