Jungkook
Se veía tan hermosa entre las sábanas, solo quería tenerla así todo el tiempo, ya no quiero estar sin ella más tiempo, no puedo seguir fingiendo ahora que ella está aquí y más desde que sé que tengo un hijo.
Pasé mis manos por sus piernas admirando lo suaves y bellas que son, tomé una acercándola para poder dejar besos en ella, podía ver sus mejillas sonrojadas. Me coloqué en su entrada y me fui enterrando en ella poco a poco, normalmente me gusta hacerlo rápido, pero está vez quiero hacerlo lento y sentirla al mismo tiempo que ella me siente a mí.
Poco a poco fuí entrando en ella, coloqué sus piernas en mis hombros y la embestí una y otra vez de manera lenta y profunda, ella se aferraba a mis brazos que estaban a cada lado, me incliné acercando mi rostro a su cuello, allí pude escuchar los gemidos bajos que ella daba y mis gruñidos que estaban acompañados por los sonidos que hacían nuestros cuerpos al chocar.
Así estuvimos por largas horas esa noche, me había quedado dormido en su habitación, al abrir mis ojos lentamente pude ver su lado completamente vacío y fue cuando escuché gritos, habían dos personas discutiendo, una voz era Nabi y reconocí la otra como Taehyung, había llegado y seguramente me vió en la cama con Nabi.
Me metí al baño después de asearme salí a la cocina, sin pena y sin miedo, ella era mía desde el comienzo, por eso no tengo nada que tener. Sus ojos hicieron contacto con los míos y se podía ver lo enojado que estaba.
—Vaya pero si es el desgraciado que te abandonó y ahora viene con un cuento que seguramente es mentira solo para llevarte a la cama y tú qué caes como tonta —le decía a Nabi sin mirarme.
—Nabi siempre fue mi novia, es la mujer que fue hecha para mí y debiste darte cuenta cuando ella decía que estaba confundida porque aún no me olvidaba, sabías en lo que te metias y aceptaste de igual forma —saqué una taza de café y tomé la cafetera.
—Ya basta los dos, cómo ya le dije a Taehyung, nosotros no hemos vuelto, si fui débil y si no lo he superado aún y es cierto que soy una perra por haberte engañado cuando ya éramos novios oficialmente, no voy a dar excusas porque era consiente de mis actos y te pido disculpas una vez más Tae por todo, fuiste el apoyo que necesite y pagas por mis estupideces —él solo la miraba escuchando todo lo que ella tenía que decirle.
—Oh vaya que eres una perra, le abres las piernas apenas entró, ya de verdad no quiero saber de tí, te seguiré ayudando con lo del riñón de Sehun pero apenas le hagamos la segunda operación no quiero volver a verte jamás, eres una maldita indecisa, pues yo decidiré por tí... Quédate con él.
Con eso salió de la casa no sin antes darle un portazo a la puerta principal.
—Maldición —gritó ella, la veía respirar como si intentara calmarse— Soy una estúpida de verdad, había encontrado a un hombre que si me valoraba y lo deje perder por una calentura —pasó la mano por su cabello.
—Wow, ahora soy una calentura —me coloqué frente a ella— Lo nuestro no es una calentura y lo sabes, somos más que eso, es cierto que dañe nuestra relación y de una manera tan horrible, la verdad es que no creía que sería así y menos con Sehun con nosotros, yo cuando hice este plan, sabía que te perdería pero solo quería que lo que era tuyo fuera tuyo, aparte que mis padres deben pagar por lo que le hicieron a los tuyos, y aparte de eso me sentía culpable por lo que ellos habían hecho.
—Pensaste que no estaría con el hijo de los asesinos de mis padres, ¿Cierto?
—Pues sí, ¿Tú no lo pensarías?
—Igual no quiero hablar ahorita, ¿Será que te puedes encargar de Sehun cuando se levante? Es que necesito caminar y despejar mi mente —asentí— Gracias, JungKook.
—Tranquila, también es mi hijo y gustoso lo hago.
*
Narrador
Desde afuera del auto Rawoon veía como Nabi salía de esa casa, ya le había visto los papeles a Jungkook en un descuido en su oficina, pero pensaba que era para ellos después de la boda, pero resulta que vive allí con esa mujer y un niño que lo llama Appa.
Tomó su celular e hizo una llamada.
—Taemin, necesito un trabajo, quiero que investigue a Nabi, no sé su apellido pero te mandaré una foto de ella, quiero saberlo todo.
—Si, señora —y colgó.
Ella suspiró mirando por la ventana como Jungkook le prepara el desayuno al niño, con ella siempre dice que debe irse porque está ocupado y nunca come en casa en las mañanas, solo en las noches.
Encendió el auto y lo puso en marcha hasta la casa de sus suegros, se quedó un rato afuera para preparar todo, cómo por ejemplo sus lágrimas, lo menos que ella sentía era ganas de llorar, lo que sentía era ira y ganas de matar a la perra que se está metiendo en su vida y en la de Jungkook, pero para sus queridos suegros ella debe aparentar que le dolió la traición de Jungkook.
Ella tocó algo histérica, ya llorando, cuando la señora Jeon fue quién abrió la puerta.
—¿Qué haces tan temprano por aquí, mi niña? —la sujetó dejándola entrar.
—¡Jungkook me está engañando! —lloró como una actriz profesional— Acabo de seguirlo y la ví.
—Ven siéntate aquí.
En la sala estaba en señor Jeon quién también se sorprendió al verla tan temprano en la mañana.
—¿Qué pasó? —preguntó ahora el señor Jeon confundido por lo que estaba sucediendo.
—Nuestro hijo a tenido la osadía de dañar su relación con Rawoon, la esta engañando —la madre de Jungkook hizo lo posible por mantener la compostura.
—¿Tienes pruebas? —la chica asintió mostrando su celular.
—¡Es Nabi! —la señora miró a su esposo.
—Así que es hija de puta está viva aún —el señor solo quería destruir ese celular.
—Y creo que tienen un hijo, termine de ver todas las fotos.
Él lo hizo y pudo ver a Jungkook tan feliz con un niño. Pero inmediatamente el Señor Jeon tramó un plan.
—¿Quién es el primer hombre que sale de la casa de ella? —apuntó a el chico con los rulos, ninguno de ellos conocía a Taehyung.
—No sé quién es —dijo ella secando sus lágrimas.
—Pues tendremos que averiguarlo...
Oh no
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EX ~Mi Primer Amor~ +18 [Completada]
RomanceUn amor que se cree que puede haber terminado, cuando esas dos personas se ven de nuevo, ¿acaso las cenizas de aquel amor pueden volver a surgir? Nuestra protagonista y Jungkook se enfrentan a este dilema. Una historia de mi completa autoría. No ace...