31: Talento Innato

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-¿Está todo listo? -preguntó en un susurro y mirando de vez en cuando hacia los pasillos, velando que Jungkook no regresara y lo escuchara-. Estamos en el hospital, Jungkook se está haciendo un chequeo con Yoongi y luego iremos a la consulta con el obstetra.

-Más les vale no tardar mucho -escuchó la voz impaciente del pelirrojo amigo de Jungkook a través del celular-. La hora de apertura es a las 9:00 am y hay muchas personas aquí.

-Sí Taehyung, deja la histeria -se quejó rodando los ojos-. ¡Jungkook viene, tengo qué colgar!

Guardó rápido su celular en el bolsillo y le sonrió a su novio.

-¿Qué te dijo?

-Nada nuevo, mis niveles de hemoglobina siguen bajando pero aún no estoy en un estado demasiado grave -hizo una mueca-. Me recetó más analgésicos para los dolores y me dijo que probablemente mi visión comenzará a empeorar más rápidamente.

-Ese tonto -se quejó haciendo un puchero-, que bonito de su parte arruinarnos el día.

-Solo hace su trabajo, Bichito -acarició las hebras rubias de su novio.

-Park Jimin -una enfermera lo llamó y al instante se puso de pie-, es su turno.

Ambos entraron a la consulta con los nervios de punta, emocionados porque por primera vez verían al pequeño ser que ambos crearon como muestra de su amor. Si bien Jimin estaba algo renuente al principio, ahora no podía estar más que ansioso, había comprendido que ese niño o niña iba a ser un pedacito que Jungkook dejaba para él antes de marcharse.

-Buenos días -saludó el doctor, un hombre de unos cincuenta años, bastante alto y con el cabello casi totalmente blanco-, mi nombre es Kim Hyungjoon.

Le extrajeron sangre para hacerle algunas pruebas, el médico les dio un montón de indicaciones y cuidados que debía tener, le recetó varias vitaminas y al final llegó lo que tanto anhelaban, la ecografía.

Sintió como el doctor echaba el gel frío en su vientre y pasaba el transductor buscando la mejor vista de su mini Bichito, como lo habían nombrado los señores Jeon, quienes por cierto se habían puesto muy felices al saber la noticia. Sentía la mano de Jungkook apretar la suya con nerviosismo. Él era el más emocionado en todo esto. Apenas y despegó sus brillantes ojos de Bambi de la pantalla, para mirarle y regalarle una bonita sonrisa.

-Como me lo imaginaba -el médico soltó un suspiro-, es imposible.

-¿Sucede algo malo? -cuestionaron preocupados al mismo tiempo.

-No, solo que no es posible ver nada, es muy pronto, el embrión aún no existe -Jungkook hizo una mueca, dejando ver su tristeza-. El doctor Min me contó su situación y me insistió mucho en que hiciera la ecografía, pero ya sabía que era imposible ver algo.

Salieron de la consulta sin ánimos de hacer nada más. Jimin tenía la esperanza de que al menos Jungkook pudiera conocer por la ecografía al mini Bichito. Se notaba que el menor quería llorar, las lágrimas se acumulaban en sus ojos pero él impedía que salieran de ellos, en verdad no quería llorar. El rubio solo tomó su mano y le sonrió, esperaba que su sorpresa le hiciera recuperar la alegría que tenía cuando se despertó en la mañana.

-Bien, ponte esto -le entregó un pañuelo para que lo atara alrrededor de sus ojos.

-¿Qué hacemos aquí? -cuestionó confundido observando la galería a la que Jimin lo había llevado hace casi tres meses cuando recién estaban comenzando a conocerse. Si mal no recuerda, ese día fue la primera vez que deseó tener más tiempo para conocer a Jimin.

-Tengo una sorpresa, ahora ponte eso - ordenó bajando del auto y ayudando a Jungkook a bajar después.

Lo guió teniendo cuidado de que el pelirrojo no tropezara y se lastimara, y una vez entraron se dio cuenta de que muchas personas se veían atraídas por las pinturas del menor. Sonrió quitando la venda de los ojos del más alto y exclamando un "Sorpresa" con los brazos extendidos.

10 Wishes - Kookmin #BNAWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora