24 Noviembre...
Es cierto que tenía nervios por esto. Era el primer cumpleaños que pasábamos juntos después de mucho tiempo, y el primero que lo hacemos como pareja. A distancia, para variar. Como siempre, nuestros planes acababan siendo un perfecto desastre, pero no iba a dejar que un partido en Londres mañana, me impidiese ver a mi novio.
Puede que tengáis sospechas por la cabeza sobre lo que está pasando. Sí, en teoría estoy en mi casa, haciendo una videollamada con Pedro, pero no es así. Hablando con Gavi y Ferrán conseguí una habitación en el hotel donde están. Vale, puede que suene psicópata, pero Pedro insistió en que quería pasar su cumpleaños conmigo y con su familia pero que iba a ser más complicado que sencillo poder cumplir sus deseos, aunque para eso he decidido darle una sorpresa.
Esta mañana cogí un vuelo para venir aquí y pasar desde el minuto uno su cumpleaños a su lado, día el cual está a escasos diez minutos de comenzar. Mañana vendrán por la mañana sus padres, Tete, Fer, Javi, Marcos... Su círculo más cercano para poder cenar con él después del partido. Y sí, todo esto estaba siendo planeado desde que supimos que tendría partido el día de su cumpleaños en Londres, por lo que no pilla de sorpresa para nadie más que para él.
—Mira, hay un vuelo mañana a las 12:00 desde Asturias hasta aquí.
—Futbolista... —me mordí el labio inferior tratando de reprimir la sonrisa que amenazaba con salir. Lleva insistiendo toda la llamada en que agarre algún vuelo.
—Artista, sabes que me encanta que hayas decidido ir a pasar el fin de semana con Juls a Asturias, pero quiero verte el día de mi cumpleaños.
Una pequeña mentira que no era mentira. Sé que prometimos que nada de mentiras, pero esta vez era necesario. Primero porque al hacer videollamada con él sabría perfectamente que no estaría ni en mi casa, ni en la de Juls, ni en la de Nico... Las conoce todas y sería misión imposible. Segundo porque realmente sí iba a ir a pasar unos días a Asturias con Juls, pero no hoy ni mañana, si no en cuatro días, por lo que no era tanta mentira. Simplemente, cambié fechas sin cambiarlas.
—Y sabes que me encantaría ir a verte, solo que prometí a Juls un poco de desconexión antes de los exámenes. —cosa la cual, es cierta. Nunca habíamos organizado una escapada antes de encerrarnos en la biblioteca o en el estudio para realizar los trabajos. Este año, lo necesitábamos, simplemente por la presión que habíamos estado teniendo por todo lo de la beca—. Venga, quita esa cara de muermo que te voy a hacer un Hotel Tour.
La hora se acercaba. Estaba dos plantas más arriba que su habitación. Bueno, que la zona donde estaban todos concentrados. Si no fuese por Ferrán, no sabría en qué habitación estaba el futbolista, pero menos mal que se saben entre todos en qué número de habitación está cada uno. Curioso que fuese la 308. No sé que tiene ese número que me ha ido persiguiendo desde que monté en ese barco con Pedro.
—Me puedes hacer un tour por otras zonas. —su voz ronca aceleraba mi pulso, miré la pantalla y me lo encontré con una sonrisa ladeada y pilla. Con cero buenas intenciones, para variar.
—¡Eres un cerdo, futbolista! —recrimine en un tono bajo, dado que ya estaba por los pasillos del hotel.
—Oye, artista... —me fijé en su rostro cuando me llamó por ese apodo que hace unos meses detestaba al completo y ahora, no hace más que gustarme. Hice un sonido para que entendiese que tenía toda mi atención a pesar de ir fijándome en los números de las habitaciones para encontrar la suya; quedaba a penas un minuto para que cumpliese los veintiuno—. ¿Sabes que ese hotel se parece mucho al mío?
Mierda.
Fruncí mi ceño, fingiendo una mezcla de sorpresa y confusión en lo que me acercaba cada vez más a su cuarto.
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Perfecto Desastre; Pedri González
Teen FictionNos convertimos en el perfecto desastre que me juré nunca tener.